El director periodístico de la Revista Question Latinoamérica afirmó que "Esta es la primera vez que, al empezar a formarse un mercado interno ampliado, nuestros países pueden permitirse la concreción de un proyecto productivo a mediano plazo. Estamos en un momento histórico, saltando por sobre nuestras debilidades". El periodista argentino, Premio Arturo Jauretche a la Labor en Medios Gráficos, habló sobre la comunicación continental y el esfuerzo de los grandes medios privados por ocultar los avances populares. -A primera vista ¿Qué evaluación puede hacerse de la reunión de presidentes en Córdoba? --Cuando observaba el interés público en la reunión, el protagonismo alcanzado por Fidel, Chávez, Morales y Kirchner, pensaba "cuántas horas de mentiras tendrán que utilizar los grandes medios para revertir este impacto". Estamos ante una fase superior, concreta, de la reunión continental realizada en Mar del Plata el año pasado. Como si aquella manifestación de unidad hubiera derivado, acuerdos prácticos mediante, en esta manifestación de poder. -¿Cómo se manifiesta este avance? --Hay una tríada básica en discusión, que puede dejar estructuras hacia el futuro que sin duda mejorarán la vida de nuestros pueblos y potenciarán nuestras naciones. Petrosur, Telesur y Banco del Sur. La energía, la comunicación y las finanzas. Las coincidencias alcanzadas en esa dirección son decisivas para abrir el siglo XXI, para poder decir que hemos ingresado en una nueva América Latina. En ese marco es relevante y nada casual con las temáticas centrales, la incorporación de Venezuela, la presencia de Bolivia, el pedido mexicano de integración. Quiero resaltar también el discurso de Lula, quien mostró tolerancia pese a ciertas diferencias. Pero especialmente, el acercamiento latinoamericano a Cuba, una victoria de quienes sostuvieron esa isla durante décadas como faro de dignidad regional. La desobediencia concreta a las órdenes de Washington en ese sentido ha dado cuenta de algo que hemos sostenido largos años: la unidad sudamericana y latinoamericana resultan en sí mismas acciones que implican poder. Es a partir de ellas que podemos prefigurar un lugar en el mundo adecuado al potencial geoeconómico de nuestro territorio. -¿Qué discursos te llamaron la atención? --Es indudable que Hugo Chávez viene hablando, progresivamente, como líder integrador. Está sereno... como quien sabe que tiene con qué sostener las posiciones firmes que su discurso plantea y su gobierno desarrolla. Tiene claros sus objetivos para los años venideros y percibe que su apuesta es a todo o nada: sin unidad, no hay naciones en esta parte del mundo. Fidel trajo su ejemplo y puede decir sin equívocos que la salud y la educación, que en su país se profundizaron en medio de un bloqueo terrible y de situaciones internacionales complejas como el derrumbe soviético, pueden ser bandera de una región que ponga sus esfuerzos para paliar necesidades básicas. Su mirada comprensiva del rumbo planetario se complementa con una pequeña gran revancha: sugiere aquí estoy y después de tanto tiempo y tanta tempestad no han podido con la Revolución. La mesura de Evo Morales, la combinación entre los grandes objetivos y las limitaciones presentes es, también, creo, una enseñanza. Hay un "tempo" diferenciado entre su decir y el de los demás que no implica cruces sino complementación cultural un asunto que habrá que tomar muy en cuenta...da la sensación que Morales quiso transmitir que la enorme alegría que embarga a muchos latinoamericanos no debe ocultar las dificultades por las que tendremos que transitar. Y a mi se me ocurre muy valorable el conjunto de los gestos políticos de Kirchner... no sólo en esta reunión sino en los meses precedentes. Todos sabemos que si la Argentina no apoya este proceso, el camino puede bifurcarse de modo peligroso, y hay que decir que el presidente argentino se comportó como un gran latinoamericanista, cosa que no siempre hemos podido decir de los jefes de Estado en este país. -Algunos grandes medios insistieron en destacar problemas menores que cada presidente tiene en su país. --Los grandes medios son grandes empresas. Han demostrado que ahora que se les presenta la posibilidad de participar de una potencia sureña, rentable y dinámica, le dan la espalda y siguen reivindicando rastreramente el modelo neoliberal rentístico e improductivo. El problema de esa parte del empresariado en América Latina es su profunda vocación por la acumulación sin inversión, y su militancia, podríamos decir, contra el desarrollo de esta región. Felizmente se van construyendo nuevas opciones. -¿Por ejemplo? --Esta es la primera vez que, al empezar a formarse un mercado interno ampliado, nuestros países pueden permitirse la concreción de un proyecto productivo a mediano plazo. Estamos en un momento histórico, saltando por sobre nuestras debilidades porque la sumatoria de los elementos que confluyen en este proceso es superior a la medición vulgar. Y esto tiene un correlato cultural, informativo...está claro que si en medio del camino hacia la Segunda Independencia, los medios tradicionales le dan relevancia a una tonta denuncia formulada por una sub publicación como "Fortune", por ejemplo, estamos ante una mezquindad de miras extraordinaria. Es como si en medio del cruce de los Andes alguien hubiera dicho "antes de seguir adelante nos tienen que explicar de dónde sacaron la tela para las banderas" o algo así. Una estupidez que perjudica la credibilidad de una gran cantidad de medios, y, en todo caso, hace que quienes los consuman merezcan hacerlo. Esto lo digo asumiendo el costo de mi afirmación, yo sé que hay muchos periodistas que se confunden y asumen los intereses empresariales como si fueran los propios y editorializan como si fueran los dueños de las corporaciones, a uno profesionalmente le da bronca pero también pena verlos arremeter con el micrófono creyéndose paladines de la libertad de prensa, para atacar lo mejor que nos ha pasado en décadas a los latinoamericanos. Te decía que nacen nuevas opciones. El intento de forjar medios continentales, como Telesur en el ámbito televisivo, ya muy superior, francamente a la CNN que no puede sacar una cámara a la calle porque en cada manifestación colectiva se cuestiona a los Estados Unidos y allí la censura es impiadosa, y tantos emprendimientos radiales, gráficos, de Internet, audiovisuales, que transgreden las fronteras locales. Es una batalla muy dura pero estamos empeñados en darla a fondo para dejar las herramientas que las nuevas generaciones necesiten para combatir las zonceras culturales como decía Arturo Jauretche, y para bregar por los intereses regionales y populares. -Se puso en cuestión el lugar de los países pequeños en el MERCOSUR. -Bueno, acá cada uno dijo lo suyo del modo que creyó conveniente. Yo creo que hay que dialogar con Uruguay, dialogar mucho, extremar las relaciones históricas entre los pueblos argentino y oriental, estos escarceos no tienen que derrumbar una historia en común. No veo clara voluntad integradora en Chile y en Paraguay, el gobierno paraguayo necesita reafirmar su soberanía frente a las pretensiones norteamericanas, creo que ahí hay un conflicto delicado. Y es probable que los grandes de la región tengan que hacer un esfuerzo singular para consolidar la relación con las economías más reducidas. De todos modos, no quiero tratar el tema con ingenuidad: esta cumbre fue importante porque resultó una manifestación de poder del Sur Americano. Ese era un paso ineludible para atraer el interés de quienes están vacilando, porque los conceptos no siempre convencen en el corto plazo, pero la afirmación de una vocación basada en intereses concretos, sí. -Hay otro tipo de reclamos, de origen social. --Eso es definitivo hacia el futuro...ahí Morales recordó que todo lo que se está haciendo tiene el sentido de mejorar la vida de nuestros pueblos. Sin ese dato, digamos, todo se desvanece. Efectivamente, habrá que trabajar mucho y muy imaginativamente para que este mercado interno ampliado en ciernes tenga proporciones equitativas y eleve el nivel de vida social, lo cual redundará en mayores logros inversores y productivos. La presencia de Fidel, y ese tono de discurso a futuro, superador del capitalismo, en el que insiste Chávez, se me ocurren factores muy valiosos en esta dirección, como si después de muchos años un sector importante de América Latina se estuviera permitiendo.soñar.pero soñar en concreto, despiertos, con un sistema diferente en el que se desarticule el control de los poderes concentrados. Esto puede sonar paradojal para algunos, pero es así. - ¿Porqué paradojal? --Porque parece mentira pero se acusa continuamente a Fidel, a Chávez y a tantos otros, por concentrar poder. ¡y justamente los acusan los voceros de un grupo de megaempresas que concentran el poder a nivel mundial! ¡Ellos definen, según sus necesidades, la invasión a Irak, el bloqueo a Cuba, el crimen contra el pueblo palestino, y tienen la desverguenza de andar diciendo que los gobiernos populares latinoamericanos no son democráticos! - Sandra Giménez (Prensa Comunal)