Encuentro Social Alternativo
Foro Debate Asamblea Constituyente
15/11/2003
- Opinión
¿Para que sirve la constituyente?
Con esa pregunta el constitucionalista Luis Verdesoto, inició
su ponencia ¿para qué nos sirve la Constituyente, qué nos
dará después de ser firmada? Respondió que con ella no pasa
mucho, no pasa nada y pasa muchísimo. Qué quiere decir esto?
No pasa mucho o no pasa nada quiere decir que frente a las
grandes preguntas que tenemos sobre el desarrollo, la
constituyente no las responde y no tiene por qué hacerlo, lo
cual significa que de la constitución no sacaremos soluciones
a la pobreza, a la crisis, de la constituyente no sacaremos
soluciones a la falta de recursos del país. Lo que sacaremos
de ella son reglas para que los bolivianos se pongan de
acuerdo sobre cómo resolverán sus problemas, que todos tengan
claro, cómo y cuándo se sentarán en la mesa para solucionar
sus problemas.
Consiguientemente, la Asamblea Constituyente no nos da
respuesta al desarrollo, pero nos da un escenario y nos da
unas reglas del juego, mediante las cuales todos y todas,
actores y actoras podemos ponernos de acuerdo. Usando el
ejemplo del matrimonio dijo " en este sentido, la
constituyente es ese rito que les permite a los miembros de
una comunidad política, en este caso de un país, saber cómo
actuarán como comunidad que tiene un destino, que tiene
esperanzas, expectativas, que se plantea superar los
problemas de la pobreza y necesita saber con qué y cómo
contribuye cada quien, para el logro de este objetivo. Esto
es la constituyente; es un pacto político de todos:
ciudadanos, ciudadanas, indígenas, obreros, campesinos,
profesionales, partidos políticos, organizaciones sociales,
que se juntan en una mesa, durante un periodo de tiempo y
resuelven, cómo quieren que sea su país, cómo piensan su país
y cómo hacen para que funcione de modo armónico; esto nos
permite estar seguros que nuestras propuestas están siendo
respetadas, pero en interacción con otras".
Toda constitución es una interacción entre todos y todas, no
solamente es la negociación: qué yo doy, y qué tu das, sino
que juntos logramos meternos en aquellas cosas que son
intangibles, no podemos tocarlas con las manos, pero sí
pensarlas, por ejemplo, temas como el Parlamento, funciones
del presidente de la república, cómo se organizan las
prefecturas.
Entonces, la constituyente recoge el grado de acuerdo social,
al que se ha llegado en una comunidad; aspecto importante que
permite que cada actor/a desarrolle sus interesas, pero
fundamentalmente, se deben desarrollar las visiones que se
tienen de los otros, del conjunto, subrayar el modo de
relacionarse con los otros. En la opinión de Verdesoto,
cobra importancia la visión que tenga el ciudadano/a del
Estado, de la función judicial, legislativa, del Congreso, de
los gobiernos nacionales, de la prefectura, del municipio, de
las instituciones para poder interactuar y decidir cómo debe
ser ese espacio que todos/as compartirán.
Para eso existen instituciones que tienen la función de
llegar a esos acuerdos: la Asamblea Constituyente, que puede
reformar parcialmente, lo ya constituido pero, también, puede
ser una Asamblea Constituyente Plena, lo que implicaría
volver a constituir lo constituido, volver a diseñar las
reglas de funcionamiento del Estado mismo y todos sus
sistemas. En consecuencia es tremendamente importante ver
hasta dónde queremos llegar y para eso debemos saber cómo
estará conformada esa Asamblea.
Finalmente, expresó que hay distintas experiencias en América
Latina, pero lo importante es partir de los intereses de la
nación, del conjunto de la comunidad y no de los intereses
particulares o sectoriales. La constitución no es la suma de
intereses, es un cuerpo, es saber construir una casa segura
que deberá cobijar a todas las ciudadanas y ciudadanos.
https://www.alainet.org/es/articulo/108845?language=pt
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