Freddy, el valiente e incisivo periodista, no imaginaba que sería presa de los auto-atentados o falsos positivos del gobierno, que con agudo sentido había seguido y publicado en TeleSur. Su sorpresivo vía crucis no es inédito pero si aberrante. El día que lo iban a desaparecer, los sabuesos del DAS (1) jugaron mal y perdieron. A pesar de ser requerido por una Juez de Barranquilla, los traviesos agentes, untados de Paragate, esperaron que el corresponsal del canal de los pueblos, viajara a aquella ciudad y regresara al Dorado en Bogotá para meterlo a un coche blindado y esconderlo en las dependencias de Paloquemao. Les dijeron a sus familiares que “Se lo habían llevado para una finca”. No soñaban que Freddy es abogado y no se dejó intimidar de sus captores advirtiendo que sólo declararía ante la Fiscal que lo requería.

Como la monstruosa acusación era la de su participación en atentados y transporte de explosivos, en los cuales se habría “quemado todo el cuerpo” A Freddy lo sometieron a torturantes “exámenes” en medicina legal, adónde le reseñaron todas las cicatrices de niño y de joven “Desde la uña encarnada del pie, los callos, las verrugas, las muestras de las agujillas de todas las vacunas, las quemaduras de sol y los mas insignificantes rasguños de la niñez”.

A mi me han contado que tu sí te quemaste, en un accidente le digo. Mi amigo se desviste y me dice. “Fíjate que es mentira, mi cuerpo está todo sano”.

Los dos provocadores de inteligencia militar lo asediaron todo el tiempo de su largo cautiverio. Buscaron un “comandante de las FARC reinsertado” a quien propusieron para acusarlo de todo lo que Freddy no es. Al increparlo el abogado de Muñoz, Tito Gaitán, que ya lo había visto en otros montajes, aquel se retractó, pero los del DAS y el comandante de la Armada en Bolívar presionaron a la Fiscal de Cartagena, para enjuiciarlo con espeluznantes artimañas. El Jurista Tito Gaitán y Freddy denunciaron ante la procuraduría que los agentes del DAS, entraban a la prisión a “interrogarlo” con provocaciones y mentiras por lo cual fueron sancionados con suspensión de dos meses, incluidos sus sueldos. Ello incrementó el asedio de los agentes y “reinsertados”, que se dieron el lujo de “ascender al comunicador a comandante guerrillero”

Al quedar en el vacío el vergonzante montaje contra Freddy, y ante la las manifestaciones de personalidades y miles de entidades en Venezuela, Latinoamérica y el mundo, el fiscal general de la nación le ordenó a la Fiscal de Cartagena, fallar otorgando la libertad de Muñoz. El día que el director de noticias de TeleSur en Colombia, recibió la orden de libertad, y luego al salir de la cárcel, los impenitentes agentes, que merodeaban en los pasillos lo abordaron y lo amenazaron, incluso con desaparecerlo, como ha sucedido con otros líderes o periodistas que luego han aparecido en las fosas comunes. También se repite el caso de la libertad condicionada de muchos inocentes, al prohibirles salir del país, lo que los expone a ser eliminados en la guerra sucia.

Varias entidades, periodistas y medios de comunicación alternativos solidarios, con Telsur a la cabeza, le ofrecieron trabajo en el exterior y con varios juristas exigieron a la fiscalía levantarle el veto y autorizar su salida para preservar su vida. Visitamos oficinas de la ONU y embajadas en procura de auxilio y posible tramitación de asilo, pero el mando militar con la fiscalía y el DAS urdieron el nuevo montaje, al que como siempre se prestan los grandes medios. Los nuevos fotomontajes digitales, que el celuloide de las películas gringas logra pasar como foto inédita, fueron presentadas en el principal diario y la revista mas uribista, mostrándolo en el campo de batalla a fin de que nadie, dude que es un instructor terrorista. Acto seguido la Fiscalía imparte nueva orden de captura y el primero de febrero le envían a su correo la amenaza de muerte, firmada por la comandancia de las “Aguilas Negras”

Totalmente desprotegido, endeudado por un apartamento en el que no puede vivir, y sin sueldo, a Freddy no le dejaron otro camino que ocultarse de quienes lo buscan para “desaparecerlo”, ya que la primera vez no pudieron. Es ahora cuando la solidaridad internacional en cualquier forma se necesita con urgencia. Es claro sí, que el caso de Freddy, se inscribe en la guerra del Imperio terrorista del norte, contra la comunicación alternativa del proceso revolucionario venezolano y latinoamericano, encabezado por TeleSur. Fatal que el gobierno de Uribe Vélez, acusado de parapolítica y sus medios, se presten y defiendan la guerra agresiva contra los pueblos, saboteando de paso los anhelos de Intercambio Humanitario y salida política al conflicto que desea el pueblo colombiano y que los gobiernos de Venezuela y Ecuador, buscan facilitar y promover.

Nota:

(1) Por inseguridad, con respeto a las leyes y la libertad de prensa, ésta crónica omite nombres y reserva fuentes.