Otra vez el accionar genocida de Israel:

La matanza que se esconde detrás de una palabra

13/07/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Las tropas israelíes toman prisioneros. Los palestinos y quienes luchan contra el fascismo entronizado en Te Aviv cometen secuestros. ¿La hipocresía del discurso o el discurso de la hipocresía? Otra vez, y como siempre con la complicidad estratégica de Estados Unidos, Israel se lanzó en ataques despiadados contra palestinos y libaneses. No distingue entre objetivos civiles y militares y todo en nombre de una falacia del lenguaje que no es consecuencia del error ni de la ignorancia, sino de la necesidad de apelar a la cacareada teoría de la lucha “contra el terrorismo internacional”. En eso Tel Aviv es tan idéntica a Washington, su soporte y mandante, que ambas provocan el mismo espanto. Ello explica que, una vez más, Estados Unidos bloquee en Naciones Unidas (ONU) toda iniciativa diplomática que tienda a ponerle freno a la agresión israelí. Washington vetó este jueves una resolución respaldada por los países árabes exigiendo que Israel detenga su ofensiva militar en la Franja de Gaza, el primer veto en el Consejo de Seguridad en casi dos años. La resolución, patrocinada por Katar, acusó a Israel de "usar una fuerza desproporcionada" que puso en peligro la vida de los civiles palestinos y exigió que el estado judío retirara sus fuerzas de Gaza. Estados Unidos votó contra la resolución. Diez de las 15 naciones que integran el Consejo de Seguridad votaron a favor y cuatro de abstuvieron. ¿Cuál es la supuesta falacia semántica? Cuando efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad israelíes capturan a militantes de la resistencia contra la ocupación y la violencia ilegal, dicen que se trata de prisioneros, que, dicho sea de paso son más de 10.000 los que sobreviven en mazmorras y prisiones. En cambio, cuando los que toman prisioneros son los resistentes, entonces Israel habla de secuestrados. Algo parecido sucede en el terreno de las expresiones técnico militares. Los israelíes son soldados, oficiales y generales. Los palestinos y otros luchadores contra el fascismo entronizado en Te Aviv son “terroristas”. Por supuesto que esa “confusión” es estrictamente funcional a la aplicación de la llamada teoría de la guerra contra “el terrorismo internacional”, verdadera bisagra de la estrategia global de Estados Unidos, que en Medio Oriente cuenta con su avanzadilla en las filas de las fuerzas armadas israelíes, subsidiada con los miles de millones de dólares que todos los años aprueba el Congreso y libera la secretaría del Tesoro, en Washington. Visto ese escenario desde América Latina, provoca justificada alarma la asociación semántica en la que incurren algunos legisladores estadounidenses. “Apenas una tenue línea separa a Venezuela de ser considerado como Estado promotor" del terrorismo, dijo este jueves el congresista Ed Royce, presidente del subcomité de la Cámara de Representantes sobre “terrorismo internacional”. En mayo pasado, el Departamento de Estado sostuvo que Venezuela "no coopera totalmente con la campaña contra el terrorismo”. ¿Será acaso que Estados Unidos esta preparando “el terreno de las palabras” para proceder en Sudamérica como lo hace en Medio Oriente, en asociación con Israel? Parece un escenario lejano; es de esperar que lo sea. Otra pregunta. ¿Qué esconde Israel detrás de su rompecabezas semántico? “La captura de tres de sus soldados y la feroz respuesta de sus fuerzas armadas permite al estado judío plantearse un objetivo estratégico más amplio: neutralizar a Hamas en Gaza y a Jezbolá en el Líbano”. No se trata de una afirmación hecha por dirigentes palestinos sino que es la conclusión a la cual arribó la redacción de la agencia estadounidense AP, que nadie la puede sospechar de contraria a los intereses de Estados Unidos y de Israel. “Las sangrientas incursiones israelíes en ambos territorios luego de osadas acciones de guerrilleros musulmanes a través de la frontera aumentan las tensiones y generan nuevas incertidumbres en el Medio Oriente, donde ya de por sí reinaba un ambiente caldeado debido a la ocupación de Irak y a las ambiciones nucleares de Irán”, añadió en un cable de este jueves la misma agencia de noticias. La situación cobró una nueva dimensión el jueves al saberse que un cohete lanzado por la resistencia del Jezbolá había caído en Haifa. Las represalias de Israel tras la captura de un soldado en Gaza y de dos en el Líbano incluyen los ataques aéreos más intensos en un cuarto de siglo contra blancos libaneses y dos semanas de bombardeos a la Franja de Gaza, que ya generaron más de 60 muertes. El partido en el gobierno palestino, Hamas, y Jezbolá, organización política que cuenta con dos ministros en el del Líbano, exigen un canje de prisioneros: los tres soldados israelíes por tres libaneses y algunos de los 10.000 palestinos presos en Israel. Este país responde con bombas contra la población civil. Israel está utilizando la actual crisis para asestar un golpe severo a Hamas, Jezbolá, Siria e Irán, en consonancia con los objetivos trazados por Estados Unidos en la región. El presidente palestino Mahmoud Abbas dijo el jueves que las incursiones en territorio libanés "aumentan nuestros temores de una nueva guerra en área". Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/116016
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS