Más de cien mil personas han salido a la calle este sábado, 6 de mayo, en la manifestación final del Foro Social Europeo (FSE) en Atenas. Un gran abanico de organizaciones, mayoritariamente griegas, desfilaron por el centro de la ciudad para expresar su rechazo a las políticas neoliberales, a la guerra y al racismo. Eslóganes como "Las personas antes que los beneficios" y "Otra Europa es posible" han sido algunos de los lemas más coreados. La manifestación ha transcurrido por delante de edificios tan simbólicos como la embajada de Estados Unidos, donde se han oído gritos contra Bush y exigiendo el fin de la ocupación en Irak. Un ambiente festivo y reivindicativo a pesar de los gases lacrimógenos que llevaba el viento. Un grupo de unos 500 anarquistas griegos vestidos estrictamente de negro y con la cara encubierta adelantó la manifestación del FSE y se abrieron paso atacando los símbolos del capital y el Estado como la Comisaría Central de Atenas, el hotel Hilton... Las acciones no estuvieron exentas de duros enfrentamientos con la policía que se saldaron con un total de quince personas detenidas. En la mañana del sábado tuvo lugar la Asamblea de Mujeres con más de 300 participantes. Una asamblea que dio lugar al encuentro entre mujeres del oeste de Europa (veteranas en los FSE) y sus compañeras del este, de países como Macedonia, Serbia y Montenegro, Albania..., que por primera vez participaban en el evento. La asamblea permitió poner en común las conclusiones de los ocho seminarios realizados, en el marco del FSE, desde una perspectiva feminista. De aquí salieron propuestas unitarias de movilización como el llamado a una jornada internacional contra las violencias ejercidas a las mujeres, a realizarse el 25 de noviembre, a propuesta de la Marcha Mundial de Mujeres. Otro tema importante fue la denuncia de la profundización de las políticas neoliberales en Europa y como éstas afectan a las mujeres, así como la cuestión de la precariedad. Por su parte, las mujeres jóvenes propusieron lanzar una campana común en motivo de la celebración de la Copa del Mundo de Fútbol en Alemania, en junio del 2006, donde se prevé la llegada al país de unas 40.000 prostitutas que serán ubicadas en macro prostíbulos adyacentes a loes estadios de fútbol.