Histórica audiencia otorgada por la CIDH
20/07/2006
- Opinión
Durante la semana del 17 al 21 de julio de 2006, se celebró en Guatemala el 125 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH-, durante el cual se revisó la situación de derechos humanos en Guatemala, sostuvieron reuniones con activistas sociales de todas las ramas, quienes recalcaron sobre la situación de la mujer, niñez, pueblos indígenas y la violencia de que estos grupos sociales han sufrido a lo largo de muchas décadas, pero particularmente en estos momentos.
Un grupo de nueve organizaciones centroamericanas (GAM, FESPAD, CONDEFAM, CIPRODEH, CODEH, CENIDH, ILCO, CONADEHUPA y la FLM), tomaron la decisión de solicitar una audiencia sobre un tema inédito para la CIDH, un tema que nunca antes había sido incluido dentro de la agenda. Se trata de un derecho económico, social y cultural que corre peligro de ser vulnerado y que podría provocar violación a derechos civiles y políticos, todos ellos derechos humanos. Se trata del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y cada uno de los países centroamericanos y de la República Dominicana DR-CAFTA por sus siglas en inglés.
Es probable que la CIDH haya considerado que las organizaciones de cada uno de los países centroamericanos, no tuvieran la capacidad de expresar en pocos minutos cuales son los derechos que serán violados en cuanto el DR-CAFTA empiece a ser aplicado, sin embargo de manera magistral se explico en tan solo 25 minutos cual es la situación actual y cuales son los efectos que el DR-CAFTA provocará en las economías nacionales, pero también en el desarrollo humano.
La exposición consistió en señalar los derechos que corren peligro, así como el articulado legal que está siendo violentado por los gobiernos de los países que suscribieron en DR-CAFTA con Estados Unidos. No repararemos en el presente artículo sobre los artículos legales, sin embargo vale la pena señalar algunos de los derechos que están siendo violentados y que seguramente fracturarán aún más a la frágil sociedad centroamericana:
• Se cierran las posibilidades a erradicar la pobreza.
• Se obstaculiza el derecho que tienen las comunidades rurales para su desarrollo y se promueve el centralismo, que hasta la fecha constituye uno de los obstáculos para el desarrollo integral y sostenido.
• Se pone en peligro el derecho a la alimentación.
• Se vulnera el derecho a la vida.
• Se disminuye la libertad de asociación.
• Derechos como el de los pueblos indígenas, las mujeres o la niñez quedan reducidos de tal forma, que difícilmente se puede garantizar su protección.
Difícilmente estos artículos serán violados en la población estadounidense, debido a que el tratado DR-CAFTA en la potencia del norte tiene jerarquía secundaria, cuando se le compara con leyes federales o de protección a los productores de ese país, en tanto que en Centro América y en la Dominicana, el mismo tratado tiene carácter constitucional, lo que hace que los países pequeños tengan que cumplirlo al cien por ciento de manera obligatoria. Las leyes de Estados Unidos, establecen la prioridad para las instituciones públicas, que al momento de licitar le den prioridad a las empresas y productores nacionales, en tanto que en los países pobres, esa licitación beneficia por igual a las empresas nacionales que a las extranjeras. Es mucho mas fácil para una transnacional ganar una licitación y luego de ganada, contratar a empresas nacionales para que realicen las labores, solo que a un precio menor. Las empresas centroamericanas y dominicanas, entonces tendrán imposibilidad para penetrar con sus productos en las empresas públicas estadounidenses, en tanto que las empresas de este país, podrán sin ninguna dificultad hacerlo en los países pequeños.
Incluso en las negociaciones se registraron importantes asimetrías, en tanto que para Estados Unidos el DR-CAFTA se enmarca en el Trade Promotional Autorithy Act, que no es mas que el fast track, una ley que establece los lineamientos que debe seguir cualquier negociación de esta naturaleza; sin embargo para los países de Centro América y la República Dominicana que carece de un instrumento similar, las negociaciones se realizaron de manera descoordinada y los organismos ejecutivos gozaron de libertad para establecer cualquier compromiso, aunque este fuera lesivo.
La disparidad entre los países centroamericanos, la Dominicana y Estados Unidos nos indica las dificultades que los países que han sido parte del traspatio de la potencia del norte tendrán en el momento en que se inicie el DR-CAFTA. Es importante conocer algunas de esas asimetrías:
El territorio centroamericano y dominicano es equivalente a 4.5% del de Estados Unidos
La población centroamericana y dominicana equivale a un 11.7% de la de los Estados Unidos.
El Producto Interno Bruto combinado de los siete países centroamericanos y la Dominicana es solo un 0.5% del de los Estados Unidos.
El Ingreso per cápita en el año 2000, fue en Centro América y la dominicana de USD1.822 mientras que el de Estados Unidos de USD 34.627
El 36% de la Fuerza de trabajo en Centro América y la dominicana esta ocupada en actividades agrícolas comparado con 2% en los Estados Unidos.
El Peso agrícola del PIB en centroamericano y dominicano es del 17% comparado con 2% en los Estados Unidos.
Los Estados Unidos representan alrededor del 50% al 80% de las exportaciones e importaciones para Centro América y la Dominicana, en contraste, la región representa tan solo el 1% del mercado norteamericano.
Mientras los Estados Unidos ocupan el primer lugar en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial, Costa Rica (el más alto de Centroamérica) ocupa el lugar 43.
En el Índice de Desarrollo Humano, los Estados Unidos ocupan el sexto lugar mientras Costa Rica (el más alto de Centroamérica) ocupa el 47.
En Costa Rica el PIB per-cápita alcanza un valor de USD 3.940, mientras que el de Nicaragua (el más bajo) es de US $473. En el índice de desarrollo humano los países centroamericanos y la Dominicana están en su mayoría por debajo de la posición 100.
Estas diferencias, provocarán que la relación entre el grande y el chico, sea como el ejemplo que ponía una campesina salvadoreña, sobre que el DR-CAFTA es como un tigre hambriento que llega hasta donde hay 5 burritos amarrados. Todos sabemos que sucederá, pues lo mismo ocurrirá en el momento en que se empiece a aplicar este tratado.
Por ahora lleva unos pocos meses siendo aplicado en Nicaragua y El Salvador, en el caso guatemalteco empezó el 1 de julio; todavía no se sienten los efectos, todavía no se violan todos los derechos humanos, pero cuando esto empiece a ocurrir, cuando las empresas transnacionales se traguen o destruyan a las nacionales y la población empiece a sufrir desempleo, entonces estaremos hablando de estancamiento en las economías nacionales, pero también de violaciones a los derechos humanos.
En el momento en que se empiecen a violar los derechos humanos, las nueve organizaciones centroamericanas que informaron a la CIDH, contarán con elementos para iniciar los procesos judiciales contra cada uno de los Estados, pero también se buscará dejar sin efecto el DR-CAFTA.
El problema de ver estos tratados solo desde la óptica del intercambio de mercancías, es que nos olvidamos de los ciudadanos. Pero estos ciudadanos tendrán que buscar su sustento de una u otra forma, es ahí donde todos nos veremos afectados.
Con la crisis económica que ya afecta a millones de ciudadanos en Centro América y de la República Dominicana, los más pobres han salido a las calles a protestar unos, en tanto que otros han optado por la delincuencia. Estos últimos tienen control sobre barrios marginales, pero no descartamos que en el futuro mediato, estos grupos amplíen sus fronteras y abarquen también las colonias y barrios de aquellos que ni siquiera se dan cuenta de la miseria que se vive en estos países.
Es probable que nos conduzcamos hacia un Estado que sea ingobernable, un Estado que no pueda manejarse por carecer de todo recurso indispensable para poder brindarle a sus ciudadanos los insumos básicos para su sobrevivencia. Cuando esto suceda, cuando el Estado haya colapsado, corremos el riesgo de ser un nuevo Estado fallido.
Todavía es posible hacer algo para detener la ambición de las transnacionales, hay que fortalecer la soberanía, se debe garantizar la aplicación de la ley nacional y debe protegerse al ciudadano.
Guatemala 21 de Julio de 2006
GAM
Grupo de Apoyo Mutuo
8a Calle 3-11 Zona 1
Ciudad de Guatemala
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8a Calle 3-11 Zona 1
Ciudad de Guatemala
https://www.alainet.org/es/articulo/116177?language=es
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