Manifiesto de las lesbianas feministas re-evolucionarias ante la marcha GLBTT-Q-H, 2005
22/06/2005
- Opinión
Las lesbianas feministas re-evolucionarias manifestamos nuestro rechazo al carácter neoliberal que desde los 90 ha adquirido la Marcha Lésbico Homosexual, posteriormente llamada del Orgullo Gay, después GLBTT-Q y ahora Gay Pride, misma que se llevará a cabo en junio del presente año 2005, en la Ciudad de México.
Ante este evento manifestamos:
- 1. La Marcha Lésbico Homosexual iniciada en 1979 en México era un punto de confluencia entre el Movimiento de Lesbianas y el Movimiento Homosexual respetando sus respectivas autonomías políticas, acompañados de otras expresiones sexopolíticas -no opresivas-: bisexuales, travestis y transexuales;
- 2. Se diseñó como una acción de defensa y de protesta en contra de las múltiples formas de opresión y represión, tanto institucionales como sociales, que se ejercían en contra de la comunidad lésbica y homosexual por parte de la sociedad heterosexista patriarcal, entre ellas: asesinatos, torturas, despidos laborales y violencia médica y policíaca;
- 3. Era una manifestación de repudio contra el Sistema socio-económico-político dominante y su legitimación en el Estado;
- 4. Era una demostración del orgullo de ser tanto lesbianas como homosexuales ante un mundo que nos despreciaba y repudiaba; así como lúdica y de alegría pero con una profunda conciencia social y política, como se decía: “ellos, con tacones y lentejuela pero en la mano el fusil; ellas, con botas y motocicleta pero al hombro el misil”;
- 5. Durante los primeros diez años se organizó sin dinero ni financiamientos externos al movimiento más que con los recursos que generábamos a través de la militancia;
- 6. También en sus primeros años se luchó enfáticamente por incorporar a los sectores sociales más oprimidos y explotados, a los movimientos sociales activos, a los sindicatos e inclusive a los partidos de izquierda (nunca partidos de derecha) y por supuesto, al movimiento de mujeres;
- 7. En las primeras marchas nunca se permitió la entrada a los empresarios por considerar que estos lucraban con las necesidades de la comunidad, ni al gobierno porque en las sociedades opresivas ningún gobierno es electo democráticamente, con objeto de mantener nuestra autonomía.
Tanto el Movimiento de Lesbianas (1977) como el Movimiento Homosexual (1978) en México, surgieron dentro de la izquierda y con un proyecto socialista (con sus diferentes versiones: moderada, centro y radical), siendo su objetivo fundamental el llegar a ser copartícipes en la edificación de una nueva sociedad no opresiva y libertaria, por lo mismo dos de sus lemas principales eran: “Nadie será libre hasta que todas y todos seamos libres” y “Por un socialismo sin sexismo”, objetivos que empezaron a declinar en los 80’ bajo los efectos de la guerra fría, o sea, el exterminio de los grandes movimientos sociales paralelo a la compra-venta de algunas de sus organizaciones y líderes.
A partir de la década de los 90’: por un lado, el Movimiento Gay se derechizó anulando su contenido político y de rebeldía al sufrir un intenso proceso de comercialización en el marco del Libre mercado y la globalización imperialista; por otro lado, el Movimiento de Lesbianas fue sufriendo un proceso de “gayficación” transformándose en Movimiento de Mujeres Gay y luego LGTB, abandonando su autonomía y su principal fundamento teórico: el feminismo. Dichos procesos fueron simultáneos al de “generización”, o criminal reducción, del movimiento feminista a la “Perspectiva de género”.
A partir del nuevo siglo, los dos movimientos se mezclaron y fusionaron con otras expresiones sexopolíticas como la “Trans”: travestis, transgénero, transexuales, la intersex y las “filias” conformando el movimiento GLBTTH. Pero también se introdujo la ideología “queer” y con ella la incorporación subrepticia de las sexualidades-opresivas: la paidofilia, el sadismo, la violación, el sexo necrofílico, la pornografía infantil, la exacerbación sexual, la esclavitud sexual, entre otras, conformando un todo informe llamado la “Diversidad Sexual” o “Babilonia´s-sex” que muchas empresas transnacionales del sexo y del placer están utilizado para :
- la mercantilización mas abyecta de la sexualidad humana;
- la cosificación del/a ser humano/a;
- la comercialización de las relaciones humanas sexuales;
- la reducción de la sexualidad a genitalidad;
- la admisión de las sexualidades opresivas (antes citadas);
- la admisión del sexo violento, principalmente contra la mujer;
- la exacerbación sexual obsesivo compulsiva;
- la asociación e identificación de las disidencias sexuales con “prostitución”;
- la intensificación de las nuevas formas de esclavitud sexual para las mujeres;
- el desarrollo de una “cultura gay y queer” profundamente sexista, misógina y patriarcal además de imperialista y racista.
Un producto de todo ello es el femicidio o matanza de mujeres, desarrollado por empresas trasnacionales del sexo-necrofílico, hard-sex o adrenalina-sex en Ciudad Juárez y otros países colonizados sometidos a una extremada explotacion como Guatemala, en el marco del neoimperialismo hoy llamado globalización.
Contra este proceso de mercantilización de la sexualidad y del/a ser humano/a han respondido el Movimiento autónomo de lesbianas feministas, las organizaciones lésbicas de izquierda y neosocialistas, así como algunos homosexuales y transexuales que luchan dentro de otros movimientos sociales en contra de la tiranía del sistema económico, político y social que hoy controla al mundo y agrupaciones autónomas de otros países.
Por lo mismo, denunciamos que el Gay Pride o Carnaval GLTBTT-Q-H Babilonia´s-sex, se desvió hacia otros objetivos:
- 1. Anular e invisibilizar la presencia del Movimiento de Lesbianas Feministas porque constituye la propuesta sexo-política más clara y radical y porque representa la expresión mas profunda y contundente del movimiento de las mujeres en general, al atentar contra el poder patriarcal del que ahora se beneficia gran parte de los dirigentes del movimiento GLTBTT-Q-H;
- 2. El dejar de ser una manifestación de rechazo contra el Sistema socio-económico-político dominante y el Estado para incorporarse y fusionarse con estos, a través de la inclusión de la elite GLTBTT-Q-H cooptada por dicho Sistema con el propósito de paralizar y desviar al Movimiento de sus objetivos libertarios iniciales;
- 3. Dejar de ser una acción de defensa y de protesta en contra de las múltiples formas de opresión que continúan ejerciéndose en contra de la comunidad GLBTT pobre y trabajadora: asesinatos, torturas, despidos laborales, violencia médica y policíaca dado que la Nueva Clase Política Gay y Lesbogay, junto con los empresarios y partidos de la derecha, forman ahora parte de los círculos del poder y no les interesa lo que estamos padeciendo las grandes masas GLBTT que trabajamos a diario para sobrevivir, creándose de esta manera un abismo entre estas dos clases sociales;
- 4. Convertirse en un carnaval de exaltación y deificación del falo y de los cuerpos de los hombres supermusculosos o bellos según el parámetro anglosajón así como “reinas”, que jamás se transformarían en amas de casa, obreras o indígenas o simplemente en mujeres en Ciudad Juárez, todos ellos sin ninguna conciencia social ni sexo-política;
- 5. Sufrir un proceso de privatización al convertirse en “propiedad privada” de los nuevos dueños del Gay Pride para fortalecer al Pink marketing y la Economía rosa -paralelo a la privatización de la seguridad social, la salud, los servicios, los energéticos, entre otros, de los que ha sido despojado el pueblo mexicano-;
- 6. Mostrar una ausencia total de los sectores sociales más oprimidos y explotados, de los movimientos sociales, del movimiento de mujeres, de las y los indígenas, campesinos, obreros y trabajadores de servicio, convirtiéndose en un espectáculo-carnaval de la clase media hacia arriba, ante un pueblo desempleado, hambriento, víctima del crimen organizado y superexplotado. Transformándose por lo tanto, en una marcha de los empresarios y corporaciones trasnacionales que lucran con las necesidades de la comunidad GLBTT, sustituyendo la lucha por un teatro romano: “Al pueblo, pan y circo” para mantenerlo quieto.
Por estas y otras razones, las lesbianas feministas decidimos organizar nuestra propia marcha en marzo de cada año, porque el Gay Pride no nos representa y porque el falocentrismo del androcentirsmo gay constituye ahora uno de los más fuertes y peligrosos pilares del neo-patriarcado.
Por todo lo expresado aquí, es urgente retomar y recuperar la marcha para la comunidad GLBTT, las mujeres, la sociedad civil, el pueblo mexicano, tod@s comprometid@s en la lucha por la justicia social, la recuperación de las empresas de propiedad social, la defensa de la soberanía nacional, contra la globalización neoliberal y por una globalización de la riqueza social, de la justicia, la seguridad social y la solidaridad humana y dada la realidad global que nos une lo hacemos extensivo a toda nuestra América Latina y Caribeña.
Sin lucha, no hay libertad posible.
Lesbianas Feministas Re-evolucionarias.
lesbofeminismoyan@yahoo.com.mx
https://www.alainet.org/es/articulo/112274