El dilema marino de Bolivia

13/01/2004
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Mesa es uno de los presidentes más débiles de la historia boliviana. Necesita azuzar el tema marítimo para unir a una nación agudamente polarizada. Anhela que el temor ante un nuevo estallido social convenza a los gobernantes americanos para que presionen a Chile. Santiago sólo acepta soluciones que no cuestionen su integridad territorial. Podría permitir que bolivianos vayan a Arica sin pasaporte o "alquilar" un puerto por ciertas décadas. Mas, Bolivia demanda salida soberana. Lagos no es capaz de ceder un desierto o un lago sin una interesante compensación territorial o monetaria. Mesa es incapaz de entregar porciones de su país. Perú simpatiza con Bolivia y pide que ésta solucione el problema con Chile. Sólo entraría a terciar en caso que Santiago ceda territorios que antes fueron peruanos. Lima quiere sacar ventaja de la pugna para insistir en su disputa de límites de mar entre Tacna y Arica. Perú dio una concesión a Bolivia por Ilo. Podría ofrecer toda su costa a Bolivia en caso de reconstituirse una confederación con ésta. La unión del Alto y Bajo Perú podría también generar susceptibilidades internas e internacionales. A la larga la única posibilidad que tiene Bolivia para tener vías directas al mar es mediante la integración y unión económica y política de la región. Chile-Bolivia-Perú: Tratados y consecuencias Este 20 de octubre se cumplen 100 años del tratado Bolivia-Chile en el que ambos países reconocen sus actuales fronteras. Allí Bolivia acepta ceder su antiguo litoral. A cambio recibió compensaciones como £300,000 y el que se inicie la construcción de un ferrocarril entre Arica y La Paz, para ramificarse por toda Bolivia, y en el cual Santiago invertiría £100,000 anuales. El 3 de junio de 1929 Chile y Perú firman un tratado para repartirse "el territorio de Tacna y Arica" según su actual demarcación. Chile entrega US$6 millones al Perú y se ofrece a financiar un ferrocarril que una Arica con Tacna así como ciertas edificaciones peruanas en Arica. Ambos países "no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de (esos) territorios". Para Chile sus vecinos han aceptado sus actuales fronteras y no hay territorio alguno que negociar. Santiago podría retroceder si hay una conmoción interna, si Bolivia fuese una mayor potencia militar o económica o si Washington le obligase. Nada de eso pasa y Chile es uno de los países mejor vinculados a EEUU. Chile y Perú no pueden ceder parte de Arica o Tacna a Bolivia sin el aval del otro. Si Chile entrega un corredor al sur de Arica parte a su país. Bolivia podría conseguir concesiones portuarias pero no territoriales, a menos que esté dispuesto a hacer una sustanciosa oferta que su población podría vetar. * Isaac Bigio es Analista Internacional. Ha obtenido grados y postgrados en historia y polìtica econòmica en la London School of Economics, donde tambièn ha enseñado. Premio Dillons (Waterstone) a la excelencia.
https://www.alainet.org/es/articulo/109085?language=en
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