El gobierno canadiense emitió este martes señales mas que claras al respecto que no le interesa negociar ningún tipo de acuerdo de liberalización comercial con el MERCOSUR. El vocero del Ministerio de Comercio Exterior de Canadá André Lemay enfatizó al medio Valor Económico de Brasil que el interés de su gobierno es reforzar las relaciones internacionales en el hemisferio americano, pero aclaró que para ese fin “el instrumento es el ALCA. Esa es nuestra prioridad”. Con relación a un posible acuerdo con el MERCOSUR –propiciado principalmente por Brasil-, el funcionario del gobierno canadiense aclaró que “ese no es nuestro deseo en este momento”. Un comunicado emitido en octubre del 2004 en ocasión de la visita a Brasil del Primer Ministro de Canadá Paul Martín, desarrollaba la intención de estrechar los lazos comerciales, aprovechando la paralización del proceso de negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Para acelerar ese proceso, el Jefe del Departamento de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Cancillería de Brasil, Regis Arslanian, manifestó la buena disposición del bloque MERCOSUR a realizar una “oferta inicial sustancial a Canadá”, que incluiría en materia de acceso a mercados para las empresas canadienses exactamente el doble de lo que se les ofrecía en el marco del ALCA. La aclaración del gobierno canadiense cayó como un balde de agua fría a las expectativas de Brasil, justo antes de que se celebre una reunión de discusión bilateral los días 27 y 28 de septiembre en Ottawa. En ese sentido, entonces cabe preguntarse cuál es el objeto de mantener la reunión en la capital canadiense. Desde el gobierno canadiense todo se atribuyó todo a un “conflicto conceptual” acerca de lo que implica el término bilateral. Lemay manifestó a Valor Económico que “servirá para intercambiar información técnica en lo relativo al acceso a mercados de bienes, servicios e inversiones (...) es para reforzar las relaciones bilaterales en el contexto del ALCA. Continuamos comprometidos en tratar de concluir un acuerdo del ALCA completo y de alta calidad”. Sin embargo el contenido del Comunicado oficial emitido en octubre era por demás claro: en el se anunciaba que el MERCOSUR y Canadá comenzarían a negociar la mejora de acceso a mercados de bienes, servicios e inversiones. Incluso, en las reuniones que se mantuvieron a lo largo del 2005, los representantes canadienses se resistieron a denominar ese proceso como una “negociación”, utilizando para ello el concepto de “diálogo”, mas abierto y no acotado a temáticas comerciales. Teniendo en cuenta que las ofertas de Argentina y Brasil hacia Canadá incluían la liberalización de rubros y sectores que permanecieron protegidos a lo largo de todo el proceso de negociación del ALCA, debe inferirse que la disposición de Canadá a no ingresar al ciclo de entrega de ofertas obedece a una serie de razones de fuerte peso estratégico, tanto comercial como político. En primer término debe tenerse en cuenta que el 85 por ciento de las exportaciones canadienses tienen destino a Estados Unidos. En segundo lugar, Canadá solamente reconoce dos modalidades de negociación en términos de apertura comercial: la del NAFTA (Acuerdo de Libre Comercio con México y Estados Unidos) y la del ALCA. Al respecto, Lemay confirmó que en la próxima Cumbre de Presidentes de las Américas de noviembre en Mar del Plata –Argentina- se intentará reconocer por parte de los mandatarios –posiblemente en la Declaración Final- el actual estado del proceso ALCA y como estas reuniones (en las cuales participa el MERCOSUR) pueden contribuir a su relanzamiento. Mientras todo esto sucede, en los puestos de aduana entre Brasil y Argentina (Paso de los Libres y Uruguayana) se encuentran retenidos 650 mil pares de zapatos provenientes de Brasil en paso hacia Argentina, por la adopción de este último de adoptar un sistema de licencias no automáticas para la importación del producto. Ante ello, grupos industriales del ramo en Brasil ya están solicitando la apertura de procesos arbitrales tanto dentro del MERCOSUR como de la mismísima Organización Mundial del Comercio. Según los industriales del ramo, el efecto de la interrupción de calzados hacia Argentina (tercer comprador en volumen del calzado brasileño) impactará en toda la cadena productiva, incluyendo despidos importantes de mano de obra cualificada. - Lic. Sebastián Valdomir, REDES - AT