Informe Anual de la CIOSL

Triste reseña de la represión antisindical en el mundo

17/10/2005
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Bruselas.- Un total de 145 personas perdieron la vida a causa de sus actividades sindicales en 2004, 16 más que en 2003, según el Informe anual de la CIOSL sobre las violaciones de los derechos sindicales. El informe, que cubre 136 países de los cinco continentes, documenta más de 700 agresiones violentas contra sindicalistas, y cerca de 500 casos de amenazas de muerte. En numerosos países los sindicalistas siguen siendo víctimas de detenciones, encarcelamiento, despidos y discriminación, en tanto que se recurre a obstáculos legales para impedir la sindicalización y la negociación colectiva, denegando así a millones de trabajadores y trabajadoras sus legítimos derechos. “El Informe de este año revela hasta dónde están dispuestos a llegar muchos gobiernos y empleadores para conseguir tomar la delantera en unos mercados globales donde la competencia es cada vez más feroz”, afirmó el Secretario General Guy Ryder, añadiendo que “la globalización debe tomar una vía completamente distinta a la que sigue actualmente, en la que las preocupaciones sociales y el fin de la explotación ocupen un lugar central, en vez de quedar al margen”. América destaca como la región con mayor número de asesinatos y amenazas de muerte, mientras que la región de Asia y el Pacífico registra el número más elevado de sindicalistas entre rejas. En Oriente Medio, donde en ciertos países los sindicatos están totalmente prohibidos, 11 trabajadores murieron a causa de sus actividades sindicales (7 de ellos en un incidente ocurrido en Líbano cuando el ejército disparó contra los participantes en una marcha de protesta sindical). En Europa, la situación es en general bastante menos dramática, aunque las autoridades de algunos Estados de la antigua Unión Soviética intentan por todos los medios asumir un control absoluto sobre los sindicatos. Una vez más, Colombia ha sido el país más peligroso del mundo para los sindicalistas, con 99 asesinatos y cientos de amenazas de muerte, en un contexto de esfuerzos sistemáticos por parte del gobierno para debilitar el movimiento sindical. En otros países latinoamericanos se registraron 15 muertos más. Junto con Colombia, varios otros países se destacan una vez más en el Informe de este año, incluyendo a Belarús, Birmania, China, Filipinas, Haití, Irán, Nigeria, República Dominicana, Venezuela y Zimbabwe. 14 personas perdieron la vida en Filipinas cuando se utilizaron una excavadora y furgones brindados para romper un piquete de huelguistas, y en Camboya, se acusa al gobierno de estar encubriendo a los culpables de los homicidios de dos dirigentes sindicales, Chea Vichea y Ros Sovannareth. Se piensa que la motivación real de estos asesinatos ha sido que sus actividades suponían una amenaza a la competitividad del país en los mercados mundiales. La injerencia del gobierno en los asuntos sindicales ha quedado patente en varios países, incluyendo antiguos estados soviéticos. En Belarús, las autoridades del Presidente Lukashenko intentaron ejercer un control total sobre el movimiento sindical. El informe describe las dificultades que encuentran los nuevos sindicatos independientes y las tácticas intimidatorias, incluyendo el recurso a la violencia, utilizadas contra los testigos llamados a testificar ante la Comisión de Encuesta de la OIT (que declaró a Belarús culpable de graves violaciones contra la libertad sindical). En Ucrania el servicio de seguridad (SBU) prestó particular atención a los sindicatos independientes, presentándose a menudo en sus oficinas, interrogando a sus miembros e incluso registrando sus domicilios. En el continente africano, el gobierno de Camerún prosiguió sus esfuerzos para dividir el movimiento sindical, favoreciendo a las organizaciones de trabajadores que consideraba más fáciles de controlar y negándose a registrar a los sindicatos que estimaba eran demasiado independientes. De manera similar, en la República del Congo el gobierno continuó interfiriendo en los asuntos de la CSTC, dando un tratamiento de favor a aquellos sectores del movimiento sindical que consideraba más leales al régimen. Los trabajadores en las zonas francas industriales (ZFI), en su mayoría mujeres, se han visto confrontados a una continua represión antisindical. Un ejemplo de Namibia describe el empleo de perros para frenar a los trabajadores/as en una fábrica de textil de origen malayo, donde una de las empleadoras, de nacionalidad china, sufrió graves mordeduras durante una protesta. La fábrica tiene un largo historial de violaciones de los derechos fundamentales de los trabajadores. El Informe incluye casos de ZFI en Fiji, India, Filipinas y Sri Lanka, destacando el efecto que tiene sobre los derechos sindicales una feroz competencia en un mercado global sin regular. En Bangladesh las mujeres trabajadoras que intentaron formar un sindicato en una fábrica del vestuario fueron intimidadas por el director gerente, que las amenazó con matarlas, y recurrió a matones para dar una golpiza a varias de ellas, dejando a 25 con graves lesiones. Se utilizaron también matones para negar la entrada a la fábrica a 186 trabajadores/as sindicalizados. En las Américas, los trabajadores y trabajadoras de las ZFI en Haití, Nicaragua y muchos otros países han sufrido también represión sindical. Entre las tácticas utilizadas por los empleadores en la zona de Ouanaminthe en Haití podemos citar el prohibir a los trabajadores/as elegidos como representantes sindicales que puedan ir al baño durante las horas de trabajo, 34 miembros de un sindicato recién formado que fueron despedidos y conducidos fuera de la fábrica a punta de pistola, y la violenta paliza y posterior despido de que fue víctima el líder sindical Ariel Jérôme. China es uno de los países identificados en el Prefacio del Informe como particularmente preocupante. Se sigue denegando la libertad sindical a la vasta mano de obra de aquel país, por parte de un gobierno que sólo reconoce un sindicato oficial, el cual ha demostrado una vez más ser totalmente incapaz de proteger los derechos de los trabajadores. Dos personas fueron condenadas a largas penas de prisión por haber defendido los sindicatos independientes en Internet, las protestas de los trabajadores/as fueron reprimidas violentamente por las fuerzas policiales, procediéndose a numerosas detenciones, y la salud de dos destacados líderes sindicales encarcelados en marzo de 2002, Yao Fuxin y Xiao Yungliang, se deterioró considerablemente tras haberles denegado la posibilidad de recibir tratamiento médico. El Informe también centra su atención sobre varios países industrializados. Australia es apuntada una vez más por la tendencia a sustituir los convenios colectivos por acuerdos individuales, y por introducir un nuevo proyecto de ley para enmendar la Ley de Relaciones en el Lugar de Trabajo, que pretende recortar considerablemente el derecho de los representantes sindicales a visitar los lugares de trabajo. Al parecer algunos empleadores amenazaron con despedir a aquellos trabajadores/as que se negasen a abandonar el sindicato y a firmar contratos individuales. Estados Unidos, que todavía no ha ratificado los convenios fundamentales sobre libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva, figuran una vez más por las violaciones generalizadas que se han producido. Los empleadores suelen recurrir a firmas especializadas en terminar con los sindicatos para impedir que los trabajadores voten para elegir a sus representantes sindicales, y utilizan reuniones a puerta cerrada como plataforma para amenazar con que los lugares de trabajo cerrarán si la plantilla decide sindicalizarse. Algunos empleadores han ido aún más lejos. Entre los ejemplos citados figura el del gigante minorista Wal Mart, que interfirió en una elección sindical, dedicándose a supervisar las actividades del sindicato de trabajadores, interrogándolos sobre el apoyo que brindaban al sindicato, trasladando a empleados dentro y fuera del departamento para diluir el apoyo al sindicato, y ofreciendo incentivos a los trabajadores para que votasen contra la sindicalización en vísperas de las elecciones. Conviene señalar la ausencia del Informe de los países Nórdicos, con una fuerte tradición sindical. La fuerza de las economías de estos países en los mercados globales viene a corroborar que el respeto de los derechos de los trabajadores puede ser el cimiento del éxito económico, y una piedra angular de la democracia. Fuente: http://www.cioslorit.org/detalle.php?item=3431&leng=es
https://www.alainet.org/es/articulo/113277
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS