Nuevos vientos comienzan a soplar

09/02/2005
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  • Opinión
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Durante cinco días, cerca de 150 mil personas de 135 países participaron en más de 3 mil seminarios y actividades de debate del 5° Foro Social Mundial (FSM), llevado a cabo en Porto Alegre (Río Grande do Sul, Brasil). Más allá de la expresiva, múltiple y plural participación de personas de diferentes organizaciones sociales y corrientes políticas e ideológicas, en muchos aspectos el Foro representó un avance político. El FSM siempre fue un espacio de encuentro, para debatir y construir ideas, en la perspectiva de la construcción de una sociedad más justa y fraterna. En ese sentido, creció en participación y amplitud. Y quien desee ver un Foro como una “internacional” de movimientos o partidos políticos se decepcionará cada año, pues no es ese su papel. En 2005, fueron muchos los avances políticos. Tuvimos mayor amplitud de temas y grandes debates sobre los problemas económicos y sociales de América Latina y de todo el planeta. Las múltiples redes internacionales, que trabajan sobre temas comunes, aprovecharon el Foro para articular acciones, agendas y actividades. Hubo progresos en los foros específicos, en los cuales los sectores sociales sacaron importantes resoluciones que ayudarán a construir alternativas. Fue divulgado el documento de los intelectuales, con la defensa de 12 puntos fundamentales en el combate al neoliberalismo y al imperialismo. Tuvimos las reuniones y acuerdos de los movimientos campesinos nucleados en la Vía Campesina. Se arribó a importantes acuerdos en torno a la Campaña Continental Contra el ALCA, y se dio un paso al frente con la articulación de acciones comunes en América Latina con la Marcha de las Mujeres, el Grito de los Excluidos, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y la Minga Informativa. Se llevaron a cabo dos asambleas mundiales de todos los movimientos sociales, reuniones en las que hubo dificultades de comunicación, con tantos idiomas que parecía hasta imposible entenderse. Pero, a pesar de tanta diversidad en métodos, formas de representación y de interpretación, y con tanta variedad de formas organizativas, se construyó un documento que denuncia los principales problemas que los pueblos enfrentan en el mundo. Un documento que enuncia una especie de plataforma política de las luchas, un acuerdo para la realización de grandes jornadas de movilizaciones de masas, unitarias, a nivel mundial. Los movimientos sociales decidieron movilizarse en todo el mundo, el día 19 de marzo, contra la guerra de Irak y el militarismo del gobierno Bush, que se presenta también en Palestina, Colombia, Afganistán y Guantánamo. Después, se realizará una jornada mundial contra el “libre comercio” y el monopolio de las transnacionales, conjuntamente con la jornada mundial de los campesinos, del 10 al 17 de abril. Desde el 12 hasta el 17 de octubre, habrá una jornada convocada por la Marcha de las Mujeres y por el Grito de los Excluidos, con manifestaciones en todo el mundo contra la explotación de las mujeres y de los excluidos. Finalmente, el avance político ideológico fue simbolizado en el punto más alto del FSM: la presencia del presidente venezolano Hugo Chávez, el 30 de enero, con una conferencia de una hora y 34 minutos, presenciada por más de 25 mil personas (15 mil dentro del gimnasio y 10 mil afuera), transmitida en vivo para Venezuela y por la TV Educativa de Río Grande do Sul. Chávez fue impresionantemente contundente, al analizar quiénes son los enemigos de los pueblos y de la humanidad, interesados solo en obtener beneficios. Sin rodeos, Chávez denuncio al imperio estadounidense y conminó a todos los militantes a estudiar, a elevar el nivel de conciencia de las masas y a luchar, único camino para enfrentar la dominación imperial (traducción ALAI). * Editorial de Brasil de Fato No 101, Sao Paulo, Brasil, 3 al 9 de febrero de 2005.
https://www.alainet.org/es/articulo/111423?language=es
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