Tráfico de niños: "La Conexión Noruega"
13/03/2006
- Opinión
La adopción internacional, que luego de las dos guerras
mundiales, la de Corea y de Vietnam cumplió una finalidad
social, convertida en un turbio negocio de características
millonarias y multinacionales.
"...se vende a piezas o entero, como onzas de chocolate"
(Niño silvestre - Joan Manuel Serrat)
La práctica de las adopciones internacionales se ha
convertido, a un ritmo indeseablemente acelerado, en uno de
los rubros económicos más importantes luego del comercio de
armas y el tráfico de estupefacientes.
El interés motor de las familias de los llamados países
centrales en conseguir un niño a cualquier precio, está
centrado en la necesidad social de invertir la pirámide de
crecimiento de sus respectivas sociedades que por pautas
culturales modernas a visto reducirse a niveles alarmantes
la tasa de crecimiento demográfico.
La figura de la Adopción Internacional tiene sus orígenes
después de la 1° y la 2° Guerras Mundiales, y tras los
conflictos de Vietnam y Corea. Su objeto era el de dar una
familia a los miles de niños que habían perdido la suyas y
fueron ubicados en hogares de Europa Occidental y Estados
Unidos.
En la actualidad la adopción es utilizada para conseguir
hijos a quienes no los tienen, invirtiendo su esencia que
era la de procurar una familia al menor desamparado.
Miles de parejas del Primer Mundo recurren a la adopción
en el extranjero. La incorporación de la mujer al mercado
laboral, el uso habitual de anticonceptivos y la casi
inexistencia de niños abandonados ha llevado a estos países
a buscar hijos en el exterior, llegándose a convertir en
política de Estado y ahora son los gobiernos de estas
naciones quienes impulsan estas medidas para revertir el
envejecimiento demográfico de sus sociedades.
En Alemania la tasa de natalidad no logra compensar la de
mortandad. En 1994, el gobierno propuso para evitar el
"envejecimiento social", que reduce su población en casi
cien mil habitantes por año, aplicar un alto impuesto a los
solteros y a las parejas sin hijos para luego redistribuir
esos ingresos entre las familias de menores recursos en
función de la mayor cantidad de hijos.
Francia tiene una tasa de fecundidad superior a la media
europea implementó un programa gubernamental para exhortar
a los matrimonios a tener hijos. Afiches con la foto de un
bebé y la frase "La vida no es sólo sexo, Francia necesita
bebés" y un sistema de premios económicos a las madres que
tengan un tercer hijo, forman parte de la política aplicada
en la nación gala para revertir la tendencia a la baja de
los índices de natalidad.
Europa teme convertirse en un continente de viejos.
Por eso los gobiernos buscan solucionar un problema en sus
propios países sin importarles crear otro en las naciones
del Tercer Mundo. América Latina se ha incorporado a este
fenómeno en época más reciente, pero en calidad de
proveedor de los países desarrollados.
Frente al crecimiento de la demanda, la mayoría de los
países industrializados han receptado en sus legislaciones
la creación de sociedades que tienen como objeto la
búsqueda de niños, generalmente recién nacidos, en el
Tercer Mundo. Para estimular su desarrollo se le reconoce
el derecho de obtener ganancias en dinero por su
intermediación.
En Noruega, la Oficina de Adopciones del Estado (SAK) ha
autorizado el funcionamiento de agencias como
"Adopsjonsforum", "Inoradop" y "Verdens-Bar" para que vayan,
gestionen y concreten la adopción de niños en países
extranjeros para familias residentes en la nación nórdica.
A mediados de 1997 había alrededor de 12.000 menores
extranjeros adoptados en Noruega, pero el record entre los
países escandinavos lo ostenta Suecia con 37.000 adopciones
en el mismo año.
En Estados Unidos, la existencia de estas organizaciones
supera los límites de lo imaginable. Decenas de agencias de
adopción se desparraman por el mundo en busca de recién
nacidos reclamados por familias norteamericanas y por los
cuales están dispuestos a pagar elevadas sumas. Tal es el
incremento de esta actividad, que estas agencias llegan a
acumular "stocks" y los ofertan en "distintos colores y
tamaños" en la publicidad comercial gráfica y aún
televisiva.
El convenio que regula la Adopción Internacional fue
suscripto en mayo de 1993, en La Haya, por 57 países pero
la Argentina no firmó dicho acuerdo.
Chile y Paraguay legalizaron la salida de niños de sus
territorios y "aportan" entre 2.000 y 2.500 menores al
mercado internacional. Un mercado en el que se llegan a
pagar hasta 25.000 dólares en honorarios a las agencias
encargadas de ubicar a los niños en el exterior.
Paraguay suspendió durante un año la autorización para
realizar este tipo de adopciones, decisión que respondió
más a la protesta de organizaciones no gubernamentales que
a la voluntad propia del Gobierno.
En la actualidad Paraguay ha firmado el convenio de La
Haya aduciendo que de este modo se pondría fin al tráfico
de niños, cuando las sospechas apuntan a que, en realidad,
la adopción internacional es utilizada como manto legal
para encubrir la "exportación" de niños y garantiza la
tranquilidad de las "agencias" que obtienen importantes
sumas de dinero por gestionar en tiempo record la adopción
de estos chicos por parte de familias extranjeras.
La no adhesión de Argentina a la adopción internacional
tampoco ha sido impedimento para que numerosos niños salgan
de nuestro territorio, muchas veces sin saber a ciencia
cierta cuál es su destino final. Jueces y, en algunos casos,
defensores de pobres y ausentes han intervenido a favor de
parejas extranjeras en lugar de representar a las familias
de las criaturas que son sacadas del país.
Las sospechas que recaen sobre estos funcionarios
judiciales también alcanzan a integrantes del poder
político.
Sólo así es explicable que agencias como la noruega
Adopsjonsforum, puedan actuar en nuestro país aún cuando
las normas legales prohíben la adopción internacional y sin
embargo son de conocimiento de las autoridades
gubernamentales la salida de estos niños rumbo a otros
países.
Prueba de esto es que en casos como el de Noruega,
funcionarios de la representación diplomática argentina en
esa nación y de la Dirección de Asuntos jurídico del
Ministerio de Relaciones Exteriores han recibido
recurrentes pedidos de informes sobre el destino y estado
de menores sacados de la Argentina, en por lo menos catorce
casos.
La organización no gubernamental "Identidad de Origen" ha
desarrollado numerosas denuncias ante las autoridades
nacionales sobre la preocupante capacidad de gestión de
agencias como la mencionada que operan en nuestro país y
que bajo la apariencia de una acción a simple vista tan
loable, encubren una inquietante actividad en la que no
sólo buscan "colocar" a pequeños desamparados en el seno de
familias con capacidad de amor y de bienestar económico,
sino que hasta se han encontrado casos en que la madre o el
pariente de un niño lo ha entregado en adopción a cambio de
una irrisoria suma de dinero, si de alguna manera se puede
medir monetariamente la integridad física, psíquica y
social de un chiquito.
La pregunta final: ¿Cuánto dinero se mueve realmente en
este deleznable "mercado" de chicos argentinos para que una
entidad extranjera pueda sacarlos de manera tan fácil de
nuestro territorio, acortando los plazos de adopción,
cuando se calculan en cinco mil las familias plenamente
aptas que suelen esperar años para adoptar?
A modo de ejemplo, invitamos a realizar unas visitas a las
siguientes direcciones:
http://www.cwa.org/
http://www.rainbowkids.com/countries/Default.htm
http://www.rainbowkids.com/adoptionsinternational/72.htm
http://www.sims.net/organization/cwa/cwa.html
- Diego Manuel Vida, Fundación Adoptar
http://www.adoptar.org.ar fundacion@adoptar.org.ar
https://www.alainet.org/es/articulo/114578
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