Diputados que no escuchan

21/10/2006
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¿Qué mal auditivo tan severo ha atacado a muchos de nuestros diputados? ¿O será que padecen un síndrome más agudo y grave como el autismo? Quizás el mal sea peor ¿Estarán tan mal que llevarán a nuestra democracia a una etapa terminal y no nos hemos dado cuenta? ¿Quién puede dar un diagnóstico a ver si se salva el país de ese mal antes que acaben con la democracia?

Si el compromiso asumido para que el TLC se discutiera en la Asamblea Legislativa con amplia participación era cierto, entonces la discusión -pero sobre todo que los diputados escucharan al pueblo- era esencial. El compromiso está roto, porque a muchas personas como a esta ciudadana y su grupo Costa Rica Solidaria no hubo dios posible que convenciera a los diputados de escucharnos. También rechazaron a muchos otros grupos que deseaban participar y tenían legítimo derecho de hacerlo.

La negociación del TLC con los Estados Unidos de América, coincidentemente se dio en momentos en que los casos de corrupción más sonados de los últimos años, estaban cuajando y a punto de destaparse la hedionda sinvergüenzada de muchos políticos y empresarios.

Simultáneamente, el Presidente Pacheco firmaba la adhesión inexplicable a una invasión armada de los Estados Unidos a Irak sin el aval de la ONU y con el mayor rechazo del pueblo. A su vez nos asegurada que el ICE no formaría parte de la negociación del TLC. Los negociadores de COMEX, en sospechoso secretismo avanzaban sin revelar siquiera a los diputados que se interesaban de los avances, mientras que los senadores de los Estados Unidos incluso podían hacer observaciones. “Nuestros” negociadores salieron con una muy graciosa: “no podían revelar al enemigo la estrategia”, entonces colijo que el enemigo éramos los costarricenses, mejor dicho los ticos.

Finalizando enero del 2004, el “dream team” (equipo de ensueño de máximos cerebros según los neoliberales costarricenses) concluyó la negociación y finalizando mayo del mismo año, tan sólo 4 meses después, sin discusión alguna se firmó en la OEA el TLC de casi 3.000 folios con la concurrencia de políticos, empresarios y negociadores costarricenses alojados en lujosos hoteles de cinco estrellas. En Costa Rica, de nuevo los ticos no teníamos nada que ver… el maldito TLC negociado sin consulta alguna aunque destrozara la institucionalidad y el estado de bienestar de Costa Rica, estaba firmado. Precisamente hoy hace un año, el Presidente Pacheco envió el TLC a la Asamblea Legislativa para discusión y ratificación. Aquí viene la pregunta clave ¿a cuál discusión?

También hoy hace un año el grupo Costa Rica Solidaria del que orgullosamente formo parte, envió una nota a la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa solicitando audiencia por fax y luego la llevamos para que colocaran el sello de recibido, que curiosamente en ese momento no tenían, de manera que una muchacha llamada Laura, firmó y anotó una fecha equivocada, pero la recibió. No me cabe la menor duda que fue la primera solicitud de audiencia, lo que a la postre no serviría de nada.

Nuestro grupo de pensamiento, reflexión y acción que había estudiado profusa y profundamente el TLC, con toda seguridad tenía más conocimiento del Tratado que muchos diputados y por ello anhelábamos participar en la discusión, siendo esa la posibilidad que da una democracia a los ciudadanos de expresarse. ¡Que equivocados estábamos al creer en lo que dicen quienes están acostumbrados a mentir! Nuestro grupo fue ignorado y no recibimos siquiera un acuse de recibo. Con la tenacidad que nos caracteriza a los miembros de Costa Rica Solidaria, reiteramos la solicitud de audiencia, cuando reanudaba actividades la Asamblea Legislativa tras un receso injustificado de campaña, con goce de sueldo o dietas por casi dos meses. Esta vez Laura, la secretaria de la Comisión de Asuntos Internacionales sí tenía sello que marcó la fecha y hora del 6 de febrero del 2006. Nuevamente no fuimos merecedores siquiera de un acuse de recibo. Ahí no se agotó nuestra insistencia, con el ocaso de una legislatura que fue calificada como la más mala de los últimos tiempos, nada debía extrañarnos.

Entonces al ingresar la nueva legislatura, remozada y con diputados que prometían ser “de primera” humildemente llevamos la tercera y última solicitud de audiencia el 22 de junio, todo prometía que seríamos recibidos pues así lo aseguraron los diputados al principio. Una mañana en la Asamblea Legislativa fui con el grupo “las doñas” a apoyar a una funcionaria que había sido acosada por un diputado, la diputada Evita Arguedas salió a saludarnos, acompañada por una asesora de nombre Auxiliadora y otro llamado Gerardo Chaves, me aseguró que ella apoyaba la más amplia discusión y que nos iban a recibir.

No fue así: cuatro diputados del Partido Liberación Nacional, la diputada del Movimiento Libertario y una diputada del PUSC votaron negativamente nuestra petición de acudir a una audiencia en esa Comisión. Los tres diputados del Partido Acción Ciudadana votaron a favor nuestro.

Si los diputados que apoyaban el TLC para evitar que el mismo fuese tema de campaña, decretaron vacaciones desde mediados de diciembre hasta pasadas las elecciones, casi dos meses ¿Cómo pueden decir que hoy tienen la mayoría para votar un Tratado que no fue discutido ni conocido en campaña para así “evitar politizar” algo tan politizado como puede ser ese TLC? A pruebas contundentes me remito como la publicación ayer en Tribuna Democrática de una cantidad inmensa de liberacionistas que votaron por su partido pero son contrarios al TLC. Ese documento pueden leerlo en:

http://www.tribunademocratica.com/2006/10/liberacionistaspidenasusdiputa...

Esos dos meses perdidos habrían permitido avanzar y atender muchísimas audiencias y satisfacer a todos quienes deseábamos hacer valer la oferta que llegado el momento podríamos discutir y exponer los puntos de vista e información que en tanto tiempo habíamos venido acumulando, a sabiendas que el TLC no puede cambiarse, se vota sí o se vota no. Pero quien quita un quite, y los diputados atentamente escuchaban argumentos y entraban en razón al darse cuenta que el TLC está pésimamente negociado y que el “dream team” en realidad fue el “nightmare team” para seguir con anglicismos. (Equipo de pesadilla, en español).

Los y las integrantes de Costa Rica Solidaria no seremos escuchados. Nuestros argumentos no existen, la discusión verdadera del TLC no era cierta, el análisis del TLC que hicimos no vale “la peseta de votos de un colón” que obtuvo el Presidente Arias, que contagiado de algún extraño mal, sigue hablando de contar con un mandato claro y una mayoría aplastante: 29 votos porque probablemente ya no tiene los 38 necesarios. El Ejecutivo decide por el Legislativo, sin que el Judicial haya dicho cuantos votos necesita el TLC, ¡vaya independencia de poderes!

Continuando con el relato de la sordera legislativa, el 19 de octubre me enteré que los diputados del PAC interpondrían una moción de revisión a nuestra petición, dejé mi empresa y corrí a las barras de la Comisión. Ahí, sola, sentada en un incómodo y despachador asiento, ansiosa y con esperanza, mientras los demás integrantes de Costa Rica Solidaria se encontraban en sus trabajos, me senté a esperar la resolución de la Comisión y todo lo que tuve fue el duro golpe al escuchar que la votación se mantenía, no nos iban a recibir. Todavía no he comunicado a la afiliación de Costa Rica Solidaria lo sucedido, por eso, desde esta Tribuna lo relato para luego enviarlo a la afiliación.

Como dice el refrán, mal de muchos, consuelo de tontos, ese mismo día la Comisión de Asuntos Internacionales rechazó al igual que nos lo hizo a nosotros, audiencia a la Asociación de Floricultores, a una organización de Agroquímicos Genéricos y hasta al Centro de Amigos para la Paz (creada por los cuáqueros de Monteverde). Antes, igual suerte corrieron otros grupos y distinguidos ciudadanos como el ex vicepresidente de la República y ex Presidente Ejecutivo del INS don Germán Serrano Pinto, que tanto podría aportar en materia de seguros, quien tampoco fue oportunamente consultado por los “negociadores”. La extraña democracia en la que creen los cuatro diputados del PLN, la Libertaria y la Social Cristiana que forman parte de esa Comisión, han cerrado una válvula de escape a la presión social que se acumula por razones muy respetables y justificables de miles de ciudadanos. Estos aprendices de brujo, van a sofocar la democracia, los integrantes de Costa Rica Solidaria luchamos por fortalecerla y seguiremos haciéndolo

Fuimos humillados, rechazados, ignorados y maltratados. No vamos a tomar venganza, vamos a seguir insistiendo en las instancias a nuestro alcance y usando los recursos que la democracia nos ofrece.

También me pregunto, ¿cuánto nos faltará a los ticos para entender que para algunos políticos sólo contamos cuando andan tras nuestros votos? ¿Qué nos hizo creer que con sólo formar parte de un grupo serio de pensamiento, reflexión y acción como Costa Rica Solidaria, sería suficiente para que los diputados escucharan lo que teníamos que decir? ¿Qué les costaba a los diputados atender audiencias en enero en lugar de irse de vacaciones? O bien, ¿qué les habría costado extender un mes más de audiencias y así recibir a simples ticos ansiosos de ejercer su derecho de expresarse?

Hoy comprendo a quienes indiferentemente no votan, yo siempre he ejercido ese derecho y hoy me pregunto ¿derecho de qué y para quién? Primero voto y luego no soy nada, ese no era el juego de la democracia, por lo menos así no lo entendía yo. ¿Somos un pueblo con voto pero sin voz?

Frente a este insulto de los diputados de la Comisión de Asuntos internacionales, que la tarde del 19 de octubre ni siquiera la mirada fueron capaces de sostenerme, mucho menos devolverme el saludo que les hice con la mano, porque sabían que violaban un derecho humano fundamental de la Constitución que juraron respetar como es la libertad de expresarnos, sobre todo en un tema tan delicado.

Confieso que siento frustración y rabia. Malestar y furia. Pienso ¿para qué tanto alboroto por ocupar tan relevantes posiciones? ¿Por qué no honran sus cargos con la responsabilidad y la seriedad con que los eligen?

A los 20 años de edad, recuerdo que al ver a los políticos en lugares públicos me causaban tal malestar y repugnancia que los ignoraba. Mi esposo me enseñó a ser más civilizada y la verdad es que por él, conocí a unos poquísimos políticos que merecieron mi amistad, respeto y cariño, pero son muy pocos.

¿Para qué nos dijeron que un día la oportunidad de opinar sobre el TLC llegaría si de antemano sabían que era una mentira más? Me quedo con la sensación que teníamos mucho que decir, nadie nos escuchó y cuando esos políticos vuelvan con sus cantos de sirena mis sordos oídos se negarán a escucharles, igual que no quisieron escucharnos a nosotros.

Post data. Este artículo será entregado personalmente a cada uno de los diputados de la Comisión de Asuntos Internacionales y será llevado a la Corte Interamericana de Derechos humanos y a todas las instancias al alcance de esta ciudadana que lucha diariamente para que el TLC sea derrotado.

- Flora Fernández , Costa Rica Solidaria
https://www.alainet.org/es/articulo/117748?language=es

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