A todos los amigos de Ciudad Juárez por su estupenda anfitrionía, A Jesús Macías y a Manuel del Castillo que representan a sus sectores. Las dos anteriores entregas debieron ser fechadas, como esta, en la tierra de las efemérides por antonomasia de Villa Ciudad Juárez, Chiahuahua.- La enfermedad del presidente cubano, Fidel Castro Ruz ha provocada reacciones encontradas como corresponde a toda gran personalidad de la historia de la humanidad: mientras en la isla caribeña hay tristeza pero al mismo tiempo certeza de alivio, lo enemigos de fuera ya se frotan las manos de negro ante el inminente, según creen, fallecimiento del libertador de Sierra Maestra. El amigo colega Ernesto Vera, decano de los periodistas de la tierra de Martí, califica a esa guerra de la desinformación, terror mediático; José DoSantos, vicepresidente primero de la Unión de Periodistas de Cuba nos describe así el sentir de la gente: en la calle, menos agitada por el éxodo de los veraneantes, el tema es centro de todas las conversaciones, pero sin estridencias ni mucho menos alarma, y Juan Carlos Camaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas envía el deseo de los agremiados por el pronto alivio del Comandante y el compromiso inquebrantable de estar juntos en toda circunstancia. En un estupendo artículo, que Ernesto Vera titula: “Fidel ante la guerra de la mentira”, y que nosotros reproducimos extractado, afirma que “el terror mediático es una forma de guerra mediante las armas de la desinformación, el silencio y la mentira, todas empleadas organizadamente, con el objetivo de mantener el engaño de los pueblos y así poder ejercer dominio a favor de los poderosos. Además, sus inspiradores y ejecutores reclaman el “derecho” a la impunidad sobre la base de una supuesta libertad de prensa adquirida con el dinero, desvirtuando con ello ese principio constitucional alcanzado con el sacrificio y el heroísmo de los integrantes de las sociedades proclamadas como Estados”. Es decir, nos explica, se pretende realizar el crimen de envenenar mentes, ser criminales de guerra mediática sin responsabilidad alguna ante las colectividades agredidas. En la lista de los “agentes del mal”, ninguno ha tratado de ser satanizado como Fidel Castro. Durante casi medio siglo, junto a las más de seiscientas conspiraciones para asesinarlo, se han realizado innumerables campañas difamatorias contra el Comandante en Jefe, sin otro resultado que la elevación de su prestigio internacional, especialmente en los países de la región latinoamericana. DoSantos, en su reseña, nos informa que hay confianza en que Fidel enfrentará con éxito el trance que le llevó a la mesa de operaciones porque, sin ser eterno, su disciplina, voluntad y condiciones naturales le han permitido en otras ocasiones salvar los escollos impuestos por la naturaleza. Muchos comentan el consejo que le han dado, en la distancia: moderar su ritmo de trabajo –que hace casi un misterio saber cuándo y cuánto duerme. “A Fidel no hay quien lo siga”, se dice popularmente, y no sólo porque ha sido y es capaz de ver más allá del horizonte histórico y de perspectivas del momento en que vivimos. También por una vitalidad a prueba de avatares, de tensiones y circunstancias. Por todo ello, la solidaridad es con cuba, como lo apremia Camaño. En su mensaje que nos une, afirma que ante las informaciones recibidas sobre el estado de salud del comandante Fidel Castro Ruz, hacemos llegar a las compañeras y compañeros de la Unión de Periodistas de Cuba, nuestros deseos de pronta recuperación del presidente de la República. Al mismo tiempo, la presidencia de la FELAP, repudia todas y cada una de las manifestaciones hechas por la mafia cubana de Miami y las de todos los que allí y en otros lugares del mundo le hacen el juego. Desde luego, que estamos en el inquebrantable compromiso de estar junto a ustedes en toda circunstancia. - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP. Correo-e: teodoro@libertas.com.mx