Crónica de “Enlazando alternativas” frente a la Cumbre UE-ALC

Enlazando alternativas: de encuentros y desencuentros

11/05/2006
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Los 60 protagonistas de la obra coral del año se preparan, entre sonrisas cómplices, para representar la escena final. De pronto, una espontánea sale de entre el público vestida tan sólo con un minúsculo bikini y una reivindicación: “Basta de papeleras contaminantes”. La puesta en escena cambia de tono y a las sonrisas se suma ahora alguna que otra mirada libidinosa y algún gesto de condescendencia. Es la foto del día. La imagen en cuestión ha dado la vuelta al mundo, no sabemos bien si por la pertinencia de la protesta o por el cuerpo que la acompañaba; pero lo cierto es que la acción de la organización ecologista Greenpeace durante la preparación para la foto de familia en la “IV Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la UE, América Latina y el Caribe” será una de las pocas cosas que recuerde el común de los mortales acerca de este evento. Y poco más recordará probablemente la también común clase política co-protagonista de la escena, que volvió a casa con las manos casi vacías y sin un ápice de vergüenza por haberse tomado a la ligera públicamente una reivindicación que, junto a otras muchas, le está provocando en realidad algún que otro desvelo [1]. El pasado mes de mayo, Viena, capital de la presidencia de turno de la UE, se convirtió en escenario de la cuarta edición de esta categoría de Cumbres. Entre el 10 y el 13 de mayo, jefes de Estado y de Gobierno de 60 países de la Unión Europea, América Latina y el Caribe acudieron a la convocatoria alentados por las ansias del “fortalecimiento de la asociación estratégica birregional”, proclamada en julio de 1999 en Río de Janeiro [2]. Paralelamente, alrededor de 300 representantes de las principales empresas de las mismas regiones celebraban un foro en la capital austriaca para consolidar sus relaciones comerciales y encontrar nuevas oportunidades de negocio. Sobra puntualizar la intimísima relación existente entre uno y otro evento [3]. Frente a estos actos casi teatrales y monocromáticos (con ciertas excepciones encarnadas por los gobiernos latinoamericanos más progresistas, de ahí se deriva en parte la falta de acuerdos), la realidad más polifónica. Cientos de personas pertenecientes a otras tantas organizaciones y movimientos sociales de las mismas regiones se daban cita simultáneamente con el ánimo de articular alternativas a la globalización neoliberal a uno y otro lado del Atlántico. Indígenas mapuche, guaraníes y huaorani; campesinas y campesinos de Bolivia; sindicalistas de Argentina y El Salvador; defensoras/es de derechos humanos de Colombia; trabajadoras/es sin tierra de Brasil; artistas, intelectuales, ecologistas y estudiantes de distintos países de la UE... mujeres y hombres de ambos continentes viajaron a Viena para manifestar su “oposición y rechazo a las políticas neoliberales de libre comercio que gobiernos de ambas regiones implementan en nuestros países y que proponen como marco de un nuevo Acuerdo de Asociación” [4]. Este encuentro social, denominado “Enlazando Alternativas 2” [5], representó una oportunidad única para el conocimiento mutuo y la puesta en común de historias de vida, denuncias, reivindicaciones y propuestas alternativas al modelo económico, político, social y cultural propugnado e impulsado por los de arriba. Durante 4 días se desarrollaron seminarios, talleres y foros sobre las temáticas más variadas. La otra Cumbre de Viena (la “verdadera Cumbre”, según concluimos los participantes) fue una muestra de la diversidad de voces que componen los movimientos sociales hoy y la constatación para los del lado europeo de la fortaleza y dinamismo que caracterizan a los de ultramar. Es cuanto menos curioso cómo, partiendo de enfoques opuestos y absolutamente irreconciliables, las valoraciones hechas públicas tras uno y otro encuentro acabaron confluyendo en algunos puntos. La declaración final de la Cumbre UE-ALC, pura retórica, es una nueva muestra de que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones; resulta indignante comprobar, una vez más, que el discurso y la praxis en el ámbito de la política oficial van por caminos distintos, cuando no opuestos. En el documento se reafirma que “la democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar su propio sistema político, económico, social y cultural...”, de ahí “la necesidad de respetar debidamente la soberanía, la integridad territorial y el derecho a la libre determinación” y “reconocer el derecho soberano de los países a gestionar y regular sus recursos naturales” [6]. Sabemos ya que el Poder, tenga la tonalidad que tenga, tiene sobrada experiencia en vaciar de contenido la Palabra... Hasta ahora, las corrientes de pensamiento críticas con el neoliberalismo fijaban la diana de sus ataques en el modelo estadounidense y casi nunca en el europeo, siguiendo la conocida tesis del periodista Robert Kaplan, quien sostenía que los EE UU son de Marte y Europa de Venus... Teniendo en cuenta que la UE es el primer inversor extranjero en América Latina y, sin que esta visión suponga una deslegitimación de aquellas posturas, podemos afirmar que su papel en el manejo de la globalización neoliberal es tan crucial hoy como el estadounidense. En opinión de Susan George, participante en la Cumbre alternativa: “en materia comercial, la Europa oficial es la entidad más neoliberal del mundo” [7]. Y esta entidad, ¿habla de democracia? ¿Soberanía e integridad territorial? El cinismo en este punto es absoluto, habida cuenta (por poner sólo un ejemplo) de la persecución política, económica y mediática que están sufriendo gobiernos y pueblos como el boliviano cuando se atreven a promover políticas correctoras de las enormes desigualdades sociales existentes. Unas desigualdades derivadas, como dice Galeano, de una división internacional del trabajo que consiste en que a unos países se les especialice en ganar y a otros en perder. Al mismo tiempo, la misma entidad se congratula de la nueva victoria del que constituye la principal amenaza a la democracia y al respeto a los derechos humanos en la región, el señor Álvaro Uribe Vélez. Tras dos décadas sufriendo las políticas neoliberales, 10 años de NAFTA y 6 de Acuerdo de Asociación con la UE, América Latina sigue siendo la región del mundo con el mayor nivel de desigualdades. Del otro lado, en Europa, políticas como las promovidas por la directiva Bolkestein, “que impulsa la liberalización de los servicios, la presión a la baja de los estándares laborales, la crisis del estado social, la amenaza a sus agricultores, a la soberanía alimentaria, y la generación de un clima hostil en el que proliferan la desintegración social, la xenofobia, la violencia de género, la violencia urbana y otros síntomas...” pretenden conducir a los pueblos europeos por la misma senda. En sus negociaciones con los gobiernos latinoamericanos, la agenda de la UE está más que clara desde los años 90, sus esfuerzos en la región se dirigen únicamente a la liberalización total del comercio y las finanzas en pro de la ampliación de su propio mercado, lo que ha conducido al desmantelamiento de los sectores públicos de servicios y ha colocado a América Latina en una situación crónica de pobreza y exclusión social. Tanto los acuerdos bilaterales y birregionales existentes como los que han sido objeto de debate en la Cumbre oficial, están dirigidos a promover modelos que agudizan el desempleo y la precariedad laboral y a transformar en mercancías los servicios públicos, la salud, la educación y la cultura. En este panorama definido por el neoliberalismo más descarnado, el papel estrella lo representan las empresas transnacionales europeas, que, “lejos de ser un factor de desarrollo y paz social, han dado lugar a conflictos masivos especialmente entre usuarias(os) de servicios públicos poniendo en riesgo el acceso a servicios básicos, han estimulado el saqueo y la extracción indiscriminada de recursos naturales, generando una degradación del medio ambiente”. Por desgracia, seguimos asistiendo hoy a la aplicación de estándares distintos en la práctica y en el discurso del gigante europeo según se trate de asuntos domésticos o foráneos. La UE se cuida, todavía, de permitir a sus empresas alcanzar “en casa” el grado de barbarie al que llegan en otros lugares. Y este grado de barbarie fue demostrado con rigurosidad y contundencia en la Cumbre alternativa, cuyo punto fuerte fue la “Sesión sobre Políticas Neoliberales y Transnacionales Europeas en América Latina y el Caribe” del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP). A requerimiento de las organizaciones y movimientos sociales participantes en “Enlazando alternativas”, el TPP acogió una investigación centrada en el rol crecientemente dominante de las ETN europeas en áreas estratégicas como el sector servicios, las infraestructuras, los hidrocarburos, el agua, las finanzas y las telecomunicaciones, en relación “a la soberanía política, la política de desarrollo, la autonomía económica y la democratización en América Latina.” Esta edición del TPP se desarrolló en tres sesiones celebradas entre los días 10 y 12 de mayo. Se presentaron 30 casos que cubrieron varias áreas de actividad de las ETN y su impacto sobre: los recursos naturales, los derechos de las/os trabajadoras/es, los servicios públicos, el rol del capital financiero, la cadena agroalimentaria y la diversidad agrícola y la industria del gas y del petróleo [8]. Teniendo en cuenta que el 63% de la Inversión Extranjera Directa (IED) española se concentra en América Latina y que algunas de las mayores empresas con matriz en el Estado español son líderes sectoriales en los mercados latinoamericanos, no es de extrañar que éstas ocupasen un lugar central en las sesiones. Repsol YPF, Telefónica, Unión Fenosa, Endesa, Aguas de Barcelona, BBVA y Sol Meliá fueron algunas de las empresas acusadas de graves impactos ambientales y sociales así como de multitud de violaciones de los Derechos Humanos. Tras conocer el veredicto del jurado [9], en el que se recogen y denuncian las principales amenazas que enfrentan los pueblos de Europa y América Latina de manos de las ETN europeas (al amparo de sus gobiernos, las IFI, las agencias oficiales de crédito y las agencias nacionales de cooperación) se hizo pública también la declaración final de “Enlazando alternativas 2”. En ella las organizaciones y movimientos sociales manifiestan su compromiso con el fortalecimiento de “la unidad y confluencia birregional de los movimientos sociales de ambos continentes para alcanzar otro mundo posible, justo, equitativo, antipatriarcal y en paz con el planeta”. Tras cuatro intensos días, los protagonistas de la obra coral del año volvieron a casa con las manos casi vacías y un agujero en el bolsillo esperando la próxima cita, Perú 2008. Los “otros”, los de abajo, los que hoy enfrentamos la criminalización de nuestras luchas, lo hicimos con la absoluta tranquilidad de que esta telaraña ya no la podrán quebrar. ¿Perú 2008? Allí estaremos. - Aloia Álvarez Feáns Observatorio de Multinacionales en América Latina http://www.omal.info/www/article.php3?id_article=237 Notas: [1] Nos referimos al conflicto generado por la implantación de dos plantas de celulosa pertenecientes a sendas empresas europeas (Botnia, de Finlandia, y ENCE, de España) en la frontera entre Uruguay y Argentina. Para saber más acerca del “conflicto de las papeleras” ver: “El túnel verde”, un excelente informe elaborado por el ODG (Observatorio de la Deuda en la Globalización). [2] En la primera Cumbre celebrada en la ciudad brasileña “se establecieron diferentes prioridades con el objetivo de una acción coordinada en asuntos de interés político, social y económico”. Luego vinieron Madrid, en 2002, y México, en 2004. [3] De hecho, el foro empresarial remitió sus conclusiones y recomendaciones a la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno nada más clausurarse el evento... [4] Declaración Final del Encuentro “Enlazando Alternativas”. [5] La red “Enlazando alternativas” está coordinada en Europa por el Transnational Institute y en Latinoamérica por la Alianza Social Continental. La primera edición de “Enlazando alternativas” se desarrolló en Guadalajara, México, en mayo de 2004, en paralelo a la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, América Latina y el Caribe. [6] “Declaración de Viena: Fortaleciendo la asociación estratégica birregional”, Viena, 12 de mayo de 2006. [7] Susan George participó como miembro del jurado en la sesión sobre multinacionales europeas del Tribunal Permanente de los Pueblos, en el marco de “Enlazando alternativas”. [8] Ver los casos en TNI [9] Acusación del jurado del TPP.
https://www.alainet.org/es/articulo/115474
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