Derecho a la vivienda: EEUU en el banquillo
03/03/2005
- Opinión
Cuando el Departamento de Estado de Estados Unidos difundió su
informe anual sobre prácticas de Derechos Humanos en 196 países, el
pasado 28 de febrero, por primera vez 160 organizaciones civiles
estadounidenses reaccionaron denunciando que, casa adentro, los
derechos son letra muerta.
"Es el colmo de la hipocresía que el gobierno estadounidense emita un
informe que condena los abusos de derechos humanos en otros países, en
momentos en que está violando estos mismos estándares en casa y en el
exterior", dijo Ajamu Baraka, Director Ejecutivo de la Red de Derechos
Humanos de EE.UU. (USHRN por sus siglas en inglés).
Una reciente demanda presentada por familias pobres sin techo ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización
de Estados Americanos (OEA) por violación al derecho a la vivienda
revela no solo las contradicciones del país más rico del mundo sino
que coloca a Estados Unidos en el banquillo de los acusados.
El 4 de marzo tendrá lugar, en la sede de la OEA en Washington, una
audiencia por violación al derecho a la vivienda en Estados Unidos,
Canadá y Brasil. La audiencia fue solicitada por el comité legal de
la Campaña de los Pobres por los Derechos Humanos Económicos (PPHERC,
por sus siglas en inglés), un movimiento nacional de familias pobres,
sin techo y sin tierra de EEUU. Es la primera vez que la OEA acepta
el caso por violaciones al derecho humano a la vivienda dentro de
Estados Unidos.
Tanto la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre como
la
Convención Americana de Derechos Humanos conminan a los países que
las suscriben a respetar, proteger y cumplir con el derecho a una
vivienda adecuada.
“Hemos esperado esa audiencia por seis años. Habíamos rezado que un
organismo internacional nos diera la oportunidad de expresar lo que
está pasando con las familias pobres y sin hogar en nuestro país tan
rico.
El 4 de marzo del año 2005 es un día histórico para los pobres que se
les ha
negado su derecho humano a la vivienda”, dijo Cheri Honkala,
coordinadora nacional de la Campaña Nacional de los Pobres por los
Derechos Humanos Económicos.
Tara Melish, una abogada que se especializa en la litigación de casos
de derechos sociales y económicos y es consejera de la PPEHRC
manifestó que la CIDH tiene un papel importante que cumplir en la
vigilancia de la conducta de EE.UU. en relación con el derecho a
vivienda. En Estados Unidos, Canadá y Brasil se producen severas
violaciones al derecho a la vivienda. “Las metas de esa audiencia son
llamar la atención de la CIDH sobre estos abusos, en todas sus formas,
y sobre las consecuencias humanas que provocan, y también animarle a
dar mayor
visibilidad a su trabajo de vigilancia de los derechos humanos en la
región”, sostuvo Tara Melish.
En Estados Unidos, más de 3.5 millones de personas sufren por no
tener casa en algún momento a lo largo de un año, 1.35 millones de
ellas son niños. Mientras millones son afectados por falta de vivienda,
mucho más sufren por la falta de vivienda adecuada. Aproximadamente
14.3, millones de hogares, que representan casi uno de cada siete
hogares en EEUU, tiene severos problemas para cubrir el precio de
vivienda, el cual absorbe más del 50% del salario. De estos casos,
aproximadamente 12.5 millones están en grave riesgo de perder sus
casas porque sus salarios son extremadamente insuficientes para cubrir
el costo del alojamiento. El presupuesto federal propuesto por el
presidente Bush profundizaría las violaciones a los derechos humanos
económicos.
Voceros de esta campaña señalaron que mientras el presidente Bush
propuso recientemente un aumento de $80 billones de dólares para
financiar la guerra en Irak, al mismo tiempo pretende recortar, en el
presupuesto de 2006, el financiamiento para vivienda
y para atender otras necesidades vitales de los seres humanos.
Aunque algunas grupos en Brasil disfrutan de gran riqueza, muchos
sectores sufren de pobreza extrema, viviendo en alojamientos
inadecuados, en barrios de chabolas, y/o están totalmente sin-techo.
Existen diferenciaciones graves en el disfrute al derecho a la
vivienda según la clase social, el género, la raza o la etnia a la
que pertenezca una persona.
En Canadá, una grave escasez de vivienda razonable afecta
desproporcionadamente a las comunidades indígenas. Canadá no sólo ha
fracasado en corregir las desigualdades que existen ahora, sino que
ha implementado una seria de medidas que han aumentado las violaciones
del derecho al alojamiento digno para los pobres de Canadá en
general, sostiene la PPEHRC.
https://www.alainet.org/es/articulo/111488