“Ellas” en acción

Un sexo fuerte y organizado

11/10/2005
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Durante el último fin de semana se desarrolló en Argentina el XX Encuentro Nacional de Mujeres. Treinta mil protagonistas le dijeron NO a la política de Bush y SI a la libertad de Romina Tejerina. Mar del Plata no fue casualidad. Sede de la próxima Cumbre de las Américas, fue epicentro de una gigantesca movilización contraria al espíritu de dicha cita que tendrá su corolario militante en la paralela Cumbre de los Pueblos convocada por la Alianza Social Continental. “Cuando el año pasado propusimos que Mar del Plata (ciudad costera de la Provincia de Buenos Aires) fuera la próxima sede del encuentro tenía un significado: demostrar que la mayoría de las mujeres argentinas estamos en contra de la llegada de Bush a nuestro país”, dijo Inés Rusendic de la comisión organizadora, en exclusiva para APM. La jornada se dividió en 46 talleres que funcionaron durante la mañana y la tarde formando un abanico de temas muy variados. Por ejemplo, se debatió acerca de la violencia, la desocupación, la democratización del poder, el aborto y las terapias alternativas, entre otros, siendo siempre la mujer el eje central. Algunas comisiones de discusión se desbordaron de gente y debieron otras paralelas, como fue el caso de: “Mujer sostén de familia”, “Mujer, anticoncepción y aborto”, “Mujer y organización Barrial y social”, entre otros. Aunque, algunas de las militantes que participaban de dichos talleres argumentaron que el desdoblamiento de estos se produjo porque hay organizaciones que financian el viaje de las participantes para ocupar esos lugares de debate. La utilización de insignias políticas durante los debates en los talleres abrió la polémica. Para las pioneras de los encuentros los distintivos “ensucian el debate” ya que las mujeres que lo hacen de forma independiente pueden sentirse cohibidas a la hora de debatir o hacerlo con prejuicios. Sin embargo y superando los conflictos, dos consignas atravesaron los tres días de encuentro: el masivo repudio a la visita del presidente de Estados Unidos, George Bush a nuestro país y el pedido de libertad para Romina Tejerina (mujer de bajos recursos que mato a su hijo por ser fruto de una violación), ampliamente vinculado con la despenalización del aborto. El domingo por la tarde, después de finalizados los talleres, se realizó una multitudinaria marcha por las calles céntricas de Mar del Plata. La consigna: “Que momento, que momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro” fue muy significativa del ambiente disconforme que predominaba en la gente. La llegada del Presidente norteamericano a la Argentina y más precisamente en Mar del Plata ha provocado mucho descontento en la sociedad. Pero no es el único motivo. Se suman a éste los operativos de inteligencia y de seguridad, como los helicópteros que circulan cotidianamente sobre la ciudad, la acreditación de los transeúntes en el perímetro fijado para la Cumbre de las Américas y el abultado financiamiento destinado a reformas urbanas por la Cumbre. Mientras la periferia de la ciudad es una de las de mayor índice de pobreza de la provincia de Buenos Aires (mayor distrito territorial del país). La tradicional marcha, que se realiza año tras año, recorrió el centro de la ciudad acumulando gente en un grosor de kilómetro, incluyendo hombres por supuesto. Durante las dos horas y media de caminata, los manifestantes también se proclamaron en contra de la policía cómplice de los violadores y asesinos, haciendo referencia al caso Romina Tejerina, y de la Iglesia ortodoxa que presiona en contra del derecho al aborto legal y la educación sexual y reproductiva. A diferencia del encuentro del año pasado realizado en la provincia de Mendoza, donde las discusiones entre las mujeres de la iglesia y las mujeres mas liberales, se desarrollaron de forma violenta, el sector mas conservador de la institución católica no participó de los debates en los talleres de discusión. Sin embargo, al finalizar la marcha, en la escalinata de la Catedral de Mar de Plata, esperaban a los miles de manifestantes alrededor de 100 militantes católicos, tras un amplio cordón policial integrado sólo por mujeres, con carteles que igualaban el aborto al homicidio. Pero la Catedral no fue la única institución cercada con policías. El Palacio Municipal y el Hotel Internacional Hermitage, futuro alojamiento del presidente George Bush, también se encontraban rodeados de uniformadas. “La marcha es muy importante en el encuentro porque es el punto de reunión de todas las mujeres que participaron y otras que se suman, ya que durante los talleres estamos divididas en grupo. La marcha es la demostración concreta de la fuerza que tenemos las mujeres”, dijo Cecilia, integrante del encuentro. En el XX Encuentro Nacional de la Mujer participaron mujeres organizadas en partidos políticos, organizaciones barriales, organizaciones feministas, sindicatos, entre otras, y mujeres que concurrieron de forma independiente. Elsa Collanera hace 20 años que participa de los encuentros y formó parte de la primera comisión organizadora. En el Taller “20 años de encuentros y situación del movimientos de mujeres” explicaba: “la idea es sacar ideas de lucha entre todas, sin la necesidad de pertenecer a una organización. Los encuentros nacieron para incluir a todas las mujeres”. Además se encargó de remarcar el carácter de encuentro y no de congreso, ya que una característica principal de este evento es la inexistencia del voto y que cada taller debe llegar al consenso para marchar juntas, como también, carece de panelistas. “Hay tres pilares básicos que se respetan desde la primera vez: horizontalidad, porque cada mujer tiene derecho a expresarse y representarse a sí misma; independencia, no existen sponsor ni padrinos que financien el encuentro y presionen sobre los temas a debatir, y consenso, acordar los puntos que se puedan sin preconceptos”, finalizó Elsa. - Dolores Marengo, enviada especial a Mar del Plata, Argentina, Agencia Periodística del MERCOSUR
https://www.alainet.org/es/articulo/113190?language=es

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