Democracia y Libertad de Expresión

25/05/2004
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Este sábado 22 de mayo se llevó a cabo en España, la Boda Real, entre su Alteza Real el Príncipe Felipe de Asturias y Doña Letizia Ortiz Rocasolano. El mismo día se desarrollaba en Venezuela el Telecorazón, un maratón televisivo de 29 horas de duración que involucra a las principales plantas televisoras, siendo su finalidad recolectar fondos para los programas de la Fundación Unamos al Mundo por la Vida. Muchas voces se alzaron contra estos eventos frívolos, que esconden la realidad de la sociedad capitalista. Mientras las televisoras mostraban las imágenes ensayadas de una boda al estilo de un cuento de hadas, la realidad, dura y sin remedio como dice el poeta, nos mostraba manifestaciones multitudinarias en España (ver http://www.rojoynegro.info/2004/article.php3?id_article=1475) en las que los ciudadanos repudiaban el acto de los "parásitos", expresión con la que llaman a la gente de la realeza. Consignas como "Yo pagué la boda y no me invitaron" y "La falta de vivienda y empleo también son Reales" lograron reivindicar el espíritu crítico de los republicanos españoles. La libertad de expresión en España impidió que se vieran dichas imágenes y no llegó a trascender la intensidad de estas protestas. Incluso, el Director del diario español El Mundo censuró al prestigioso periodista Jesús Cacho, impidiendo que su reportaje sobre la boda apareciera en el diario. Por otro lado, algunos periodistas escribieron que el pueblo madrileño protestó, con su ausencia, el vergonzoso espectáculo de derroche que significó dicha boda real (ver, por ejemplo, http://www.rebelion.org/spain/040524hig.htm) En Venezuela la situación no fue diferente. El espectáculo llamado Telecorazón terminó como uno más de esos interminables y torturantes programas que pasan los días sábados en nuestras televisoras comerciales. Por cierto, esas televisoras comerciales venezolanas, que alentaron el Golpe de Estado y que se regocijaban de anunciar los "partes de guerra" de los días del sabotaje petrolero, esas mismas televisoras, expiando culpas, fueron las que presentaron el TeleCorazón 2004. Al final, anunciaron haber recogido la cantidad de 9 millardos de Bs., aproximadamente 4,5 millones de $USD. Posiblemente ese dinero tenga el mismo destino que tuvo el dinero recogido el año pasado, es decir, ninguno conocido. Tanto en el caso del Telecorazón como de la boda real, la cursilería y las banalidades quedaron como centro del espectáculo que ofrecieron a los espectadores. Tales son la esencia de una sociedad capitalista, corrupta y en decadencia. Históricamente ha sucedido que los gobiernos, mientras más dados estaban al pan y circo, y mientras más fastuosos eran sus espectáculos, más cerca estaban de su final. Sin embargo, el presente artículo no es para criticar cursilerías reales o televisivas. Más bien se quiere demostrar que las voces disidentes de estos espectáculos no tuvieron la debida acogida en los grandes medios de comunicación. O para ser más enfático, la tan cacareada Libertad de Expresión, fue imposible ejercerla en los grandes medios, y por el contrario, lo que se pudo determinar es que, mientras las opiniones comulguen con la línea editorial, entonces sí, existe Libertad de Expresión. La Libertad de Expresión está consustanciada con la Democracia misma, es decir, no puede existir la una sin la otra. En un artículo pasado, señalábamos que la Libertad de Expresión está mediatizada en Venezuela, ya que los grandes medios de comunicación venezolanos, han pasado a ser franquicias de las grandes transnacionales y de los monopolios de la información (ver http://www.espacioautogestionario.com/libertaddeexpresion.htm ). De acuerdo a este razonamiento, son los grandes medios de comunicación venezolanos los que atentan verdaderamente contra la Democracia. Son ellos los que impiden que el ciudadano común tenga acceso a dar sus opiniones, por divergentes que estas puedan ser. Son ellos los que se oponen a la participación de la disidencia. Y como hemos visto en el caso de España, esta situación se da tanto en países del "primer mundo" como del "tercer mundo". La Democracia venezolana no sólo vive acosada por la injerencia extranjera, específicamente la estadounidense, y por las conspiraciones de traidores a la patria. También vive acosada porque la falta de Libertad de Expresión, pone en peligro procesos democráticos que están próximos a realizarse, tal como el proceso de reparos de este fin de semana y las elecciones regionales cuya cercanía temporal es inminente. Una forma de defender la Democracia es romper el cerco mediático impuesto por los grandes monopolios de la información.
https://www.alainet.org/es/articulo/109967
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