El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) está de fiesta. Son 20 años de lucha por la reforma agraria y por la búsqueda de igualdad y justicia social. Trabajadores rurales de 23 estados brasileños se reunieron en São Miguel do Iguaçu, en Paraná, del 19 al 24 de enero, con ocasión del XII Encuentro Nacional del MST que marcó el aniversario del Movimiento cuya fundación tuvo lugar en Cascabel, Paraná, en 1984. En la ceremonia se recordó la dura historia de lucha por la tierra de millares de sin tierra en el transcurso de los 20 años. Líderes históricos del movimiento y representantes de entidades nacionales e internacionales reafirmaron los principios y objetivos de la lucha del pueblo, y además se rindió homenaje a los luchadores y organizaciones que forjaron el MST. Durante su intervención, João Pedro Stedile, de la Coordinación Nacional del MST, destacó que solo se hace reforma agraria por medio de la lucha colectiva y de masa, pues la "única cosa que puede cambiar la sociedad es el pueblo organizado". En la trayectoria del movimiento, señaló, al inicio los trabajadores encontraban que bastaba conquistar la tierra; después percibieron que existen otras cercas en el camino. "No basta derrumbar las cercas y conquistar la tierra. Es preciso derrumbar las de la ignorancia, del capital y, desde hace dos años, descubrimos que es preciso también derrumbar una cerca más: la de la tecnología de las multinacionales que nos impone las semillas transgénicas. Si perdemos el patrimonio de las semillas, de nada servirá que conquistemos la tierra y el capital. Aquí en Brasil, el campesino tiene que luchar contra los transgénicos, aunque tengamos que ir a la guerra", acotó Stedile. En 1984 un grupo de 80 representantes de organizaciones campesinas de 13 estados brasileños se reunieron en una iglesia próxima de la ciudad de Cascabel entre el 20 y 24 de enero. En esta reunión se acordó la creación de un movimiento nacional que congregase a los campesinos que desde finales de los años 70 se venían organizando para reivindicar el acceso a la tierra que les había sido retirada por el proceso de mecanización que estaba produciendo una transformación de la agricultura brasileña. Esos campesinos, que estaban siendo llamados "sin tierra" por la prensa nacional, decidieron incorporar la expresión al nombre del movimiento y así fundaron el MST. Hoy, después de 20 años, el Movimiento cuenta con cerca de 350 mil familias asentadas y, aproximadamente, 150 mil viven en acampamentos. Considerando que el promedio de la familia brasileña es de cuatro personas, los militantes del MST llegan alrededor de dos millones de personas.