Un ALCA sin ALCA
20/11/2003
- Opinión
El nuevo borrador de la Declaración de la 8va Reunión
Ministerial del ALCA, que será analizado por los ministros de
los 34 países del continente reunidos en Miami (Estados
Unidos) desde el 20 al 21 de noviembre, es una versión
aligerada del anterior, que presenta la flexibilidad de que
cada uno de los países pueda definir distintos niveles de
compromiso y apertura, pero siempre en concomitancia con el
mismo proceso de integración denominado ALCA.
En esta versión llamada de compromiso, para salvar el ALCA,
presentada por la copresidencia de la reunión: Estados Unidos
y Brasil, se alude por primera vez a las disparidades entre
los países, se incluyen menciones a las cuestiones ambientales
y laborales, y se reconoce la posible coexistencia entre el
ALCA y otros acuerdos subregionales y bilaterales.
No obstante, si ya no se habla en los mismos términos de la
versión original, concebida desde 1994, que planteaba una
liberalización general y simultánea, los matices introducidos
siguen siendo parte del mismo planteamiento de libre comercio,
que persigue la creación de un área de expansión continental y
de definición neoliberal.
Por lo tanto, los esfuerzos para salvar el ALCA, tienen que
ver con la tentativa de procurar el mantenimiento del perfil
de una propuesta que, a pesar de sus evidentes
contradicciones, se viene postulando, desde hace un decenio,
como la única vía para garantizar el crecimiento y el
desarrollo.
Salvar al ALCA
En momentos en que se inició la Reunión Ministerial sobre el
ALCA destaca en popularidad el tema de los acuerdos
bilaterales entre el país anfitrión y los demás.
Los países andinos, excepto Venezuela, han pactado ya una
agenda inmediata que priorizará en un primer tiempo a Colombia
y Perú, y luego a Ecuador y Bolivia. Así mismo, Panamá -que
se había quedado fuera del CAFTA- y República Dominicana –que
quiere hacer parte del acuerdo con Centroamérica-, son parte
del grupo de países alineados en esta modalidad.
Para el representante comercial estadounidense, Robert
Zoellick, estos acuerdos bilaterales representan un avance de
su estrategia multi-escenarios -que contempla acuerdos
bilaterales, sectoriales y multilaterales-; para los
sonrientes ministros andinos son una oportunidad para abrir su
mercado de 93 millones de habitantes a la inversión del Norte
y a la vez vender sus productos en este último; mientras que
para todos los demás, es claro que el propósito de los
bilaterales es fortalecer la relación de fuerzas de los
Estados Unidos ante la iniciativa liderada por Brasil, que
pretende procurar un cierto balance en la relación.
Mientras tanto, a pesar de las múltiples reuniones de grupos
de trabajo, comités y otros que, para allanar el terreno para
la reunión ministerial, iniciaron desde hace varios días en
Miami, el documento del ALCA sigue manchado por los famosos
cinco mil corchetes y sus negociaciones anquilosadas.
Así, lo que predomina más bien en el escenario gubernamental
es un ambiente de "búsqueda" de soluciones para salvar al ALCA
o por lo menos la inminente reunión. Para hacerlo, se
magnifican las posibilidades que resultarían de la
coincidencia entre los Estados Unidos y Brasil, que consiste
en remitir el tema de la agricultura al escenario de la OMC y
enfocar el asunto de los aranceles en esta reunión.
Pero, hasta en la cumbre de empresarios, que se celebró en
esta misma ciudad, los señalamientos sobre el carácter
inviable del texto del ALCA son cada vez más reiterativos y
los acuerdos sostenibles cada vez más lejanos.
Marcha contra el ALCA
Mientras en aire, mar y tierra de Miami, miles de policías,
marinos, militares y otras denominaciones de ese género, se
afanan en armar un abigarrado cerco en torno al centro de
reuniones de los ministros, a tal punto que el área se asemeja
más a un cuartel militar que al centro de una ciudad
comercial, miles de manifestantes se aprestan a realizar este
21 de noviembre una masiva marcha contra los términos del
acuerdo comercial, sus estrategias, contenidos y sutilezas.
Paralelamente, las actividades alternativas de la sociedad
civil que despuntaron el 15 de noviembre y se extenderán hasta
el viernes 21, se cuentan por decenas. Los paneles, debates,
expresiones artísticas y marchas son cada día más voluminosas.
Las disconformidades con el ALCA, ampliamente explicitadas en
el Foro Sindical que se realizó aquí como parte de los eventos
alternativos, alcanzan a todos los sectores, del Norte y del
Sur, del campo y la ciudad, de las áreas industrializadas y
las artesanas, en fin, la naturaleza de estos acuerdos tienen
que ver con todos los aspectos de la vida de la gente, y por
eso, sindicatos, organizaciones indígenas y del campo,
mujeres, afrodescendientes, y otros están levantando sus voces
y propuestas para evitar la concreción del Acuerdo.
https://www.alainet.org/es/articulo/108829
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