Declaración para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible
27/08/2002
- Opinión
¿Quién es responsable de la destrucción del medio ambiente?
Muchas veces los pobres rurales son inculpados de ser responsables de los
procesos de la destrucción del medio ambiente. Según este punto de vista,
ellos sobreexplotan sus pocos recursos como estrategia de supervivencia de
corto plazo. Por ejemplo, los pequeños agricultores muchas veces trabajan en
tierras marginales como cuestas o zonas secas. Es muy probable que la
producción en estas zonas marginales tenga como consecuencia la erosión de la
tierra o la desertificación. En otros casos, los campesinos sin tierra son
considerados los principales responsables de la deforestación ya que se
adentran en los bosques en búsqueda de tierra agrícola.
Documentos preparatorios para la "Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible" han seguido implícitamente o explícitamente este punto de vista.
Inculpar a los pobres de la destrucción del medio ambiente añade un insulto a
la violación puesto que ellos no son sus culpables principales sino sus
víctimas principales. Los pobres ciertamente son parcialmente responsables de
la destrucción del medio ambiente pero actúan llevados por la desesperación. A
los pobres rurales se les ha privado de tierra agrícola apropiada y, por eso,
son víctimas de la violación del derecho humano fundamental a estar libre de
hambre. Si esta violación no hubiese ocurrido las personas privadas de tierra
no hubieran tenido que invadir el bosque, cultivar cuestas escarpadas o usar
excesivamente en tierras de pastoreo frágiles.
Las políticas de ajuste estructural y sus partidarios tienen la
responsabilidad principal de la destrucción de los recursos naturales que se
ha intensivado en los años recientes. La liberalización del mercado, las
políticas de ajuste estructural en la agricultura, las minería y otros
sectores fueron diseñadas para aumentar las exportaciones - el motor
principal del desarrollo económico. De hecho, estas políticas han empeorado la
explotación intensa de los recursos naturales que causa la degradación del
medio ambiente. Hay evidencias que entre las actividades agrícolas podría ser
el "agribusiness" (especialmente las granjas y las fincas grandes) y no las
fincas pequeñas de los colonos que el principal responsable de la destrucción
ecológica. Como se observa en el caso brasileño, la tasa de deforestación en
el terreno del Amazonas varia con las fluctuaciones macroeconómicas y está en
correlación con el comportamiento de los grandes inversionistas. Durante la
recesión entre 1987 y 1991 la tasa de deforestación disminuyó. Con la reforma
económica (Plano Real) de 1994, que subsidió inversiones en grandes proyectos
agrícolas, la tasa de deforestación aumentó fuertemente en 1995. Además, los
estados federales de Brasil con la tasa de deforestación más alta, son los
estados dominados por granjeros grandes y medios. Entre los nueve estados de
la Amazonia, Mato Grosso contribuyó al 26% de la deforestación total. En este
estado el 84% de la tierra corresponde a las fincas grandes (más de 1000ha.).
Por otra parte, Rondonia - famoso por las actividades de los finqueros
pequeños - contribuye solamente el 10% de la deforestación. Además de los
proyectos de agricultura a gran escala, proyectos industriales como Grande
Carajás también causan gran deforestación debida a la producción de acero y a
las actividades infraestructurales relacionadas como vías, ciudades, proyectos
hidroeléctricos gigantescos (como Tucurui).
Por otra parte, el fomento a las exportaciones, la liberalización de las
importaciones y el retiro gubernamental de las actividades de apoyo al sector
agrícola han beneficiado a los productores a gran escala y han empeorado el
acceso a los recursos productivos, como tierra y créditos, para los grupos
rurales más marginalizados. Eso significa que los grandes proyectos agrícolas
y mineros han destruido las tierras agrícolas y los medios de subsistencia de
los pequeños agricultores y los pueblos indígenas.
¿Qué clase de acceso a la tierra se está proponiendo?
Es un paso positivo reconocer que los pobres rurales han sido forzados a
adoptar prácticas agrícolas insostenibles porque les falta un acceso adecuado
a la tierra y a otros recursos productivos. Sin embargo, la mayoría de los
documentos preparatorios de la Cumbre no dan respuesta a la cuestión clave:
¿Cómo pueden los campesinos sin tierra ver realizado su derecho humano de
tener acceso a la tierra? En lugar de contestar esta pregunta los documentos
como la "Plataforma Común sobre Acceso a la Tierra" promovida por la
"Coalición Popular para Erradicar el Hambre y la Pobreza" restringen el tema
solamente a la importancia de la seguridad de los derechos a la tierra para el
manejo sostenible de recursos naturales. Este enfoque es problemático por dos
razones: Por una parte tiende a igualar derechos de tierra seguros con
derechos de propiedad privada. Programas de administración de tierras -
incluyendo peritajes, mapeo, registros, catastros y la expedición de títulos
individuales y alienables - como los promovidos por el Banco Mundial y otras
agencias internacionales de cooperación pueden ser útiles para responder las
demandas de las comunidades campesinas e indígenas para tener seguridad en la
tenencia de la tierra. Por otra parte, dada la fuerte tendencia de los
mercados globales hacia la desregulación, la privatización y los mercados
funcionales de tierras que socavan la viabilidad económica de los pequeños
agricultores, las políticas diseñadas para fortalecer los derechos de
propiedad son políticas que tienden a beneficiar principalmente a grandes
empresarios agrícolas y pueden inducir ventas masivas de tierra , aumentando
la concentración de tierra y la migración rural-urbana.
La seguridad de la tenencia de la tierra por sí sola es insuficiente para
garantizar el manejo sostenible de los recursos naturales. Para tratar el tema
de manera apropiada, es necesario ampliar el foco (pre-)ocupándose de temas
relacionados como el modelo de producción agrícola basado en la agricultura a
gran escala y el uso intensivo de los pesticidas y fertilizantes. Por otra
parte, resulta engañoso tratar de sugerir que los derechos de propiedad
seguros son un fuerte incentivo para invertir en el manejo sostenible de los
recursos naturales. Los pueblos indígenas han manejado sus ecosistemas de
manera sostenible por generaciones sin conocer derechos formales de propiedad.
¿Nuevas formas de colaboración para el desarrollo sostenible?
El Informe del Secretario General de la ONU sobre la Implementación de la
Agenda 21 indica la necesidad de permitir la participación de las diferentes
partes interesadas en la toma de decisiones. El proceso preparatorio de la
Cumbre dice haber elevado los estándares de la participación siendo más
accesible y abierto a una amplia gama de actores no gubernamentales. Diálogos
de las diferentes partes interesadas y otros métodos de participación
supuestamente innovadores fueron introducidos.
Muchos documentos de la Cumbre también hacen hincapié en la necesidad de
encontrar nuevas formas de colaboración entre todas las partes para
implementar efectivamente las políticas de desarrollo sostenible.
Sin embargo, los diálogos preparatorios parecen no tener ninguna influencia en
los resultados de la Cumbre. Los diálogos son solamente de carácter consultivo
y han sido sordos a las voces críticas contra la liberalización del comercio,
y las políticas de ajuste estructural en la agricultura, la minería y otros
sectores.
En el marco de alianzas más efectivas entre las diferentes partes la
Plataforma Común sobre el Acceso a la Tierra confía en la persuasión moral y
las condiciones financieras de las organizaciones internacionales para colocar
el tema de la tierra en las agendas nacionales. Alianzas de ese tipo no tienen
mucho valor para los pobres rurales ya que el compromiso de organizaciones
intergubernamentales como el Banco Mundial en las políticas agrícolas no ha
considerado las demandas de las organizaciones de pequeños agricultores y sin
tierra y han causado más problemas que apoyo en cuanto a un mejor acceso a la
tierra para los pobres rurales.
Los modelos de reforma de la tenencia de la tierra basados en el mercado han
demostrado que son incapaces de resolver el problema de la injusta
distribución de la tierra puesto que redistribuir tierras en ambientes
oligopolísticos por la vía del mercado no beneficia a los pobres. Los impactos
de las políticas de reforma de la tenencia de la tierra del Banco Mundial
demuestran que sobre todo son útiles para crear condiciones para mercados
funcionales de tierras de los cuales se benefician principalmente los
productores grandes. Negativo es también el hecho de que las políticas de
tierra del Banco Mundial han fomentado la tendencia de los gobiernos a
retirarse de la prestación de servicios de extensión agrícola (asistencia
técnica, comercialización, etc.) y a descuidar sus obligaciones de garantizar
el acceso a la tierra. El modelo de reforma agraria basado en el mercado está
desplazando instrumentos necesarios para resolver el problema de la alta
inequidad de la propiedad de la tierra como la expropiación.
¡Las reformas agrarias que nosotros exigimos!
La Campaña Global por la Reforma Agraria está trabajando por nuevas reformas
agrarias que parten de un enfoque de derechos humanos y persiguen una
agricultura que:
- le dé control sobre la tierra, las semillas y el agua a las campesinas y los
campesinos pobres para que vivan con dignidad;
- produzca alimentos sanos para todos;
- produzca de modo sostenible para conservar los medios de subsistencia de
generaciones futuras;
- fortalezca los derechos de las mujeres campesinas;
- satisfaga a largo plazo la demanda local de alimentos por medio de la
producción alimentaria local;
- fortalezca las comunidades rurales locales.
Para detener la actual destrucción de los recursos naturales y para asegurar
un desarrollo sostenible exigimos:
- un proceso amplio e integral de reforma agraria que redistribuya tierra
dentro de la frontera agrícola;
- programas de redistribución de la tierra basados en mecanismos como la
expropiación en los cuales los Estados asuman sus responsabilidades;
- un enfoque histórico de las políticas de administración de las tierras que
repare eficazmente y le devuelve las tierras a las comunidades campesinas e
indígenas despojadas de ellas;
- políticas completamente integrales de fomento a la economía campesina que
incluyan aspectos macroeconómicos, seguridad de la tenencia de la tierra,
comercialización, asistencia técnica, crédito, protección de la producción
nacional y prácticas de producción sostenibles;
- medidas de redistribución de recursos explícitas y medidas compensatorias
para superar la discriminación de género existente;
- participación de campesinos, mujeres y hombres, de trabajadores rurales, de
pueblos indígenas y de otros sectores populares con sus organizaciones en
el planeamiento, la gerencia y la puesta en práctica de programas
económicos en general, y del desarrollo rural y de los programas de reforma
agraria en particular; el proceso de tomar decisiones de estas políticas
tiene que ser transparente, democrático y monitorable.
- suspender las políticas de tierra de mercado y las políticas de ajuste
estructural que causan daño al medio ambiente y que son responsables de la
pobreza.
Johannesburgo, agosto 2002
Campaña Global por la Reforma Agraria
Visión de sostenibilidad de los sin tierra
Vía Campesina / FIAN
Visión de sostenibilidad de los sin tierra
Vía Campesina / FIAN
https://www.alainet.org/es/articulo/106308
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