Construir un vigoroso movimiento social

18/01/2005
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Para el movimiento social y popular y los sectores medios del país, 2004 fue muy malo y a juzgar por las políticas antinacionales que se adelantan, todo parece indicar que el que viene será de más dificultades para el pueblo. La pésima situación que vivimos hoy los dominicanos es el resultado de la implementación de políticas erradas, ejecutadas por los malos gobiernos que hemos tenido. Ellos se han confabulado con el poder extranjero para imponernos un modelo de desarrollo que, como el neoliberal, es totalmente lesivo al interés nacional. En el pantano fondomonetarista El gobierno del Partido de la Liberación Dominicana que encabeza el presidente Leonel Fernández, en vez de guardar distancia con esas malas políticas, les ha dado continuidad. Este gobierno está a punto de firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El mismo, traerá mas penuria a los dominicanos, pues al Fondo, solo le interesa organizar la economía del país de tal forma, que ella le garantice el pago de la odiosa deuda externa en detrimento del desarrollo del país. El FMI exige que se adopten una serie de medidas, antes de que se formalice el acuerdo. Por eso, el presidente convierte en ley la reforma tributaria, que tiene entre otras cosas malas, el que aumenta el ITBIS de un 12 a un 16 por ciento e incrementa la cantidad de artículos de consumo masivo que serán gravados. Como si esto fuera poco, el gobierno pretende cubrir un hoyo fiscal estimado en 15 mil millones de pesos, poniéndole un impuesto selectivo a los combustibles de un 10 por ciento, elevar la comisión cambiaria a un 13 por ciento y reducir a la mínima expresión el subsidio al gas de cocinar y la electricidad, con lo cual se elevaría escandalosamente el precio de estos dos servicios de consumo masivo. A estas alzas se suman las que se han experimentado en los servicios telefónicos, de cable y el transporte público. La reforma tributaria agudizará aún más la pobreza y la miseria en los sectores desposeídos, pues a la inflación despiadada sufrida por el pueblo en los últimos meses de gestión del gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ahora se suma la que provoca esta reforma. Otro aspecto a destacar de la situación denunciada, es que la mayoría de los artículos mantienen el mismo precio que se observaba cuando el dólar se cotizaba a 50 por 1, y los pocos que han bajado no lo han hecho en la proporción que debían de hacerlo ahora que la prima del dólar circunstancialmente se cotiza al 29 por 1. El aumento salarial que se ha producido está muy por debajo del nivel de inflación que arropa al país. Mientras esto acontece se observa un deterioro progresivo de las atenciones de salud en los hospitales de Salud Pública y del Seguro Social, en el suministro de energía eléctrica, y al mismo tiempo que se incrementa de manera sostenida la violencia social que cobra tres víctimas por día, creando un clima de inseguridad ciudadana. Frente a tanta injusticia y desasosiego, el gobierno anuncia con bombos y platillos que hará un aumento salarial de un 30% en dos partidas y que distribuirá entre los pobres una tarjeta por valor de 500 pesos. Evidentemente que esto constituye una burla al pueblo dominicano. Está claro que los primeros 100 días del gobierno de Leonel Fernández el balance de su gestión se puede catalogar de negativo, pues se han empeorado las condiciones de vida de los sectores populares. El país luce paralizado, sin circulante y sin dinamismo económico. Frente a esta situación es oportuno reiterar las propuestas que hemos venido planteando para solucionar la crisis que agobia al país. Lógicamente planteamos como demanda, la variación de la política económica que hasta ahora ha aplicado el gobierno y que se implementen medidas que le permitan identificar recursos para enfrentar la situación de parálisis de la nación. Concretamente planteamos que el gobierno renegocie por dos años el pago de los servicios de la deuda externa. Solo por concepto de esta medida, el gobierno se ahorraría más de 60 mil millones al año; planteamos además la creación un impuesto selectivo a las ganancias del sector financiero, a la gran propiedad, a las ganancias de las grandes empresas y a la importación de artículos de lujos, entre otras medidas. Con los recursos provenientes de estas acciones, entendemos que debe crearse un fondo para estimular la pequeña y mediana producción industrial y agrícola, aumentar en un 100 por ciento el salario y congelar los artículos de primera necesidad. Construir movimiento social Los desafíos del movimiento popular para el 2005 son de gran magnitud. Se reitera la necesidad de seguir construyendo un movimiento social de protesta que tenga como elemento principal el ejercicio de la democracia y la participación de las masas en sus luchas y en las disecciones. Es importante que sigamos debatiendo la necesidad de implementar nuevas formas de organización y nuevos métodos de lucha que ayuden a la construcción de un nuevo y vigoroso movimiento social de protesta que sea capaz de luchar sin desmayo y de plantear propuestas que logren conquistas en beneficio de los distintos sectores sociales. En ese sentido, los foros populares que se vienen realizando de manera exitosa en todo el país, son un mecanismo idóneo para debatir sobre la importancia de estos elementos, sin los cuales, no es posible construir un fuerte movimiento de pobladores. El año 2005 será muy difícil y debemos prepararnos para conducir de manera correcta las luchas que se avecinan. La suerte del país puede cambiar para mejor si los dominicanos y dominicanas de buena voluntad nos esforzamos en que así sea. Desde la fundación de la primera República el 27 de febrero del 1844 hasta nuestros días, nuestro pueblo nunca ha dejado de luchar por construir una nación próspera y feliz como lo quiso Duarte y lo deseamos nosotros. Teniendo ese hermoso ideal como norte nos reiteramos partidarios de que el movimiento de pobladores desarrolle frente al presente gobierno una oposición útil y que esta política implementada en un ambiente de respeto y responsabilidad compartida entre el movimiento de pobladores y las autoridades del gobierno central, permita encontrar soluciones a las demandas mas urgentes de los sectores populares. En todo caso, lo que da la garantía para alcanzar las reivindicaciones económicas y sociales del pueblo, es que se pueda contar, en todo momento, con un fuerte y vigoroso movimiento social que sea capaz de ponerse en pie de lucha por sus derechos fundamentales. Jesús Adón es Coordinador General del Consejo de Unidad Popular (CUP). Ponencia presentada en la V Conferencia Nacional de Organizaciones Sociales y Populares, 5 de diciembre del 2004.
https://www.alainet.org/es/articulo/116841

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