Celso Furtado y la vigencia del desarrollo

01/12/2004
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La muerte de Celso Furtado abre un vacío en la lucha por retomar el desarrollo en América Latina y en los países en desarrollo. Su pensamiento ha sido una guía poderosa para la acción de amplias fuerzas sociales que empujan en esta dirección en un momento histórico particularmente favorable al crecimiento económico en escala mundial. Hemos señalado varias veces el rol reaccionario que representa el pensamiento neoliberal en las presentes condiciones históricas. Lo hemos comparado al rol de la escolástica en el final de la Edad Media al oponer sus argumentos de lógica formal a la realidad empírica cada día superada por la experiencia revolucionaria de la expansión marítima comandada por la burguesía europea. En el momento actual, el pensamiento económico del siglo XVIII retomado como fundamento de una "ciencia" económica que se pretende ciencia exacta a pesar de su visión estática, su método de raciocinio formalista que valoriza la deducción a partir de categorías económicas puras con el objetivo de aplicarlas de inmediato a la realidad. Estas categorías estáticas entran en choque con la dinámica colosal que la revolución científico técnica está realizando en escala mundial. Nadie mejor que Celso Furtado para hacer la crítica de estas concepciones arcaicas presentadas como grandes conquistas posmodernas por el hecho de manejar un instrumental matemático por lo demás bastante arcaico también. Celso Furtado ha sido un defensor erudito y profundo del método histórico estructural en las Ciencias Sociales. Pero al mismo tiempo, se ha caracterizado por un dominio muy sofisticado de las categorías económicas desarrolladas en la posguerra por el pensamiento neokeynesiano. Él pudo así articular su amplio conocimiento histórico y sus investigaciones propias con el análisis macroeconómico en desarrollo exactamente en el período de su formación profesional. Su contribución no se limitó a la realidad brasileña, genialmente expuesta en su Formación Histórica del Brasil, libro cuya lucidez no ha sido superada hasta nuestros días. Ella se amplió al proceso latinoamericano que estudiara ampliamente durante su experiencia en CEPAL en los años 1950s, y, posteriormente durante su exilio en el curso que ofreció en Chile en el Instituto de Estudios Internacionales. Todo esto resultó en la publicación de su libro sobre la Formación Histórica de América Latina. Durante su estadía en los Estados Unidos después del golpe de Estado de 1964, Celso Furtado amplió y profundizó su estudio de la experiencia norteamericana sobre la cual produjo excelentes análisis históricos explicativos de su formación como potencia mundial hegemónica, al diferenciarse de la experiencia latinoamericana. Sus estudios sobre las empresas multinacionales y sobre la dependencia reforzaron su contribución al análisis de la economía mundial cuya forma de globalización él anticipó ya en esta época. Todos estos estudios estaban volcados hacia la interpretación de los mecanismos básicos del desarrollo, entre los cuales la innovación tecnológica ocupaba un lugar muy especial. Pero no se trataba de la innovación como una fuerza externa a la acumulación capitalista como suele ser presentada en el pensamiento económico neoclásico. Celso Furtado había leido y asimilado suficientemente el marxismo para integrar el fenómeno del cambio tecnológico en la acumulación capitalista y en el análisis del desarrollo. Sus análisis permitían entender como los compromisos de la clase dominante en América Latina con las brechas del mercado mundial se unían a la concentración de la propiedad (sobretodo de la tierra) y a la explotación de la mano de obra esclava y servil y posteriormente a las formas semiserviles y de mano de obra barata limitando, en consecuencia, la formación de un mercado interno dinamizador del crecimiento. Vemos así como el atraso social de la región se convierte en un importante factor de la deformación de la dinámica económica, produciendo un crecimiento insatisfactorio que solamente la acción estatal republicana, nacional y democrática podría superar. Su actuación política estuvo siempre inspirada en estas ideas claves para uno de los pocos brasileños civiles e intelectuales que se alistaron en las tropas nacionales que participaron de la Segunda Guerra Mundial en contra del nazifascismo. La experiencia de los regímenes de derecha en Brasil y en América Latina solo reforzaran su propuesta analítica. Los años de hegemonía militar se apoyaron en políticas monetaristas que detuvieron el avance económico de la región , aún cuando pudieron ofrecer algunos momentos de expansión económica localizada. Desde 1980, como resultado del endeudamiento irresponsable iniciado en la década anterior, Brasil, toda la región y todos los países endeudados se empantanaran en la caída del crecimiento con años y años de recesión bajo la implantación de la dictadura de los acreedores representados por el FMI y el Banco Mundial, solidamente respaldados por la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos y el sistema bancario mundial. Celso Furtado ha denunciado sistemáticamente la política económica responsable de la subordinación de la región a estas directrices. Denunció con enérgica reprobación la inmersión de varios de sus colegas y discípulos en la aventura neoliberal y no dejó de proponer caminos alternativos. El pueblo brasileño estuvo de acuerdo con sus recomendaciones y sus denuncias al derrotar masivamente el candidato de Fernando Henrique Cardoso, con 77% de votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2002 que condujeron a Lula da Silva al gobierno de Brasil. No vaciló también en criticar la continuación de esta política económica. Pocos días antes de su muerte respaldó de manera vigorosa a su colega Carlos Lessa, que estaba por caer de la presidencia del Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES) , institución de la cual había sido uno de los inspiradores. Celso Furtado creía firmemente en las posibilidades de retomar el desarrollo económico sin graves presiones inflacionarias en las circunstancias actuales. Como él así piensan por ejemplo los dirigentes chinos que mantienen un crecimiento del 10% al año sin grandes presiones inflacionarias. No es por nada que ha sido traducido y publicado en chino el libro de Celso Furtado sobre subdesarrollo y desarrollo. Cuando lanzamos su candidatura al Premio Nóbel de Economía en el Seminario Internacional del REGGEN de 2003 los representantes de la Academia de Ciencias Sociales de China apoyaron con entusiasmo su candidatura. Esta fue también la reacción de todas las fuerzas democráticas de América Latina y de gran parte del mundo. Los "dueños" de la ciencia económica oficial quedaron en deuda con la conciencia avanzada de todo el mundo al negarle este reconocimiento. *Profesor titular de la UFF. Coordinador de la Cátedra y Red UNESCO-UNU sobre Economía Global y Desarrollo Sostenible.
https://www.alainet.org/es/articulo/110980
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