Después de la caída de Tikrit, a dónde va Irak?
13/04/2003
- Opinión
La cuna de Hussein y de muchos de sus colaboradores ha
empezado a ser tomada por las FFAA estadounidenses.
Con ello habría caído el último reducto de peso de los
saddamistas. El problema ahora consiste en saber qué
puede pasar con Irak y si alguna posibilidad queda para
una resistencia.
Algo que llama la atención en muchos comentaristas es
el hecho que el avance final sobre Bagdad y luego sobre
Tikrit no se han dado con mucha resistencia. Mosul y
Kirkuk, las dos ciudades norteñas tan ricas en oro
negro, cayeron casi sin disparos de tiro.
Para muchos analistas esta es otra sorpresa de esta
guerra. Cuando la invasión fue lanzada la mayor parte
de los observadores no previó una resistencia tan
cruenta. Las tropas británicas demoraron casi una
semana para garantizar el puerto fronterizo de Umm
Qasar. Si en una ciudad tan pequeña de menos de 5,000
habitantes se había mostrado tanta ferocidad muchos se
preguntaban cómo sería en caso de llegar una metrópoli
de 5 millones de personas como es Bagdad.
Sin embargo, Hussein no pudo o no quiso transformar a
sus bastiones en el centro del país en un Stalingrado.
La estrategia con la cual había amenazado era con
convertir las urbes en ratoneras que alargasen el
conflicto a fin de crear problemas internos dentro de
los atacantes y esperar un cese al fuego.
Sin embargo, parece que Hussein decidió no ir por esta
opción. Puede haber temido que armar a la población
hubiese generado posibles desbordes populares contra
él. Puede haber querido evitar el desangre de sus
propias tropas y la destrucción de sus propias
ciudades. A pesar que la prensa oficial advertía que
Saddam se preparaba con gases o destruyendo pozos, lo
cierto es que los baatistas se retiraron de muchos
lugares sin prender fuego a los yacimientos y sin
destruir puentes vitales.
Lo acontecido puede ser interpretado como una muestra
de la bancarrota del régimen. Sin embargo, un elemento
a tomar en cuenta es que hasta la fecha siguen sin
haber caído Hussein, sus hijos, sus principales
ministros y la mayor parte de los 55 dirigentes
gobiernistas que han sido puestos en la lista de las
cartas más buscadas. Gran parte del arsenal blindado
sigue sin ser hallado.
El Baath tampoco se ha escindido y no se ha mostrado un
quiebre en la cúpula dominante, símbolos de la
desesperación de quien está perdiendo todo.
Otra posibilidad es que Saddam haya decidido replegarse
para pasar a la clandestinidad y desde allí
gradualmente ir recobrando fuerza. Tras el retiro de
sus tropas las principales ciudades se han convertido
en presas de bandas delincuenciales y caudillos
locales. Los diversos partidos opositores ahora podrán
empezar a chocar entre ellos.
El principal líder chiíta pro-occidental ha sido
asesinado. La principal carta del Pentágono, Ahmed
Chalabi, crea resentimientos en otras tiendas
opositoras e incluso dentro de la CIA y el Departamento
de Estado. El único grupo organizado armado chiíta, el
Consejo Supremo de la Revolución Iraquí, es vista con
desconfianza por los aliados quienes le acusan de ser
fundamentalistas pro-iraníes. Sus 20,000 efectivos no
pueden actuar como tales en las zonas 'liberadas',
mientras que los irregulares de Chalabbi sí y viene
generando denuncias.
El norte puede arder en cualquier momento. Los dos
partidos kurdos que tienen un historial de guerrear
entre ellos aún no se pelean por las nuevas áreas
controladas. En Mosul y Kirkuk contingentes árabes y
turcófilos son reacios a la presencia de los
'peshmerga' kurdos. Se han producido choques entre
iraquíes de lengua árabe y turca con kurdos y Turquía
amenaza con invadir si las fuerzas de los partidos
Demócrata y Unión Patriótica del Kurdistán no se
retiran de esas dos urbes petroleras.
Las dificultades que habrán entre los chiítas pro-
iraníes y los pro-occidentales, entre las distintas
oposiciones pro-angloamericana y anti-estadounidense,
entre los partidos kurdos y entre éstos y sus vecinos,
y entre las diversas organizaciones sociales es algo
latente. Gran parte de los organismos de la sociedad
civil estaban controlados por el Baath. Ahora gremios
profesionales, sindicatos y distinto tipo de
asociaciones va a tratar de jugar un rol. En las
ciudades y barrios se forman consejos (shoras) aunque
los ocupantes prefieren basarse en el poder de los
jeques y líderes religiosos locales así como en la
vieja policía saddamista a la cual llaman a combatir
los saqueos.
En medio de este caos existe una gran hostilidad a la
continua presencia anglo-americana. El domingo 13 en
la misma plaza done la TV mostró imágenes donde un
tanque extranjero derrumbaba la estatua de Saddam, se
ha producida una manifestación anti-estadounidense.
La resistencia seguirá utilizando las emboscadas y las
bombas humanas. Es mas, crecerán las marchas
callejeras, las mismas que podrían desembocar en
ataques a piedrazos contra las tropas ocupantes. En
ese panorama las fuerzas baatistas van a querer
reflotarse. Ogualmente otras oposiciones anti-
estadounidenses, desde fundamentalistas pro-Irán o pro-
Bin Laden hasta marxistas, tratarán de cabalgar sobre
el descontento popular.
https://www.alainet.org/es/articulo/107325?language=en
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