La ONU: ¿Tiene futuro?

29/09/2004
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A propósito de la 49 Asamblea General de la ONU se coloca en el debate internacional el futuro de la organización. Creada en 1945 mediante la Carta de San Francisco, fue el resultado de la correlación de fuerzas de la Segunda Guerra Mundial, por ello su composición inicial en cuanto hace al Consejo de Seguridad reflejó el peso de las potencias vencedoras de esta confrontación bélica: los miembros con derecho a veto fueron Estados Unidos, Unión Soviética, Inglaterra, Francia y China. En buena medida la ONU fue el espacio en el cual la confrontación Este-Oeste se expresó y el mecanismo para mantener el equilibrio en la misma. Concluida la 'guerra fría', simbólicamente con el derrumbe del Muro de Berlín y la posterior disolución de la Unión Soviética, se produce un proceso irregular de sustitución de la Unión Soviética por la Federación Rusa, pero esto era ya el reflejo de la nueva situación global: unipolaridad con una súper-potencia hegemónica, los Estados Unidos y otras potencias nucleares de menor entidad. En cierta medida, la ONU fue funcional a la bipolaridad, terminada la cual, comenzó a reflejar las dificultades propias del nuevo orden global. Pero fue, a propósito de la nueva doctrina de seguridad y defensa norteamericana, pos 11-9, en la cual la llamada 'guerra preventiva' se coloca como la opción de USA para dar vía libre al unilateralismo dentro de la cruzada global contra el denominado terrorismo de alcance global, sustituyendo el multilateralismo con las coaliciones transitorias para cada expedición bélica. La invasión a Irak, apoyada por aliados circunstanciales se convirtió en el mayor cuestionamiento de la ONU. De este golpe político aún no se termina de reponer la organización internacional. Por ello una de las tensiones presentes en las actuales sesiones de la Asamblea de la ONU, justamente fue la expresada en la opinión del Secretario General cuestionando la legalidad y legitimidad de la invasión norteamericana a Irak, sin mandato del Consejo de Seguridad y el intento del Presidente de USA de justificarla, acudiendo al expediente de la lucha contra el terrorismo y la instauración de la democracia, desconociendo el infierno en que se está convirtiendo Irak para sus tropas y para la propia estabilidad del país y de la región. La segunda controversia se dio a propósito de la reiterada propuesta de potencias medianas en ascenso y de carácter regional, como Brasil e India y de las potencias perdedoras de la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Japón de querer ser parte del Consejo de Seguridad como nuevos miembros permanentes. Esta reforma probablemente se va a terminar dando pero va a requerir un tiempo de maduración. No es fácil que la hiperpotencia global acepte compartir un mismo nivel dentro del Consejo de Seguridad con nuevos países a los cuales ve como verdaderos 'enanos' militares. La tercera tensión se manifestó a propósito de la iniciativa de la mayoría de países liderados por Brasil y la Unión Europea de una campaña contra el hambre y la pobreza acudiendo a modalidades novedosas de financiamiento –nuevos impuestos, por ejemplo a transacciones financieras y a la venta de armas- y que por supuesto no tuvo una posición favorable de USA La ONU tiene un alto nivel de legitimidad internacional y junto con el sistema de organismos que la componen viene cumpliendo papeles importantes dentro de la agenda global. Es probable que la ONU continúe siendo la organización internacional por excelencia e igualmente que USA acepte una reforma de la misma que amplíe el número de sus miembros permanentes y que fortalezca, por lo menos transitoriamente el multilateralismo, sin que esto conlleve una 'domesticación' del actuar norteamericano, que se seguirá reservando para sí la posibilidad de actuar unilateralmente cuando lo considere. * Alejo Vargas Velásquez es profesor de la Universidad Nacional
https://www.alainet.org/es/articulo/110637?language=es
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