Con la designación de Epsy Campbell como la Diputada de mejor desempeño de la Asamblea Legislativa, se reafirma que nos encontramos en un nuevo momento de la historia política de nuestro país. La diputada Campbell Barr no posee ningún puesto de poder formal, que le permita un mayor acceso a los medios de comunicación y se destacó por encima de los jefes de fracción y del Presidente de la Asamblea Legislativa que si poseen ese acceso. Sumado a lo anterior su experiencia política se ha construido desde los movimientos sociales y fuera de los Partidos Políticos por lo que llegó a la Asamblea con el convencimiento de que la política se puede hacer de manera transparente y de cara a la gente. Costa Rica vive en una transición democrática en donde liderazgos nuevos que se destaquen por el compromiso con el país tienen más que futuro, presente. Pese a la forma en que tradicionalmente se califica a los políticos, las diversas estrategias de prensa que promueven personas, los conocidos pulsos políticos, la promoción de liderazgos a veces sin contenido, las denuncias públicas que tienen como único objetivo notas periodísticas de impacto y no la solución de los problemas, una mujer diputada, sin nombre conocido y como antecedente un comprobado compromiso con la equidad, la justicia, irrumpe en la política y se destaca entre los y las mejores. Promueve ideas, defiende causas y asume el reto de entrar a las discusiones de los temas duros de la economía, convencida de que es por allí en donde se debe de recomponer la democracia costarricense. Los periodistas que la calificaron positivamente rompen los esquemas y se atreven a mirar con nuevos ojos a esas personas que en la política se empeñan en transformar desde adentro las formas mas tradicionales que han hecho que cada vez más gente se sienta apática y desconfiada. Que una mujer afrocostarricense, de las veinte mujeres de la Asamblea Legislativa sea calificada como la mejor diputada del 2002, indica que estamos a la puerta de grandes cambios. Muchos desafíos tiene la Asamblea Legislativa, pues sigue siendo calificada de manera regular a mala, su desempeño no depende de una diputada, ni de un pequeño grupo, sino de que los 57 diputados y diputadas asuman de manera colectiva, con compromiso y con la Patria en el corazón los problemas más apremiantes que vive el país. No obstante, esta calificación a la Asamblea Legislativa no puede empañar el logro alcanzado por la diputada, es más, hay que celebrar el empeño y el compromiso invertidos para coronar los esfuerzos que demuestran políticos de la talla de Epsy Campbell, esperando que sirva de ejemplo para que en el futuro tengamos otras y otros más como ella.