Catástrofes no tan naturales
20/06/2004
- Opinión
- Las inundaciones amenazarán a un tercio de la Humanidad
en 50 años, según un informe de la ONU -
"La intervención humana en el entorno natural está
generando nuevas amenazas socio-naturales, principalmente
asociadas a fenómenos climáticos", afirmaban los expertos
del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
hace dos años. No era la primera vez: los científicos
llevaban años alertando de ello, pero el auténtico debate
no se abrió hasta hace unos días, cuando una película, "El
día de mañana", especulaba con la idea de gigantescas olas
de hielo cerniéndose sobre Norteamérica a causa del cambio
climático. Mientras un grupo de partidarios del presidente
de Estados Unidos George W. Bush acusaba en el estreno al
director del film, Roland Emmerich, de haber realizado un
panfleto contra el dirigente estadounidense, la
organización ecologista Greenpeace sacaba una página web en
la que mostraba con imágenes reales que las consecuencias
del cambio climático no son ciencia-ficción ni algo del
futuro.
Antes, en enero, un artículo publicado por 19
investigadores de varios países en la revista científica
"Nature" calculaba, a partir de las proyecciones actuales
de calentamiento global, que en 2050 se extinguirán entre
el 18 por ciento y el 35 por ciento de las especies de
plantas y animales terrestres, salvo que una rápida y
eficaz aplicación de las medidas de reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero lo evite. Un mes después, un
estudio del propio Pentágono trazaba para la misma fecha un
panorama desolador: si se confirman las peores
expectativas, Estados Unidos recibiría oleadas de
refugiados ambientales hambrientos procedentes de México,
Sudamérica y el Caribe; se incrementaría la cantidad e
intensidad de las inundaciones y crecidas del mar; y
prolongadas sequías en África y Asia originarían guerras
por el suministro de alimentos, agua y energía.
¿Son riesgos reales? ¿O se trata más bien de una campaña
que utiliza el catastrofismo para que población y
autoridades tomen cartas en el asunto? Un informe de la
Universidad de Naciones Unidas publicado el pasado 14 de
junio arroja algo de luz al respecto. Bajo el título "Medio
Ambiente y Seguridad Global", el estudio asegura que en 50
años al menos un tercio de la Humanidad, (unos 2.000
millones de personas) podría sufrir las consecuencias de
las inundaciones que afectarán al Planeta. Esto se debería
a que, para entonces, se habría duplicado el número de
personas en el mundo que vivan en zonas vulnerables a este
fenómeno meteorológico, lo que el informe atribuye a cuatro
factores: el cambio climático que sufre la Tierra, el
abrupto aumento del nivel de los mares, la deforestación
continuada -especialmente en las regiones montañosas- y el
aumento de población en dichas zonas (especialmente
atractivas por la riqueza de sus suelos, la existencia de
abundantes reservas de agua,...)
"En un mundo más húmedo y caliente como el que pronostica
hoy la ciencia, es probable que haya más tormentas en la
parte superior del Hemisferio Norte, mientras que algunas
zonas continentales tendrán veranos más secos y un mayor
riesgo de sequía. El deshielo de los glaciares y los polos
aumentará el nivel de los mares, que podrían inundar
pequeñas islas, bajas zonas costeras y dunas erosionadas",
explica Janos Bogardi, director del informe y responsable
de la sede de la Universidad de Naciones Unidas recién
inaugurada en Bonn (Alemania).
El fenómeno no es nuevo. Actualmente, las inundaciones
causan el 15 por ciento de las pérdidas humanas por
catástrofes "naturales", afectan cada año a casi uno de
cada diez habitantes del mundo y provocan más de 25.000
muertes, principalmente entre los habitantes más pobres del
Planeta. En Asia, el continente más perjudicado por este
fenómeno, 400 millones de personas han sido una diana
potencial de las inundaciones en los últimos veinte años.
De hecho, entre 1987 y 1997, el continente perdió 228.000
vidas y sufrió pérdidas económicas por valor de 136.000
millones de dólares a causa de las inundaciones.
El informe desmonta otro de los mitos en torno al medio
ambiente (existen prioridades y no se puede invertir en
protección del medio ambiente cuando tanta gente muere de
hambre), creando una falsa disyuntiva entre dos fenómenos
que en muchos casos están interrelacionados. Según el
texto, el coste para la economía mundial de las
inundaciones y otros desastres relacionados con el agua
(entre 50.000 y 60.000 millones de dólares anuales) es
similar al monto dedicado a ayuda al desarrollo por todos
los estados donantes. Se trata de pasar de la "mentalidad
de la reacción y la caridad a la de la anticipación y la
prevención". Es decir, cambiar la dinámica actual, en la
que los países gastan en una proporción de 100 dólares en
ayuda posterior al desastre, por sólo uno en prevención del
mismo.
Además, la mortalidad es mayor, por lo general, en las
zonas rurales de países en desarrollo, donde no existen
infraestructuras preparadas para resistir el embate del
agua, hay una ausencia de mecanismos de predicción y la
cobertura sanitaria es mínima o difícilmente accesible.
"Las miles de trágicas muertes por inundaciones en Haití y
la República Dominicana en las últimas semanas subrayan la
extrema vulnerabilidad de los países en desarrollo",
asegura Janos Bogardi. "Mientras las pérdidas económicas
originadas por desastres naturales en los países ricos
suponen un 2 por ciento del PIB, en los países en
desarrollo dicho porcentaje alcanza el 13 por ciento".
Las graves consecuencias del deterioro ambiental son un
hecho cada vez más constatado por estudios científicos
rigurosos y más patente en el día a día. Al igual que
algunas organizaciones ecologistas y medios de comunicación
harían bien en evitar la utilización de las catástrofes
como elemento de concienciación, porque tan sólo generan
inquietud ante una amenaza concreta en lugar de una
ciudadanía responsable e informada en temas ambientales que
actúe por convicción, los dirigentes mundiales deberían
encontrar en ese riesgo futuro un motivo más -aunque no el
único- para proteger el medio ambiente sin más dilación.
* Antonio Pita es periodista. Agencia de Información
Solidaria
https://www.alainet.org/es/articulo/110116
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