Patentemente equívoco!

21/05/2003
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Después de innumerables retrasos y negaciones, Monsanto logró conservar un aberrante monopolio sobre uno de los cultivos alimentarios más importantes del planeta. ¿Hora de darle a los cocineros una nueva receta? En una de las más vergonzosas afirmaciones del control monopólico de Monsanto sobre los cultivos de mayor demanda mundial, Oficina Europea de Patentes (OEP) en Munich respaldó el 6 de mayo pasado una de las patentes más famosas del mundo sobre cultivos transgénicos. Esto, después de nueve años de batalla de la sociedad civil (y de otros sectores de la industria) para que la patente fuera revocada. La patente europea no. 301 749, otorgada en marzo de 1994, es una "patente de especie", con una cobertura excepcionalmente amplia, que da al gigante genético Monsanto el monopolio exclusivo sobre todas las variedades y semillas de soya modificadas genéticamente, sin tomar en cuenta los genes utilizados o la técnica empleada. La patente, cuestionada como inmoral y técnicamente nula por los defensores de la seguridad alimentaria en todo el mundo, fue criticada enérgicamente por la propia Monsanto hasta que la empresa pudo comprar al dueño original de la patente (Agracetus) en 1996. Luego cambió de bando para hacer de la especie soya un ingrediente principal en su receta global del monopolio de cultivos. La cocina: Si bien el caso se cocinó en la Oficina Europea de Patentes durante nueve larguísimos años antes de llegar al tribunal de patentes en Munich, este pasado 6 de mayo le tomó a la OEP solo diez horas (incluyendo los intermedios de café y pastelillos) escuchar los argumentos y pronunciarse a favor del monopolio de Monsanto. De hecho, Monsanto renunció a una importante cláusula en la patente, (la número 25), que intentaba controlar otras plantas además de la soya. El Grupo ETC, quien mantuvo su oposición a la patente desde que la descubrió hace casi una década, estuvo presente en Munich el 6 de mayo junto a un abogado experto en litigios en el Reino Unido, Daniel Alexander y el especialista en patentes Tim Roberts. Otros oponentes incluyeron a Greenpeace, el activista Stefan Geene, Syngenta y Pioneer Hi-Bred (subsidiaria de DuPont). El Grupo ETC y otros oponentes expresaron su amarga decepción por los resultados. La misma vieja receta: "Monsanto ha hecho campañas en los medios para reinventarse a sí misma como una compañía más gentil y humilde", afirmó Hope Shand, Directora de Investigación del Grupo ETC, "pero su comportamiento en la Corte demostró que Monsanto sigue luchando agresivamente para obtener el control monopólico por cualquier medio a su alcance. Aún más alarmante es ver cómo el sistema de patentes recompensa tal comportamiento, ignorando principios moral elementales e ignorando su deber de promover los beneficios sociales de las innovaciones científicas. Cuando el Grupo ETC apeló por primera vez contra la patente, estábamos preocupados sobre todo por la amenaza que los Gigantes Genéticos representaban para la seguridad alimentaria. Hoy, nueve años más tarde, nos encontramos igualmente impactados y preocupados por la amenaza que representa para la democracia un sistema de patentes tan irresponsable. En este contexto, la nanotecnología y otras tecnologías emergentes traerán problemas mucho más graves." "Esta es una decisión mala por donde se la mire", afirmó el abogado experto en patentes Tim Roberts. "Habría que buscar mucho para encontrar otra patente en la cual avances tan pequeños hayan justificado cláusulas tan amplias. Al parecer se logró aplicando de manera mecánica antecedentes legales inapropiados, al tiempo que se ignoraron principios teóricos fundamentales del sistema de patentes, como el equilibrio entre los derechos del innovador y los de la sociedad. Si la decisión de los examinadores es congruente con la ley, entonces la ley necesita cambios urgentes." Pretextos ridículos: Monsanto comenzó los procesos en Munich con exitosos movimientos legales para negar la palabra a algunos testigos expertos, como el Dr. Suman Sahai de Gene Campaign, a quien Greenpeace trasladó desde la India para testificar sobre el impacto de la patente en la seguridad alimentaria. Incluso más increíble fue que expertos en soya, provenientes de China -centro de origen genético del cultivo- fueron sacados de la OEP alegando temor a la neumonía atípica o SARS. Como si fuera poco, Monsanto propuso al tribunal que el Grupo ETC y el activista alemán de toda la vida, Stefan Geene, fueran descalificados de la audiencia argumentando que Geene, a pesar de estar presente en la sala de la corte, era una "persona ficticia" Aunque esta petición de Monsanto no prosperó, estableció el tono que siguió su estrategia a lo largo del día. El debate sobre cuestiones éticas fue deliberadamente menospreciado por Monsanto y por un tribunal irresponsable. Receta secreta: Tal vez lo más asombroso fueron las maniobras legales de Monsanto para soslayar su propia evidencia. En 1994 Monsanto proporcionó evidencia irrefutable como parte de su argumentación contra la patente, cuando intentaba revocarla. Uno de los científicos más importantes de Monsanto atestiguó en ese año que el proceso de ingeniería genética descripto en la patente era insuficiente para permitir a alguien con suficientes conocimientos científicos replicar el procedimiento -un criterio necesario para la patentabilidad. Sin embargo, los abogados de Monsanto argumentaron (y ganaron) que a la compañía debería permitírsele el monopolio sobre cualquier frijol de soya modificado genéticamente y cualquier variedad obtenida mediante cualquier y todos los procesos de modificación transgénica. ¿Déjenlos comer el pastel? "Es tan ridículo como publicar una receta de pastel muy mal escrita y entonces reclamar la propiedad sobre todos los pasteles horneados por cualquier persona que use cualquier receta en cualquier momento en el futuro", explicó Jim Thomas de la oficina de ETC en Oxford. "De hecho, desde que adquirió Agracetus, Monsanto ha usado esta patente como palanca en su estrategia para apoderarse de todo el pastel que pueda, buscando el control de uno de los cultivos alimentarios más importantes del mundo. Monsanto ya controla el 100% de la soya transgénica cultivada en el 2002 en 36.5 millones de hectáreas (más de la mitad de toda el área mundial sembrada con soya). Es difícil que haya un monopolio más peligroso y descarado que éste." Oficina sin oficio: Según el Dr. Christoph Then, experto en patentes de Greenpeace, "Este caso es una señal clara de que la directiva de la Oficina Europea de Patentes debe ser revocada. Europa necesita una nueva legislación sobre patentes que prohiba expresamente patentes sobre la vida." El Dr. Then y Stefan Geene representaron a Greenpeace en el tribunal de la OEP el pasado 6 de mayo. Monopolios sobre la materia: El Grupo ETC también considera el hecho un peligroso antecedente para otras solicitudes muy amplias sobre nuevas tecnologías emergentes, en particular la nanotecnología -la manipulación atómica de la materia para crear nuevas formas moleculares. "Esta patente de amplio espectro sobre la soya fue permitida precisamente porque corporaciones agresivas y gobiernos laxos rebasaron las fronteras de lo creíble en los primeros días de la biotecnología, permitiendo monopolios exclusivos sobre productos y procesos biológicos", explicó Hope Shand. "Ahora, las corporaciones están obteniendo patentes sobre productos y procesos nanotecnológicos, e incluso sobre los elementos químicos que constituyen la naturaleza. Con las patentes en nanotecnología, "los magnates de la materia amenazan con controlar los bloques fundamentales de construcción de la vida." Cambio de receta: "Tememos que la decisión de la Oficina Europea de Patentes respecto a la patente de Monsanto sobre soya inspirará confianza a los que quieran establecer monopolios legales aún más amplios - incluyendo monopolios sobre la materia," enfatizó Jim Thomas. "Monsanto pudo obtener una patente sobre una especie completa, y ya otros están buscando el monopolio de elementos de la naturaleza completos. La manufactura en el nivel atómico brinda nuevas oportunidades para establecer un arrasador monopolio sobre lo vivo y lo no vivo." Dado que las tecnologías están convergiendo en el nivel de la nanoescala, los esfuerzos para oponerse a los monopolios intelectuales no deben limitarse a las campañas contra el patentamiento de la vida, afirma el Grupo ETC. El tema será discutido en un próximo seminario para los formuladores de políticas, la sociedad civil y los medios en el Parlamento de la Unión Europea en Bruselas, el 11 de junio. "Si la receta es mala se la regresamos a los cocineros", concluye Thomas. * Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración, antes RAFI. www.etcgroup.org.
https://www.alainet.org/es/articulo/107584
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