EE.UU.: Triunfo de los monopolios mediáticos
05/06/2003
- Opinión
La libertad de los estadounidenses de recibir información
imparcial, independiente y plural sufrió un nuevo apretón de
tuerca, luego de que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC
por sus siglas en inglés), en una votación de 3 a 2, el 2 de
junio acordó aflojar las regulaciones que limitan la
concentración de propiedad de los medios de comunicación en
Estados Unidos.
Las nuevas normas dan luz verde para que las redes de TV puedan
ampliar su alcance hasta el 45% de la audiencia nacional; el
límite anterior era del 35%. Además, levantan la prohibición
para que un mismo grupo económico pueda ser propietario de un
periódico, a la vez que de un canal de televisión o de radio en
el mismo "mercado". Esta medida, se aplicará principalmente en
áreas con más de 9 canales de televisión, pero también, con
ciertas restricciones, en los "mercados" de tamaño mediano; pero
se mantendrá la prohibición en áreas con tres canales o menos.
El número de canales de TV que una sola empresa pueda tener en
un mismo "mercado", también se incrementó: de dos a tres en los
más grandes; de uno a dos en los medianos, siempre y cuando no
más de uno esté entre los cuatro de mayor rating.
La decisión responde a la Ley de Telecomunicaciones de 1996, que
mandató a la FCC revisar sus regulaciones de radiodifusión cada
dos años para determinar si siguen siendo necesarias al interés
público, como resultado de la competencia. Si bien ninguna
regulación se eliminó, las modificaciones abren efectivamente la
vía a una mayor concentración. La ley prevé, en principio, que
las radiodifusoras tienen la obligación de servir el interés
público y asegurar la programación local y la diversidad de
voces; la FCC tiene la responsabilidad de implementar
regulaciones que lo garanticen.
Como resultado de la medida, se anticipa una nueva ola de
adquisición de medios pequeños y locales, principalmente por
parte de los cuatro gigantes de la radiodifusión: News Corp/Fox;
General Electric/NBC; Viacom/CBS y Disney/ABC (entre ellos no
estará permitido nuevas fusiones). De haberse mantenido las
reglas anteriores, algunas de estas empresas iban a tener que
vender canales por haber alcanzado ya un 40% de la audiencia
nacional.
Debate político
"La democracia se construye en base a la idea de que los puntos
de vista y creencias de una ciudadanía informada constituyen el
mejor fundamento para la toma de decisiones políticas. Sin el
acceso a noticias imparciales y equilibradas, el sistema
sencillamente no funciona. Y no se puede confiar que las
corporaciones mediáticas se equilibrarán ellas mismas: las
corporaciones informativas han demostrado en repetidas ocasiones
que están dispuestas a sacrificar el periodismo para mejorar las
ganancias. Es por ello que necesitamos de muchas entidades
mediáticas: para que mutuamente preserven la honestidad y
provean la información e ideas que permiten que la democracia
funcione". Como este llamado (difundido desde moveon.org),
circularon otros parecidos convocando a hacer escuchar la voz
ciudadana ante el Congreso y la FCC, para contrarrestar la
presión de las grandes corporaciones.
Y es que, como nunca antes, la resolución de la FCC fue
precedida por un amplio debate y movilización pública que
expresó una fuerte oposición a las nuevas reglas y el
tratamiento apresurado y poco transparente que impuso el
presidente de este organismo, Michael Powell, hijo del
Secretario de Estado Collin Powell.
En un hecho inusual, los dos miembros del FCC que votaron contra
la medida (demócratas) emitieron declaraciones críticas,
señalando que una mayor concentración implicará disminuir la
diversidad de puntos de vista expresados y menores oportunidades
para difundir las noticias locales.
En los meses previos, ellos asistieron (por su cuenta) a
numerosas audiencias en todo el país. Unas 750.000 personas se
pronunciaron, casi unánimemente en contra de las nuevas normas.
Intervinieron instancias de derechos civiles, de consumidores,
de periodistas, sindicatos, organizaciones religiosas y
comunitarias, de mujeres, entre otras. En cambio los
comisionados de la mayoría (republicanos) solo accedieron a
organizar una audiencia pública; pero asistieron a por lo menos
35 reuniones con las empresas mediáticas.
En su discurso del 2 de junio, el comisionado Michael J. Copps,
tras señalar que su disenso es por la sustancia y el proceso,
manifestó: "La FCC refuerza a la nueva élite mediática de
América con niveles inaceptables de influencia sobre las ideas e
información, de las cuales nuestra sociedad y nuestra democracia
tienen una fuerte dependencia".
"La decisión que tomemos hoy -acotó- rediseñará todo nuestro
panorama mediático durante varios años. Está en juego la
eventualidad de conceder un mayor control de vigilantes a unas
pocas corporaciones sobre el diálogo civil de nuestro país; más
control sobre nuestra música, entretenimiento e información; y
poder de veto sobre la mayor parte de lo que nuestras familias
miran, oyen y leen". Como ejemplo indicó que cuando el Congreso
y la FCC quitaron protecciones contra la concentración de
canales de radio, se produjo una reducción de 34% en el número
de propietarios de canales, afectando de hecho la diversidad de
la programación.
Asimismo cuestionó la forma de calcular el 45% de la audiencia
nacional por ser falsa, ya que gracias a la transmisión de los
canales UHF por cable, en la práctica los grandes conglomerados
podrán controlar la programación con alcance de hasta 90% de la
audiencia nacional.
No se descarta la posibilidad de una acción en el Congreso para
anular la medida o impedir su implementación, mientras algunos
actores están considerando acudir ante las cortes de justicia.
El Center for Public Integrity de Washington reveló el mes
pasado que comisionados y personal de la FCC habían recibido más
de 2500 prebendas por un valor de casi US$ 2.8 millones, pagados
por las grandes empresas mediáticas que supuestamente deben
controlar (vuelos, hoteles de lujo para asistir a reuniones con
la industria, etc.). Además, que en los últimos 8 meses hubo 71
reuniones a puertas cerradas entre propietarios o lobbistas de
los grandes conglomerados mediáticos y funcionarios o
comisionados de la FCC, para discutir las regulaciones. En
varias oportunidades los 4 grandes supuestos "competidores" se
reunieron para hacer lobby conjunto por cambios que les
beneficien.
En contraste, hubo un constante rechazo u obstaculización de la
FCC a las propuestas de realizar audiencias públicas. También
se negó la petición de los comisionados disidentes de postergar
la decisión para tener mayor tiempo de debate (negación que
también es inusual).
https://www.alainet.org/es/articulo/107656
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