La inestabilidad que venía viviendo el proceso de diálogo entre el gobierno y las Farc, finalmente, y a pesar de la oportunidad de reactivación producida por la presencia internacional en enero pasado, demostró que las partes en contienda se concentraron en fortalecerse militarmente para el conflicto, se negaron a abordar los asuntos de la agenda, se desgastaron en lo procedimental y, aprovechando el secuestro injustificado del avión cometido el 19 de febrero por integrantes de las Farc terminaron abortando este intento de negociación política. Se impuso la tesis de que es necesario doblegar al contrario militarmente para que llegue débil a la mesa de negociación, es decir, se mantuvo la ilusión de ganar la guerra en el corto plazo; se menospreció el acumulado que se tenía, aun con las imperfecciones del proceso de dialogo; se sacrificó la posibilidad de presionar, con la presencia internacional, un cese al fuego y de hostilidades entre las partes para favorecer a la población civil. En cambio, se optó por legitimar la guerra, el escalonamiento del conflicto sin ningún límite, lo que incrementó de hecho, la crisis humanitaria que vive nuestro país. La Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz - Antioquia no comparte la ruptura de los diálogos por ello, insistimos: .- Insistimos que la única salida para detener la barbarie y ofrecer alternativas civilistas a la confrontación armada que aqueja a la mayoría del pueblo colombiano es la salida política negociada. .- Ante el Estado, para que esta cruzada militar no justifique la violación a los Derechos Humanos y el incumplimiento de las recomendaciones que durante años han hecho las Naciones Unidas. .- Ante los actores armados para que apliquen de manera integra y absoluta todas las normas del Derecho Internacional Humanitario absteniéndose de involucrar y victimizar a la población civil. .- En declararnos en emergencia humanitaria e invitar a la Comunidad Internacional para que en forma inmediata se involucre en tareas de acompañamiento y veeduría humanitaria principalmente a la población civil de la zona de distensión, y a todos los ciudadanos y ciudadanas de Colombia. Así mismo, invitamos al gobierno y la ciudadanía norteamericana a que propicien un ambiente favorable a la negociación y no a la guerra. .- Que la guerra no puede seguir siendo pretexto para desviar los ya menguados recursos destinados a la inversión social, y por el contrario es hora que los recursos internacionales se dediquen a pagar la deuda social con el pueblo Colombiano. .- Finalmente convocamos a la ciudadanía del país a que en forma amplia nos manifestemos en una gran movilización ciudadana de RESISTENCIA CIVIL NO VIOLENTA contra la guerra. Medellín, febrero 21 de 2002 Asamblea Permanente por la Paz - Antioquia
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