Los demócratas despojaron a los republicanos del control de la Cámara de Representantes, acercándose a una victoria en el Senado. Ante esto, Bush “aceptó” la renuncia de su Secretario de Defensa, arquitecto de la invasión a Iraq.

Donald Rumsfeld, un soldado incondicional del presidente George W. Bush y principal estratega y promotor de la invasión a Iraq, renunció a su puesto a causa de la derrota republicana en las elecciones legislativas. "Es un patriota que ha servido con honor y estoy agradecido por sus funciones", afirmó el mandatario estadounidense en una conferencia.

Los motivos del alejamiento obedecen al nefasto panorama con el que la mayoría del pueblo estadounidense observa el conflicto en Iraq y, por ende, la negativa repercusión que obtuvo de ello Rumsfeld, uno de los mayores responsables políticos de la presencia estadounidense en Iraq.

“No podemos seguir este rumbo catastrófico en Iraq. Señor presidente, necesitamos una nueva dirección”, había proclamado la próxima presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.

“Mucha gente votó ayer para protestar por la falta de avances en Iraq", respondió Bush ante lo que asumió como una ineludible realidad. Sin embargo, no dejó de defender la política exterior de Estados Unidos para Oriente Medio, y advirtió al denominado “eje del mal” que no festejen.

"A nuestros enemigos: no celebren, no confundan. Nuestra Nación está comprometida a llevarlos a la justicia. Y al pueblo de Iraq, le decimos que no tema porque Estados Unidos seguirá al lado de ustedes", insistió Bush.

Al mismo tiempo, el Presidente reafirmó la voluntad de no retirar las tropas invasoras ya que "si Estados Unidos se retira antes de lo debido de Iraq, se transformará en un santuario de Al Qaeda".

La destitución del halcón Rumsfeld era una de las grandes prioridades que se habían fijado los demócratas en el Congreso. La otra es la investigación de las anomalías, irregularidades y errores en torno a la invasión de Iraq junto con la posibilidad del retiro progresivo de tropas, algo que Bush ya se encargó de aclarar que no está dispuesto a hacer.

Así, se muestra decido a continuar con su política belicista hasta las últimas consecuencias y sin importar las intenciones de quienes ahora tendrán el control del Congreso y casi con seguridad del Senado.

Lo que resta por observar es la cualidad del cambio. Bush se encargó de nombrar como sucesor de Rumsfeld a un ex director de la CIA, Robert Gates.

Bob Gates, de 63 años, dirigió el servicio de inteligencia estadounidense entre 1991 y 1993 y fue distinguido por las autoridades de Estados Unidos en numerosas oportunidades por su labor en materia de Seguridad Nacional.

Con respecto al entrante Secretario de Defensa, el presidente Bush afirmó que “Bob Gates brindará una perspectiva fresca y una buena capacidad de gestión" "Es un sólido líder que puede contribuir a hacer los ajustes necesarios en nuestro enfoque para enfrentar los actuales desafíos", agregó.

Finalmente, el poder Bush y su Partido Republicano quedó reducido y los primeros cimbronazos ya se hicieron sentir. Los resultados hasta ahora conocidos de los recientes comicios demuestran una fuerte desaprobación hacia la administración Bush, condenando la corrupción de su gobierno y principalmente, su papel en la invasión de Iraq. Los principales ejes de la contienda arrojaron lo siguientes puntos claves:

1) El Partido Demócrata recuperó el control de la Cámara de Representantes tras 12 años. Se renovaron los 435 escaños y los demócratas obtuvieron una ventaja de 227 frente a 195 de los republicanos. Según analistas esto muestra el descontento existente entre los ciudadanos por la manera en que Bush dirigió la operación militar en Iraq (En la que Donald Rumsfeld tuvo un papel central), y por el trabajo de sus representantes en los últimos cuatro años (sólo tres de cada diez votantes aprueban la labor de los congresistas, según un sondeo de la cadena de televisión Fox News).

2) Por primera vez en la historia, una mujer ocupará el puesto de Presidenta de la Cámara. Nancy Pelosi se hará cargo a partir del 1 de enero de 2007. Este cargo político es el tercero más importante del país, detrás del Presidente y Vicepresidente.

3) El Senado parece próximo a ser también recuperado por los demócratas. Antes de las elecciones, los republicanos dominaban esta Cámara por 55 a 44. Los demócratas recuperaron cuatro asientos, y llevan ventaja en los recuentos de Montana y Virginia.

4) También hubo elecciones a gobernador en 36 de los 50 estados norteamericanos. Los demócratas sumaron 6 además de los 14 que defendían, logrando el control de más de la mitad de los estados totales.

5) La senadora por Nueva York Hillary Clinton, esposa del ex presidente Bill Clinton, arrasó en las votaciones, logrando una diferencia de 70 puntos. De esta forma sigue firme en su carrera para las próximas elecciones presidenciales.

Sin embargo, según analistas la partida de Rumsfeld no cambiará en gran medida la política de la Casa Blanca con respecto a Iraq. Cabe tener en cuenta, que no solo el ahora ex Secretario de Defensa estaba entre los "halcones duros" de Washington, todavía quedan muchos más.

Más allá de las consecuencias directas de las elecciones y del alejamiento del espartano Donald Rumsfeld, lo que resta por saber es que si la política belicosa de Washington cambiará bajo la dirigencia de los demócratas en el Congreso. Cabe recordar que durante el debate en el Parlamento, previo a la invasión a Iraq, muchos demócratas votaron a favor de esa aventura, entre ellos Hillary Clinton.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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