Propuestas para fortalecer la institucionalidad democrática
11/04/2002
- Opinión
Propuestas y exigencias para fortalecer la institucionalidad
democrática y avanzar en los procesos de inclusión social
La coalición de organizaciones de derechos humanos Foro por la Vida,
y otras organizaciones adherentes, ante las circunstancias que está
atravesando nuestro país vuelven a manifestarse ante la comunidad
nacional e internacional, en función de la Constitución de 1999 y
los instrumentos de protección internacional de derechos humanos
firmados por la República. Somos organizaciones de derechos humanos
de carácter independiente que, como lo hemos hecho por más de una
década, actuamos en apego a principios y normas aplicables sin
discriminación alguna. En tal sentido reafirmamos nuestra
satisfacción por la restitución de la legalidad establecida en la
Constitución de 1999, que fue violentada el día 11 de abril de 2002,
a través de un golpe de Estado.
Luego de recuperada la legalidad, el reto de la sociedad y el Estado
venezolano es fortalecer la débil institucionalidad democrática y
avanzar en los procesos de inclusión social. En tal sentido, y como
aporte al proceso de crítica, autocrítica y elaboración de
propuestas que corresponde a todos los sectores de la vida nacional,
planteamos lo siguiente:
Exigimos a los Poderes Públicos que se aboquen de inmediato a una
investigación imparcial y ajustada a derecho, que determine las
responsabilidades de los hechos ilícitos acaecidos entre los días 11
y 15 de abril del presente año, de manera especial los ocurridos al
finalizar la marcha organizada por diversos sectores de la
oposición, a fin de que sus autores materiales e intelectuales sean
sancionados y se evite así la impunidad de esos delitos y
violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, proponemos que de conformarse una “Comisión de
la Verdad”, para la realización de una investigación de los sucesos
que enlutan al conjunto de la sociedad venezolana, la misma sea
integrada por personas con alta credibilidad, de reconocida
trayectoria democrática, independientes e imparciales de los
sectores involucrados en la calificación de los hechos. De igual
manera, sugerimos recurrir al apoyo internacional de reconocidas
organizaciones de derechos humanos, con experiencia en este tipo de
labores, así como de expertos independientes en el área forense y
criminalística. Debe asegurarse que esta Comisión cuente con los
recursos presupuestarios para realizar esta misión, los cuales deben
provenir de la cooperación internacional, para garantizar de esta
manera la autonomía e independencia de la misma.
Exigimos a los Poderes Ejecutivo, Judicial y Ciudadano que sean
respetadas las garantías del debido proceso y los demás derechos
humanos de los ciudadanos responsables del gobierno de facto
encabezado por el empresario Pedro Carmona Estanga. En particular,
rechazamos la posibilidad de juzgamiento de civiles por parte de
tribunales militares, en concordancia con el artículo 261 de la
Constitución de 1999.
Exigimos a los organismos de seguridad que garanticen el orden en
las manifestaciones, en estricto apego a la Constitución
de 1999. Ello implica que frente a manifestaciones pacíficas, deben
abstenerse de utilizar armas de fuego y sustancias tóxicas, tal como
lo consagra el artículo 68 de la Constitución de 1999. Frente a las
manifestaciones violentas, deben agotar todas las vías de disuasión
y utilizar la fuerza sólo como último recurso, de un modo
proporcional a la agresión y resguardando la vida y la integridad de
los manifestantes. Igualmente, le exigimos al Ejecutivo que vele
por el cumplimiento del llamado que formuló a la población para que
cese la violencia contra locales comerciales, garantizando además el
control sobre el uso y porte de armas por particulares, poniendo
énfasis en la implementación de operativos de desarme de la
población.
Exigimos a los Poderes Públicos e invitamos a la sociedad a hacer
efectivo el derecho a la participación consagrado en diversos
artículos de la Constitución de 1999. En tal sentido, los Poderes
Públicos tienen la obligación de abrir canales de participación a
todos los sectores sociales y por lo tanto deben llamar al diálogo
nacional, escuchar sus planteamientos, respetar a los representantes
que estos sectores designen, cesar la descalificación de los
opositores, entre otras acciones posibles. Por su parte, los
diversos sectores de la vida nacional, tienen igualmente el
deber de ejercer estos derechos propiciando un clima de tolerancia y
reconocimiento del otro, que permita monitorear y controlar al
Estado, para que sus acciones sean consistentes con los objetivos
plasmados en la Constitución de 1999.
En función de lo señalado en el punto anterior, proponemos a los
Poderes Públicos elaborar en conjunto con el movimiento de derechos
humanos, un Plan Nacional de Derechos Humanos que permita avanzar en
la satisfacción de los derechos económicos, sociales, culturales,
civiles y políticos.
Exigimos a la Asamblea Nacional que legisle con celeridad para
garantizar el carácter no deliberante de la Fuerza Armada Nacional.
Ratificamos que los ciudadanos que administran la violencia estatal
no se encuentran en igualdad de condiciones que los ciudadanos
desarmados y, por tal razón, en resguardo de la institucionalidad
democrática, deben existir garantías que impidan que a corporación
militar sea convertida en un actor político.
Reconociendo que el Presidente de la República tiene el derecho de
formular las críticas que considere pertinentes sobre cualquier
aspecto de la vida nacional, exigimos que elimine los rasgos
intimidatorios presentes en su discurso hacia los medios de
comunicación, en tanto son un factor coadyuvante del clima de
inseguridad existente para los trabajadores de estos medios y pueden
generar un ambiente propicio para la autocensura. Igualmente,
exigimos que, conciente del liderazgo que tiene en sus seguidores y
de la responsabilidad de su alta magistratura, recupere y mantenga
un tono ponderado y ecuánime cuando se dirija públicamente a todos
los ciudadanos.
Exigimos un manejo responsable de la información por parte de los
medios de comunicación, trátese de propietarios o de profesionales a
su servicio, públicos o privados, pues su responsabilidad social en
este particular no puede ser ignorada. Independientemente de su
línea editorial, los medios, particularmente los concesionarios de
frecuencias radioeléctricas que son propiedad de todos los
venezolanos, deben ejercer un rol de servicio público y no de
actores políticos. Lo contrario, vulnera el derecho que tiene toda
la población a acceder a información plural y se convierte en un
factor más de estímulo a la violencia social.
Exigimos a la Asamblea Nacional que propicie un proceso de
legitimación de los Poderes Ciudadano, Judicial y Electoral, en
apego a los mecanismos establecidos en la Constitución de 1999, que
fueron violentados en su oportunidad. Solicitamos a los
representantes de esos Poderes que, reconociendo las irregularidades
de sus nombramientos, faciliten y estimulen este proceso. Estamos
convencidos de que la legitimación constitucional de estos Poderes
será un factor coadyuvante del fortalecimiento de la
institucionalidad democrática.
Finalmente, ratificamos nuestra satisfacción por la recuperación del
hilo constitucional e invitamos a todos los sectores sociales a
convertirse en protagonistas de su estricto cumplimiento.
Por la Vocería del Foro por la Vida
Carlos Correa - Provea
Suilvida Rausseo - Humana Dignitas
Alfredo Ruiz - Red de Apoyo por la Justicia y la Paz
Suscriben el presente pronunciamiento:
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA) - Red de Apoyo por la Justicia y la Paz – Oficina de DD.HH. de la Diócesis de Ciudad Guayana “Humana Dignitas” – Colectivo Aportes – Centros Comunitarios de Aprendizaje (CECODAP) – Servicio Jesuita para Refugiados – Acción Ciudadana Contra el SIDA (ACSSI) – Oficina de Acción Social del Vicariato de Machiques - Comisión Justicia y Paz del Secretariado Conjunto de Religiosos de Venezuela (SECORVE) – Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello – Vicaría de Derechos Humanos del Arzobispado de Caracas – Oficina de Derechos Humanos de la Diócesis de San Fernando de Apure - Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos desaparecidos. (FEDEFAM) Adhieren al presente pronunciamiento:
Comisión de Derechos Humanos “Derecho y Justicia” de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar – Asociación Fraternidad y Orientación Activa (AFOA) - Fundación de Derechos Humanos del estado Sucre – ASOVIDA (Mérida) – ASOLURI (Cariaco) – SOLPARÍA (Edo. Sucre).
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA) - Red de Apoyo por la Justicia y la Paz – Oficina de DD.HH. de la Diócesis de Ciudad Guayana “Humana Dignitas” – Colectivo Aportes – Centros Comunitarios de Aprendizaje (CECODAP) – Servicio Jesuita para Refugiados – Acción Ciudadana Contra el SIDA (ACSSI) – Oficina de Acción Social del Vicariato de Machiques - Comisión Justicia y Paz del Secretariado Conjunto de Religiosos de Venezuela (SECORVE) – Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello – Vicaría de Derechos Humanos del Arzobispado de Caracas – Oficina de Derechos Humanos de la Diócesis de San Fernando de Apure - Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos desaparecidos. (FEDEFAM) Adhieren al presente pronunciamiento:
Comisión de Derechos Humanos “Derecho y Justicia” de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar – Asociación Fraternidad y Orientación Activa (AFOA) - Fundación de Derechos Humanos del estado Sucre – ASOVIDA (Mérida) – ASOLURI (Cariaco) – SOLPARÍA (Edo. Sucre).
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