Cuba en la nueva geografía petrolera del Golfo de México

20/02/2005
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El “Informe al Presidente”[1] de la Comisión para una Cuba libre presentado oficialmente por Powell el 6 de mayo de 2004, sugiere una serie de implicaciones de orden mayor para la Isla como parte de un “retorno” de la acción imperial estadounidense en el hemisferio después de una contundente y continua derrota en Irak.

El documento insinúa ser producto de un plan bien orquestado para la anexión de Cuba como protectorado en donde la disidencia jugaría el rol de cepayos de Estados Unidos (EUA) en la isla. Las medidas consideradas van desde el apoyo a la disidencia (financiero, logístico y de formación de cuadros para la contrarrevolución) y al proceso de transición a una Cuba post-Castro en el que fracasen “los planes de sucesión del régimen”, hasta la toma económica, política y militar de Cuba por parte de Washington. Se trata de un escenario que adquiere mayor claridad si se revisa desde la nueva geografía petrolera imperial del Golfo de México –y de otros recursos estratégicos como el níquel- en un contexto en el que se han confirmado nuevas reservas y se estiman crecientes reservas potenciales de petróleo, particularmente en lo que se conoce como hoyos de dona, unas formaciones geológicas discontinuas que se emplazan en el espacio geográfico en el que colindan las jurisdicciones marinas de EUA, México y Cuba.[2] Se trata, como indica un estudio reciente realizado en el Golfo de México a profundidades de más de 3 mil metros, “…de una nueva geología de volcanes de asfalto y de un nuevo tipo de ecosistema biológico que subsiste asociado con chapopote, junto con los cuales se encuentra en el subsuelo marino metano cristalizado, metano gaseoso, petróleo y carbonatos.”[3]

Veamos brevemente cómo es esa “nueva geografía petrolera del Golfo” para luego abordar el carácter estratégico de las potenciales reservas de petróleo cubano y las líneas de potenciales escenarios que se pueden desprender a partir de la escalada injerencista de EUA sobre Cuba.

Bosquejo del mapa petrolero del Golfo de México

El Golfo de México es una región en la que se han realizado muchas prospecciones petroleras desde hace varias décadas, no obstante, es sólo hasta hace poco que se cuenta con la información y la tecnología necesaria para concluir que se trata de una zona de alta concentración de hidrocarburos que se caracteriza por encontrarse a grandes profundidades.

El grueso de la información georreferenciada que se ha desarrollado proviene de las agencias gubernamentales de EUA encargadas de dicha actividad, particularmente del Servicio Geológico de EUA - USGS y el Servicio de Administración de Minerales – MMS. Otra tanta está en manos de las multinacionales como producto de los sondeos y exploraciones que han venido realizando tanto en EUA como en México y Cuba. Y, un mínimo porcentaje ha sido producto de indagaciones mexicanas independientes. Lo anterior llama la atención ya que desde una noción de la soberanía nacional, el conocimiento del espacio geográfico resulta fundamental y más cuando se trata de recursos estratégicos tan codiciados como el petróleo y el gas. Y es que, como es bien sabido entre los geopolíticos, aquel que tenga en su poder la información –o la información más precisa- de cómo es el espacio geográfico podrá desplazarse, reordenar y controlar los territorios de modo más eficaz para una explotación más adecuada a sus intereses de los recursos naturales y humanos ahí contenidos.

A diferencia de Cuba que depende fuertemente de actores extranjeros especializados para realizar sus exploraciones petroleras pero que las hace bajo esquemas de co-participación estatal, el caso de México es cuando menos “incomprensible” porque solamente cuenta con información limitada a cerca del potencial petrolero nacional en las aguas del Golfo (o al menos eso es lo que se indica públicamente). El hecho de que sea EUA quien cuente con información más precisa sobre las reservas petroleras mexicanas del Golfo es un asunto, más que vergonzoso, preocupante y que solo se entiende como una irresponsabilidad organizada de la oligarquía mexicana. Esto debe verse así porque México es una nación propiamente petrolera que cuenta desde hace muchos años con cuadros de especialistas de alto nivel, no obstante, desde las últimas dos décadas del siglo pasado ésos han visto la reducción constante de apoyos y presupuesto para investigación y desarrollo tecnológico al tiempo que múltiples tareas de tal índole han sido relegadas al sector privado extranjero bajo la figura de Contratos de Servicios Múltiples; un fenómeno más de lo que se puede describir como la “ordeña” de la paraestatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), para su “preparación” y empuje hacia su “punto de venta” y por tanto de desnacionalización.[4]

Cuadro de texto:  *  Nota: de la línea clara que baja de EUA en dirección sur hacia el oeste se sitúa la provincia de reservas de crudo     del Cenozoico y de la línea oscura al este las del Mesozoico; la zona de empalme corresponde al delta del río Missisippi.* Algunas de las plataformas en activo que destacan en la ZEE de EUA son: las emplazadas en el Mississippi Canyon como la Mensa (Shell y BP), 1) Petronius (Chevron, Texaco, Marathon), 2) Camden Hills (Marathon); 3) Princess (Marathon y Shell); 4) Ursa ( Shell, Exxon, BP y Conoco). También la 5) Lobster (Marathon); 6) Troika (BP, Marathon), 7) Neptune (Repsol YPF, BHP Billiton, Marathon y Woodside; 8) Atlantis (BHP) ; 9) Mad Dog (BHF); 10) Campos de Walker Ridge (BHP); 11) Campo de Garden Banks; 12) Holstein; 13) Campo de Typhoon (BHP), entre otras (“Genesis” en el Green Canyon, bloque 205 de Chevron, Exxon y Fina; “Morpeth” en Ewing Bank, bloque 965 de British Borneo Exploration; campos de “Atwater Valley“ bloque 118 de Chevron o; campos de “Alaminos Canyon” bloque 600 de Shell, Amoco, Mobil y Texaco).* Las bases o emplazamientos militares indicados son: a) base radar ROTHR, Corpus Christi, Texas b) Comando Sur, Florida c) base radar y Sitio de Operaciones de Avanzada - FOS, Guantánamo, Cuba d) Sitio FOS, Islas Caimán e) base militar, radar ROTHR y subsede del Comando Sur, Puerto Rico.Ahora bien, con lo anterior en mente, echemos un rápido vistazo al mapa petrolero de la región. Ahí tenemos que las reservas existentes y las potenciales corresponden a dos provincias de distinto origen geológico: la cenozoica y la mesozoica. Respectivamente, las provincias parten del delta del río Mississippi hacia el oeste y, hacia el este; y se extienden de norte a sur a partir de profundidades mayores a los mil metros y hasta más de 5 mil metros. La que se estima que es de mayor potencial es la cenozoica, aunque la mesozoica, o lo que se conoce como “Dona Oriental”, no es nada despreciable. Las reservas contenidas en ambas provincias se emplazan dentro y fuera de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de EUA, México y Cuba, de ahí que la disputa por las que son, en principio compartidas, sea peculiarmente intensa. No es casual que en los últimos años las multinacionales petroleras se estén lanzando con gran interés a la exploración y eventual explotación de crudo y gas en las aguas del Golfo, un escenario en el que aquellas estadounidenses cuentan con el apoyo de su madre patria que tiene, frente a la competencia intercapitalista, una importante proyección militar en la zona (en la provincia cenozoica desde la base-radar ROTHR de Corpus Christi en Texas y, en la provincia mesozoica, desde la base del Comando Sur en Florida). Sin embargo, como se puntualizará más adelante, el embargo de EUA hacia Cuba deja totalmente “fuera de la jugada” a las multinacionales estadounidenses que pretendan hacer negocio con el petróleo cubano.

La velocidad con la que se están licitando “campos de explotación (marinos)” es de importancia ya que se considera que quien realice primero la extracción del crudo en cantidades importantes se verá beneficiado por lo que se conoce como el “efecto popote” que se produce como producto del drenaje ocasionado por la gravitación y no tanto como consecuencia de la perforación horizontal. Por eso es que Barbosa Cano, especialista en la temática del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, considera que ante la riqueza de petróleo en el Golfo que podría ascender a unos 100 mil millones de barriles, “…hay un riesgo real de que las compañías estadounidenses se apropien del petróleo.”[5]

Llama la atención que en dicho panorama EUA venga desde hace algunos años licitando expeditamente un creciente número de campos petroleros en la zona del Golfo de México.[6] Johnnie Burton del MMS, ente encargado de dicha actividad (junto con otros como el Departamento del Interior de EUA), señalaba en marzo de 2004 que “…Estados Unidos está ahora en su noveno año de expansión sostenida de desarrollo doméstico en explotación de petróleo y gas a gran profundidad en el área del Golfo de México y no muestra señales de disminución.”[7] Y agrega, “…el potencial de recursos para la nación aumenta con cada nuevo descubrimiento en aguas ultra-profundas.”[8]

Así, entre los pozos de perforación descubiertos sólo de 2001 a 2003 están: el Discoverer Deep Seas de Chevron/Transocean en el Bloque AC 818, el Deepwater Millenium de Anadarko Petroleum Corporation/Trasnocean en el Bloque AT 349, el Jack Ryan de Shell Offshore/Global Santa Fe en el Bloque AC 943, el Deepwater Nautilus de Shell Offshore/Transocean en el bloque MC 657, el Deepwater Pathfinder de Chevron/Transocean en el Bloque MC 696, el Explorer de BHP Billiton/Global Santa Fe en el Bloque AT 618, el Discoverer Enterprise de BP Exploration/Transocean en el Bloque MC 778, el Cajun Express y el Marianas de Dominion Exploration/Transocean en el Bloque MC 734 y MC 772 respectivamente, el 1503 de Dominion Exploration/Pride en el Bloque MC 773, el Discoverer Spirit de la Union Oil Co/Transocean en el Bloque GC 943, o el Ocean Confidence de BP Exploration/Diamond Offshore en el Bloque GC 826.

De frente a una creciente demanda nacional e internacional de petróleo en la que los precios se han disparado y en el que la inestabilidad al acceso a crudo barato es cada vez mayor[9], el potencial de producción del Golfo significa para EUA, según datos del MMS[10], cerca del 30% de la producción doméstica de petróleo y el 23 de la de gas; cifras que podrían incrementarse conforme se confirmen las reservas potenciales y se descubran otras nuevas en el área, así como a partir de que los hidrocarburos propiamente de las ZEE de México y Cuba sean “aspirados” por EUA bajo el efecto “popote”. Tómese nota que tal fenómeno puede estar pronto en proceso, ya que de 1995 a 2002 la extracción estadounidense de petróleo de aguas profundas del Golfo aumentó en un 535% mientras que la de gas lo hizo en 620 por ciento.

Ahora bien, las reservas de México en el Golfo se esperan sean mayores que las de EUA. Mientras estas últimas se calculan rondan los 15 mil millones de barriles de petróleo y los 47 mil metros cúbicos de gas (considerando las reservas probadas y esperadas), las mexicanas podrían cuando menos situarse en los 22 mil millones de barriles de petróleo (a los que se suman varias decenas de miles de metros cúbicos de gas), pero podrían aumentar según se vayan confirmando los más 170 “proyectos probables” que Pemex así ha clasificado después de haber realizado más de 800 exploraciones en aguas profundas del Golfo (de ahí que Barbosa Cano indique que las reservas potenciales de petróleo de toda la zona del Golfo podrían ser de hasta unos 100 mil millones de barriles).

Los datos para la ZEE cubana de 112 mil km2 no están del todo claros, ni tampoco del tipo de crudo ha encontrarse. Como es sabido, Cuba posee yacimientos de petróleo de alto contenido de azufre, lo que lo hace un petróleo muy pesado. No obstante, se cree que al norte y noroeste de la Isla pueda haber estructuras geológicas profundas de crudo ligero. Para su prospección (algo imposible en la década de 1950 cuando, por ejemplo, Standard Oil realizó exploraciones), la Isla ha dividido su ZEE en 59 bloques de 2 mil km2 cada uno, mismos que ya ha comenzado a licitar (10 hasta ahora) a empresas petroleras como Petrobras (Brasil), Repsol YPF (España), o Sherrit International (Canadá).

Cuadro de texto: Bloques marinos abiertos a exploración y producción de petróleo Fuente: Powell, Colin. Informe al Presidente. Comisión de Ayuda a una Cuba libre. EUA, mayo de 2004: 324.Las reservas cubanas no parecen ser nada despreciables. EUA estima conservadoramente unos 480 millones de barriles de crudo convencional como parte de las reservas no probadas sólo en el norte de Cuba.[11] Tales cifras son mínimas comparadas con las que Repsol YPF anunciaba recientemente y que corresponden únicamente al bloque de Yamagua, mismas que podrían ser de unos 1,600 millones de barriles o lo equivalente al 30% de las reservas probadas actuales de la multinacional. Las estimaciones para los seis bloques al norte de Cuba, según Repsol YPF, podrían contener hasta seis mil millones de barriles. Consecuentemente, la multinacional considera a Cuba como “…una de sus zonas prioritarias de crecimiento”.[12] Pero nótese que las reservas potenciales podrían ser aún mayores, lo que únicamente se puede confirmar hasta el momento de la perforación.

Lo anterior sigue siendo valido después de que Repsol-YPF anunciara que las perforaciones que había realizado a 28 kilómetros de la costa noroeste cubana (antes indicadas) habían encontrado petróleo de alta calidad, aunque por razones poco claras, se aseguró que “no las podía explotar comercialmente y que estaba estudiando si perforaba en otro lugar”, todo con vísperas de comenzar la extracción en el 2007.[13] Esto queda claro para otras multinacionales como Petrobras. Para Jorge Epifanio, coordinador de los proyectos de exploración de la brasileña, “…Repsol tiene que hacer estudios, pero al menos esto es algo que mantiene viva la esperanza de un buen hallazgo aquí en Cuba”.[14] En ese sentido, Repsol ha señalado que en el próximo año va a definir “actividades futuras de exploración en el área” donde tiene contrato de seis bloques, y es que, “…hemos encontrado roca madre, que significa que la cuenca geológica es buena, ha habido formación de petróleo”.[15]

El argumento aquí desarrollado -y que he venido desarrollando desde mediados de 2004- ha venido a ser confirmado por los primeros resultados de las exploraciones de la canadiense Sherrit que tiene contrato para cuatro bloques en la costa Norte de la Isla (Santa Cruz, Tarará, Guanabo y Jibacoa Este) y que en diciembre de 2004 dieron con unos 100 millones de barriles de calidad similar a la mezcla mexicana Maya.

Según se informó, Sherrit comenzó la perforación de exploración en el prospecto de ‘Santa Cruz’ de unos 20 km2 y situado a unos 2.5 km de la costa, frente a la Central Termoeléctrica del Este de La Habana. El pozo exploratorio ‘Santa Cruz 100’ alcanzó una longitud final de 4,030 metros con dirección Norte y un ángulo con relación vertical de 85 grados. El desplazamiento horizontal alcanzado fue de más de 3 km, logrando atravesar en su trayectoria tres depósitos saturados de petróleo. El pozo tiene las siguientes características: petróleo crudo de 18 grados API (más ligero que el crudo Varadero o de Yumurí) con muy poco agua y con buena presión de producción. El contenido de azufre es inferior al 5%. Produjo el 14 de diciembre mil toneladas aunque fue cerrado para la investigación de sus características. En base la productividad del pozo y otros parámetros se ha afirmado que se está ante el descubrimiento de un nuevo yacimiento de petróleo de unos 55 km al Este de la capital con reservas extraíbles potenciales de un mínimo de 100 millones de barriles o 14 millones de toneladas.

En el 2005 se perforarán dos pozos más de producción experimental (uno al Este y otro al Oeste del pozo Santa Cruz 100). Su desarrollo comercial se ejecutará entre el 2006 y 2007 lo que incluye la proyección y ejecución de las instalaciones de superficie para la recolección y transportación del crudo y el gas natural asociado como por ejemplo, el oleoducto que llevará el crudo hasta la existente batería central de Boca de Jaruco para su tratamiento).

En tanto a los otros tres prospectos detectados por Sherrit en sus estudios sísmicos marinos de alta resolución, se cree que se obtendrán resultados similares por lo que ya se conformó la asociación Sherrit-Peberco para la perforación, en 2005, de pozos en Tarará y Guanabo.

EUA y el carácter estratégico de la “Dona Oriental”

Como se indicó, el embargo a Cuba no permite a multinacionales de EUA celebrar contratos con la Isla. Ello ha sido, en este caso, un obstáculo para el empresariado petrolero de la potencia norteña para la explotación del crudo cubano, mismo que presumiblemente se pretendía negociar como parte de las reservas de EUA ya que el primer gobierno de Bush dejó fuera de la negociación a Cuba al hablar sólo de ‘dos zonas’ (la estadounidense y la mexicana) y en ningún momento de una ‘tercera’ correspondiente a la Dona Oriental sobre la que Cuba tiene incuestionables derechos.[16]

Tal situación parece que bien podría quedar resuelta bajo un escenario “post-Castro” a cargo de los cepayos de EUA en Cuba, asunto que es puntualmente considerado en el mencionado Informe al Presidente. Entre las indicaciones en ese supuesto escenario, los cepayos de EUA en Cuba han de considerar como parte de un programa de liberalización de la economía por medio de privatizaciones totales de las empresas cubanas –a cargo del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial-, la celebración de un Tratado Comercial con EUA y en segundo plano, el lanzamiento del país como un miembro más de la ansiada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En tal escenario EUA ha puesto la mira sobre las reservas cubanas de minerales como el níquel y el cobalto y, por supuesto, las de petróleo.

Vale indicar aquí, que los casos del níquel y el cobalto son un asunto de relevancia pues Cuba tiene importantes yacimientos de cobalto al tiempo que se perfila como el quinto productor a nivel mundial de níquel (en 2004) con contratos millonarios de inversión con China o la multinacional canadiense Sherritt involucrada en los negocios del petróleo y el níquel simultáneamente (por ejemplo para potenciar en unas 53 mil toneladas la explotación del yacimiento de Moa al pasar a un total de 85 mil toneladas de níquel y cobalto –este último útil para varias aliaciones de acero).

Por ejemplo, los bancos chinos han concedido un crédito de 500 millones de dólares para la creación de una empresa mixta que construirá una planta de ferroníquel con una capacidad de producción de unas 22 mil toneladas de níquel contenido durante un período de 25 años. El 51% de la planta será de propiedad Cubana y 49% China con el acuerdo se proveer a ese último país un total de 20 mil toneladas de sínter de níquel del 2005 al 2009. Igualmente se acordó estudiar la conformación de otra empresa mixta (51% cubana) en un nuevo yacimiento en San Felipe, Camagüey con una inversión de 1,300 millones de dólares financiada totalmente por China para producir 50 mil toneladas anuales de níquel. A lo anterior se suman diversos créditos chinos para el desarrollo de infraestructura entre la que se encuentra la maquinaria para petróleo y níquel, así como para ferrocarriles que sería utilizados, en parte, para la transportación del mineral.

Ahora bien, volviendo al Informe al Presidente arriba mencionado, éste textualmente suscribe que, “…en el mediano plazo, el Servicio Geológico de EUA (USGS) debe estar preparado para proveer asistencia y ayuda en la modernización de instituciones gubernamentales críticas como la exploración geológica, ministerios de minas y organizaciones relacionadas. Esto deberá incluir el desarrollo e implementación de programas de prospección minera…[y] la modernización de exploraciones geoquímicas y geofísicas y de elaboración de mapas geológicos…”[17] Entre los cuales ha de incluirse por supuesto la localización puntual de potenciales reservas petroleras terrestres y particularmente marinas, de ahí que se recomiende que, “…las Agencias gubernamentales de EUA deben establecer relaciones de trabajo con una Cuba libre como parte de un esfuerzo para asistir con estudios adicionales de cuencas [petroleras]. Las áreas a incluir al norte Cuba son la North Cuba Foreland Basin Assesment Unit y la North Cuba Yucatan Shelf Assesment Unit.”[18]

Amablemente’ EUA se autopropone como el actor para “garantizar la oferta creciente de crudo requerido por la economía Cubana y para modernizar y mantener en adecuado funcionamiento la capacidad de refinado del mismo.[19] Para tal propósito la apertura de Cuba a la inversión extranjera directa es nodal, indica el Informe. Así, las presiones de la cúpula empresarial petrolera de EUA para celebrar contratos con Cuba quedarían resueltas, al tiempo que se posicionaría dicha potencia norteña de un negocio que en principio, visto imperialmente, debería de ser estadounidense pero que sin embargo, por el momento está consolidándose en manos de multinacionales de otros países (el caso del níquel debe ser visto de modo similar).

En el Informe no queda claro cómo sería, según EUA, el proceso hacia “una Cuba libre” pero, vale contemplar como una de las posibilidades una invasión militar sobre todo si se tiene en cuenta que la potencia norteña está siendo dirigida por una cúpula delincuencial enloquecida que ha usado el terror del Estado a lo largo y ancho del orbe, al tiempo que ha venido actuado unilateralmente y ha violado de modo sistemático el derecho internacional, ya no se diga los derechos humanos (en Cuba hay que indicar el rol que juega en ese sentido la base de Guantánamo).[20] Las justificaciones que podrían verterse son ya bien conocidas y desgastadas: la guerra contra el terrorismo (ante un eventual operativo clandestino o “autoataque” químico-biológico contra población civil en EUA [¿o Cuba?] que sería cobrado sin cuestionamientos al “régimen castrista”) y/o como parte de un “esfuerzo” para “llevar la democracia al pueblo cubano y librarlo de la dictadura de Castro” ya que podría llegar a convertirse en “un asunto de seguridad nacional”, diría Washington, por las olas de migrantes cubanos que podrían azotar Florida como consecuencia de las medidas tomadas en 2004 por parte del gobierno de EUA y que profundizan más el embargo a Cuba (una posibilidad que Fidel Castro ya ha indicado que podría suceder). Este último escenario, que generaría un cambio de régimen “desde adentro”, sería mejor aceptado por la comunidad internacional.

No obstante, la viabilidad de que sea utilizada la carta militar no es menor ya que según la posición del Departamento de Estado de EUA antes de que se liberará el Informe en mayo de 2004, era que son de gran importancia “las horas, y los días después de la transición"[21], una consternación que parecía sugerir desde entonces que se está contemplando una transición forzada, rápida y probablemente violenta. Tal impresión sobre el potencial de un evento violento, que Castro venía denunciando desde principios de 2004 y que también he denunciado en otras ocasiones desde esta misma perspectiva de la geopolítica petrolera imperial en el Golfo de México[22], fue poco después confirmado por una carta dirigida al entonces Secretario de Estado, Colin Powell, en septiembre de 2004 por un grupo denominado Dialogo Interamericano (integrado por algunos altos funcionarios del Departamento de Estado de EUA y expertos en la materia). En su comunicado, indicaban que, “…la nueva política estadounidense hacia Cuba…incrementa la posibilidad de generar violencia y disturbios sociales en la isla y nutre la especulación de que Washington prepara una intervención.”[23] Según se lee en una nota periodística de Cason y Brooks sobre el asunto, “…uno de los firmantes de la misiva, William D. Rogers, abogado del bufete Arnold & Porter, vicepresidente de Kissinger & Asociados y ex alto funcionario del Departamento de Estado, señaló…que, aunque no cree que Estados Unidos prepare una invasión, las recomendaciones del recién difundido informe de 440 páginas de la Comisión para contribuir a una Cuba libre son ‘aterradoras’.”[24]

Los firmantes atinadamente señalan que “…ni Powell, en su introducción al informe de la comisión sobre Cuba, ni la Casa Blanca, en un documento sobre política hacia la isla emitido cuando Bush endosó el informe en mayo, emplean la frase ‘cambio pacífico’ en su formulación de la política hacia Cuba”…[por ello agregaban que]…Estamos muy preocupados por la ambivalencia del informe…Desde hace mucho la política estadounidense hacia Cuba ha sido controvertida y hasta divisoria, pero ha existido un amplio acuerdo en que la meta central era una transición pacífica. Abandonar ese compromiso representaría un cambio dramático y desafortunado en la política de Estados Unidos."[25] Y es que como ha criticado el grupo Diálogo Interamericano y tal y como aceptó Wayne Smith, ex director de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, “…la manera en que está escrito el informe, es un anteproyecto para una ocupación estadounidense. En el contexto de Irak, esa es la impresión."[26]

Aunque la respuesta de Powell a la carta en cuestión, fue que no se contempla ninguna transición violenta, Cason y Brooks indican que cuando el periódico La Jornada preguntó a Rogers, encargado de América Latina en el Departamento de Estado a mediados de los 70, si consideraba que Estados Unidos está preparando una invasión de la Isla, éste a pesar de coincidir con la postura de Powell, llamativamente sí describió un escenario en donde Castro muere, cubanoamericanos de Miami regresan a La Habana para recuperar propiedades que tenían antes de la revolución y se implementan las recomendaciones del informe de la Comisión sobre Cuba. Y puntualizaba, “…la posibilidad de violencia no parece irreal…[pero]...si eso empieza a ocurrir, entonces la posibilidad de un pedido de asistencia estadounidense no es irreal."[27]

De cualquier manera, en el ínterin, el Informe al Presidente propone estudiar la posibilidad de una aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton[28] que evoca la posibilidad de autorizar la celebración de juicios en cortes norteamericanas contra empresarios de terceros países que hagan negocios con Cuba...digamos para el caso que nos concierne de aquellos de ciertas petroleras que operen en el Golfo de México; mecanismo mediante el cual, al menos se encajonaría y subordinaría la presencia de tales multinacionales en la Isla, al tiempo que se incrementa la capacidad de explotación del crudo en el lado estadounidense beneficiándose del efecto “popote”. Lo primero ya es una preocupación que expresó Repsol YPF al indicar que “espera que la tensión política no afecte su actividad” en Cuba.[29] ¿Será que por este motivo, entre otros, no es comercialmente viable la explotación del petróleo encontrado por la multinacional?

A lo anterior vale la pena agregar la consideración del Informe para elevar los esfuerzos para involucrar a gobiernos de terceros países en las campañas contra la Revolución Cubana, un papel que a finales de abril de 2004 la Secretaría de Relaciones Exteriores de México tomó irresponsablemente, llegando a romper el 3 de mayo las relaciones diplomáticas con la Isla al exigir a su embajador y demás personal diplomático que abandonaran el territorio mexicano, una situación que no se solucionó hasta varios meses después y que dejó el precedente establecido.[30] El mencionado “esfuerzo” estadounidense, al parecer, llevó también al expresidente Checo, Vaclav Havel, a celebrar en Praga del 17 al 19 de septiembre de 2004, lo que se denominó como la Cumbre por la Democracia. El Comité por la Democracia en Cuba –ahí constituido- se pronunció por apoyar decididamente una transición no violenta en la Isla (un avance respecto a la postura de EUA que no aclara en ningún momento, como se indicó, si se considera un cambio violento). Pare ello habría que apoyar, entre otros actores, a los disidentes cubanos como a Raúl Rivero quien fuese al cabo de unas semanas puesto en libertad por las autoridades cubanas como un acto, al parecer de estrategia diplomática-política para no sobrecalentar las cosas en el ámbito internacional.

Ahora bien, uno podría detenerse a pensar que hay otras reservas hemisféricas de petróleo y gas de importancia mayor que las cubanas, por ejemplo las venezolanas; pero, es que el carácter estratégico de las potenciales reservas de petróleo cubano en la Dona Oriental son de gran envergadura no por su cantidad, sino por lo que significa que Cuba pueda hacer uso de ellas y, más aún, de frente a la enfrascada propuesta de Hugo Chavez de consolidar una multinacional Latinoamericana de petróleo, dígase Petro-America, para contar con una carta fuerte en el mercado internacional.[31]

La molestia para EUA es que las reservas petroleras de ese país caribeño vienen siendo objeto de negocio de multinacionales no-estadounidenses, que además, al ser explotadas, podrían dar “aire” a la economía cubana frente al más agudo embargo económico.[32] Y es que la resistencia cubana ante el bloqueo ha sido un asunto que le cuesta trabajo asimilar al Imperio, más cuando a pesar de ello Cuba ha logrado avanzar en algunos puntos en los que las políticas neoliberales sólo lo prometen y que una vez puestas en marcha solo llevan a peores situaciones. Por ejemplo destaca el importante nivel educativo cubano con un nivel de escolaridad promedio de 11 años; el creciente personal dedicado a ciencia y tecnología que alcanzó en el 2004 los 78 mil especialistas (700 por cada 100 mil habitantes); el de sus servicios médico-sanitarios que cuenta con cerca de 69 mil médicos y 150 mil enfermeros y técnicos de salud, muchos de los cuales conforman importantes cuadros de ayuda humanitaria a países del Sur y del Norte o; la considerable industria biotecnológica que ha desarrollado y que se coloca como la más grande de Latinoamérica y de las más importantes en su área de especialización a nivel mundial (vacunas contra la meningitis B y C, sida, cáncer, hepatitis B, dengue o mal de chagas, entre otras), un área productiva que particularmente lastima los intereses del Norte, capitalistamente hablando, ya que Cuba ofrece a bajo costo, además de tratamientos novedosos contra el cáncer, aquellos de tipo genérico contra el sida. El precio cubano por tratamiento anual asciende a los 500 dólares mientras ese mismo tratamiento es vendido por multinacionales del Norte a unos 10 mil dólares.

Asimismo, llamativo pero no casual es que Cuba se coloque entonces por encima de México y Brasil en cuanto a índices de desarrollo humano (según datos de ONU en la posición 52 a nivel mundial[33]) ya que ahí el salario no se mide por su volumen, sino por el poder de compra adquisitivo local.

El hecho de que una pequeña isla pueda lograr lo arriba indicado en constante enfrentamiento con la mayor potencia hemisférica es una preocupación mayor para Washington pues visto desde su lógica, “el traspatio no debe salirse de control” y Cuba “es un mal ejemplo para el resto de Latinoamérica”.

La geopolítica petrolera imperial en el Golfo de México es pues un factor que da una nueva tonalidad a la proyección de los intereses estadounidenses sobre la región, afectando tanto a México como a Cuba pero también al resto de Latinoamérica. Las consecuencias a la soberanía y la seguridad nacional son de gran envergadura y de modo especialmente llamativo para el caso cubano por las razones antes puntualizadas, de ahí que Fidel Castro indicara en su discurso dirigido a George W. Bush del 14 de mayo de 2002, previo a la marcha en contra de las medidas tomadas por EUA que, “…este pueblo puede ser exterminado, bien vale la pena que lo sepa, barrido de la faz de la Tierra, pero no sojuzgado ni sometido de nuevo a la condición humillante de neocolonia de Estados Unidos.“[34]

Y es que con o sin invasión, es claro que la escalada injerencista de EUA hacia Cuba es un puntal de acción para Bush. Pero, el grave error de intentar ejecutar una operación militar contra la isla para “un cambio de régimen” generaría como bien ha indicado Saxe-Fernández, un repudio regional e internacional y una resistencia cubana de insospechadas dimensiones.[35] Los costos políticos para EUA en Latinoamérica igualmente podrían ser considerables.

Desde Cuba, resistir a un escenario de fuertes costes económicos y políticos, pero sobre todo, sociales/humanos, producto de un recrudecimiento de la injerencia estadounidense o de una operación militar, claramente requiere de una fuerte cohesión y resistencia social (antes y después de dichos escenarios) pero también de una creciente labor de denuncia en el contexto internacional. Como bien un colega cuban@ me comentaba al respecto, más vale derramar una gota de sudor ahora que una gota de sangre mañana.

* Gian Carlo Delgado Ramos es economista mexicano egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y candidato doctoral en “Economía Ecológica y Gestión Ambiental” de la Universidad Autónoma de Barcelona. Autor de La Amenaza Biológica (Plaza y Janes, 2002) y de Biodiversidad, Desarrollo Sustentable y Militarización (Plaza y Valdés, 2004).

** Una versión reducida del presente texto ha sido publicada por Enfoques Alternativos. Argentina, junio de 2004.



[1] Powell, Colin. Informe al Presidente. Comisión de Ayuda para una Cuba libre. EUA, mayo de 2004.

[2] Para una reflexión de la política y la geopolítica del petróleo en el Golfo de México o lo que se ha calificado como la “Tercera cuenca” petrolera, véase el trabajo de John Saxe-Fernández, “Cuba en la Tercera Cuenca”, incluido en este mismo volumen.

[3] Aviles, Karina. “Descubren nuevo ecosistema y volcanes que emanan chapopote.” La Jornada. México, 26 de mayo de 2004.

[4] Según datos de una nota periodística, Pemex ha firmado cerca de 10 mil contratos en todas las áreas, particularmente con la iniciativa privada extranjera a la que le encarga tareas tan delicadas como los estudios integrales de yacimientos petroleros, análisis sobre perforación y terminación de pozos. También se le encomienda, añade el texto, la realización de estudios integrales de plataformas de producción, procesamiento y compresión de gas, así como proyectos "llave en mano" de exploración y explotación de crudo (Muñoz Ríos, Patricia. “Fallaron las expectativas de aumento de la petroquímica con la apertura.” La Jornada. México, 2 de febrero de 2004). Para un estudio detallado de la privatización de facto del complejo petro-eléctrico-gasero de México, véase: Saxe-Fernández, John. La compra-venta de México. Plaza y Janes. México, 2002.

[5] Rodríguez, Israel. “Las reservas petroleras en el Golfo de México, segundas en importancia.” La Jornada. México, 12 de marzo de 2004. Para más datos, véase el texto de Saxe-Fernández en este volumen.

[6] En la lista de licitaciones se tienen para agosto de 2004 la venta 192 al Oeste del Golfo de México (GOM), para marzo de 2005 la 194 en el Centro del GOM, para agosto de 2005 la 196 al Oeste, para marzo de 2005 la 197 al este, para marzo de 2006 la 198 al Centro, para agosto de 2006 la 200 al Oeste y para marzo de 2007 la 201 al Centro del GOM.

[7] MMS. “Ultra-Deep Drilling Record Set Deepwater Energy Exploration Expands.” News Realease # 3036. EUA, 4 de marzo de 2004.

[8] Ibidem.

[9] Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda global de crudo se incrementará para el 2005, pasando de 82.2 millones de barriles diarios a 84 millones. Para EUA, país que consume el 30% del crudo a nivel mundial, el panorama no es alentador. Como correctamente escribe Klare: “…hoy, que la demanda sobrepasa el abasto y cuando el desorden se esparce por las principales áreas productoras, la norma, no la excepción, es que haya mermas globales y precios más altos… Y dado que la producción interna de crudo está en declive irreversible, cualquier incremento en el uso que EUA haga del crudo implicaría una dependencia mayor del petróleo importado… El resultado es que somos más dependientes del crudo proveniente del extranjero en 2004 que en 2001, y todos los indicadores sugieren que esta dependencia se hará más pronunciada durante el segundo periodo de Bush.” (Klare, Michael. “Eventual crisis de energía amenaza mandato de Bush”. La Jornada. México, 18 de diciembre de 2004). No es casual entonces que EUA se lance a incrementar la explotación de petróleo en el Golfo de México, a rellenar y ampliar sus reservas artificiales de crudo (según preveé el Acta de Energía de EUA de 2004, en el 2005 se incrementarán las reservas en 300 mil barriles extras, alcanzando el millón de barriles almacenado bajo tierra en sitios de alta seguridad emplazados en Texas y Lousiana) y a plausiblemente extraer el petróleo contenido en el subsuelo de las reservas naturales de Alaska (algo de lo que Klare da cuenta).

[10] Ibidem.

[11] Powell, mayo de 2004. Op cit: 322.

[12] Casado, R. “Repsol YPF inicia la búsqueda de crudo en Cuba para elevar sus reservas.” Expansión. España, 4 de mayo de 2004.

[13] García-Zarza, Isabel. “Anuncio de Repsol aleja sueño petrolero de Cuba”. Cubaencuentro.com. 5 de Agosto de 2004.

[14] Ibid.

[15] Ibidem.

[16] Véase Barbosa, Fabio. El Petróleo en los Hoyos de Dona. IIEc-UNAM. México, 2004. Citado en Saxe-Fernández. Op cit.

[17] Powell, mayo de 2004. Op cit: 331.

[18] Ibid: 323.

[19] Ibid: 267-268, 331.

[20] Para una reflexión sobre la temática revise: Saxe-Fernández, John y Delgado-Ramos, Gian Carlo. Globalización del Terror, Amenaza Bioterrorista. Centro Juan Marinello. Cuba, 2002.

[22] Véase: Delgado-Ramos, Gian Carlo. “Cuba y la geopolítica petrolera imperial en el Golfo de México”. Rebelión. Cuba, 17 de mayo de 2004.

[23] Cason, Jim y Brooks, David. “Bush quiere transición violenta en Cuba: expertos.” La Jornada. México, 9 de septiembre de 2004.

[24] Ibid.

[25] Ibidem.

[26] Ibidem.

[27] Ibidem.

[28] Cuban Liberty and Democratic Solidarity Act o Ley Helms-Burton de 1996 que entre sus actores está Roger Noriega, Secretario Asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. Disponible en: http://usinfo.state.gov/regional/ar/us-cuba/libertad.htm

[29] Casado, 4 de mayo de 2004. Op cit.

[30] Véase: Cárdenas, Cuahutémoc. “Declaración sobre el retiro de embajadores de Cuba y México.” La Jornada. México, 4 de mayo de 2004.

[31] Según se lee la propuesta, PetroAmerica sería un tipo de OPEC Latinoamericana en la que estarían a la cabeza Pdvsa y Petrobrás, pero a las que se sumarían otras como ECOPETROL (Colombia), PetroEcuador y PetroTrinidad (Trinidad y Tobago). Una alianza con PEMEX, es poco probable pues la multinacional está mirando más hacia EUA que hacia América Latina, aunque la situación podría cambiar de darse un giro al contexto político actual por uno más progresista, algo que pudiese darse en las elecciones presidenciales de 2006.

[32] Según se puede leer en el Informe al Presidente, “…con inversión extranjera desde 1997, Cuba ha duplicado su capacidad de producción de petróleo y ha incrementado 10 veces la de gas natural.” (Powell, mayo de 2004. Op cit: 331)

[33] http://www.undp.org/hdr2003/espanol/pdf/ presskit/HDR03_PKS_HDI.pdf

[34] Castro R, Fidel. “Proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos”. La Jornada. 15 de mayo de 2004.

[35] Saxe-Fernández, Op cit.


https://www.alainet.org/es/articulo/111402
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