Tod@s contra la homofobia
30/05/2005
- Opinión
La apuesta de la igualdad entre todas las personas es uno de
los mayores desafíos de la época. Su construcción atraviesa
todo y a todas/os: involucra cambios macro, en las estructuras
y en las instituciones de la sociedad, tanto como
transformaciones de escala cotidiana, que coloquen prácticas
de diversidad en el día a día, en todas las acciones y en
todos los espacios de existencia humana.
Ese es el principal anhelo del movimiento LGBT (lesbianas,
gays, bisexuales y transgéneros), que impulsa desde hace
tiempo, a nivel mundial y de manera sostenida, una serie de
iniciativas de cambios legales, constitucionales, económicos,
sociales, culturales, indispensables para el reconocimiento de
la ciudadanía plena de todas las personas, especialmente de
aquellas que son discriminadas por motivos de orientación
sexual en todas partes.
De por medio está el objetivo de erradicar la homofobia, que
se caracteriza por un amplio despliegue de ideas y prácticas
de intolerancia, discriminación y hasta odio hacia las
personas de orientaciones sexuales distintas a la
heterosexualidad. Es un mal que se manifiesta tanto en las
estructuras excluyentes de la mayoría de las sociedades, como
en expresiones individuales y privadas, que relegan a las
personas afectadas a ciudadanías restringidas y muchas veces
nulas, que marcan vidas, que causan sufrimiento e infelicidad.
La homofobia está naturalizada –como lo está la
heterosexualidad-, va más allá de mecanismos legales
oprobiosos y prácticas visibles, de flagrantes violaciones de
derechos humanos: impregna el campo de los símbolos y la
cultura en casi todas las latitudes, se filtra, a veces
inconscientemente, hasta en espacios y colectivos portadores
de proyectos de cambio. Por eso la lucha que lleva adelante en
todas partes del mundo el movimiento LGBT reviste especiales
magnitudes, demanda importantes esfuerzos. Sus conquistas han
sido también destacadas: antes de que termine el siglo pasado,
justamente en su última década, Sudáfrica primero y luego
Ecuador, inscribieron la no discriminación por orientación
sexual en sus Constituciones, sentando un precedente clave en
esta materia. En otros países se ha logrado la adopción de
distintas políticas y medidas para erradicar esta forma de
discriminación y proteger a las personas LGBT de injusticias
laborales, sociales, educativas, civiles, etc. En lo que
corre del siglo XXI estos cambios se han acelerado, como lo
muestran los casos de España y Argentina, cuyas legislaciones
han acogido ya la igualdad de las uniones civiles sin
distingos por orientación sexual.
En esta trayectoria de luchas transformadoras, una fecha
significativa es el 28 de junio, día del orgullo y la libre
expresión de la orientación sexual. Es una conmemoración que
gana cada vez más adhesiones de distintos actores y sectores
democráticos, y que se extiende en el mundo expresada en
creativas acciones de visibilidad, en propuestas de igualdad,
de autodeterminación y de justicia. Es cada vez más notoria
una reivindicación de ciudadanía política y la postulación de
iniciativas que incluyen la erradicación de todas las formas
de discriminación y exclusión, tales como el racismo, el
sexismo y, claro está, el cambio del modelo neoliberal que
multiplica todo tipo de relaciones desiguales.
Pero además de la celebración de un día de lucha y de
múltiples iniciativas, organizaciones como el Dialogo Sur-Sur
LGBT vienen planteando la apropiación de esta visión de
diversidad en todos los movimientos sociales, no sólo por las
afinidades entre causas e ideas, sino por el hecho de que
quienes plantean transformaciones sociales están llamados a
hacerlo desde sus propias prácticas y enfoques. En otras
palabras, hay que desarrollar una coherencia integral para que
los planteamientos de justicia e igualdad sean inclusivos.
En el Foro Social Mundial, proceso de innovación y esperanza
del que somos partícipes, estamos impulsando junto con el
movimiento feminista esta propuesta de apropiación cruzada de
luchas y agendas. Creemos que los grandes cambios que estamos
construyendo no serán el resultado de acciones en paralelo o
en simple sumatoria, sino de un ejercicio de verdadera
diversidad y pluralidad, haciendo nuestras las luchas de todos
los sectores que creemos que 'otro mundo es posible'. Por eso
este 28 de junio convocamos para que todas y todos digamos no
a la homofobia, para que juntos afirmemos que 'en un mundo
diverso, la igualdad es lo primero!
https://www.alainet.org/es/articulo/116246
Del mismo autor
- Tod@s contra la homofobia 30/05/2005
- Un mundo diverso con diversidad sexual 29/04/2002