Haití: Cuestionado triunfo electoral
05/12/2000
- Opinión
Haití: Cuestionado triunfo electoral de Aristide
Sally Burch
No causó sorpresa el anunció oficial de que el ex-Presidente Jean-Bertand
Aristide haya ganado las elecciones presidenciales del 26 de noviembre en
Haití, con el 91% de los votos. Su partido Fanmi Lavalas también ganó los nueve
curules en la renovación parcial del Senado.
No obstante, el proceso electoral se encuentra impugnado por la oposición, y
arriesga ser desconocido por la comunidad internacional. Siete candidatos
participaron en la contienda presidencial, pero la mayoría de partidos de
oposición, agrupadas en la Convergencia Democrática (CD), retiraron su
participación luego del impase para resolver el diferendo en torno al manejo
de las elecciones legislativas del 21 de mayo pasado.
La situación sigue tensa. La CD anunció su intención de proponer una fórmula de
gobierno provisional que asumiría el poder el próximo 7 de febrero, en lugar de
Aristide. Además, se libra una guerra de cifras sobre el nivel de
participación del electorado, que según los oficialistas fue de más de 60%,
mientras que el principal partido de oposición, la Organización del Pueblo en
Lucha (OPL), habla de menos del 5%.
Por su parte, Aristide -quien fue Presidente entre 1991 y 1996, con un
paréntesis de tres años por la dictadura- rompió un virtual silencio mediático
de varios años, al dar una rueda de prensa, en la cual declaró su intención de
fomentar el diálogo con todos los sectores, más allá de las diferencias
políticas, sociales e ideológicas, a fin de pacificar al país.
Varios partidos que apoyaron la elección de Aristide en 1990, al considerar al
ex-sacerdote como la alternativa popular a las dictaduras macoutistas, en los
últimos años le han retirado su apoyo, acusándole de corrupción.
Conflicto político
Los comicios parlamentarios realizados en mayo fueron impugnados tanto por
los partidos de oposición, como por la misión de observación de la
Organización de Estados Americanos -OEA-, debido a la forma de calcular los
votos, que permitió que Fanmi Lavalas (FL -partido actual de gobierno, creado
por Aristide hace cuatro años) saliera como el gran ganador de la primera
vuelta. La oposición consideró que el método fue inventado, en violación de la
Ley Electoral, para permitir a FL controlar el parlamento.
La Convergencia Democrática se formó a raíz de esta situación, con
participación de fuerzas políticas desde la socialdemocracia hasta la extrema
derecha, incluyendo el principal partido de oposición, la OPL, para emprender
negociaciones con el gobierno, que se llevaron a cabo con intermediación de la
OEA. No obstante, luego de cinco meses las negociaciones fracasaron en
octubre, y se produjo el retiro de los partidos de la CD del proceso electoral
de noviembre.
La comunidad internacional insistió en que las facciones en pugna lleguen a un
acuerdo antes de la realización de nuevas elecciones, lo cual no sucedió.
Entonces retiró su apoyo.
Otro factor que ha contribuido al reciente desconcierto fue la ola de
violencia que se desató en el país desde inicios de noviembre, y que ha causado
varios muertos. En la capital, testigos informaron de vehículos sin placas
desde donde se disparaba con armas de fuego sobre los pasantes. FL y la
oposición se enfrentaron en acusaciones mutuas en cuanto a la responsabilidad
de estos hechos.
Por su parte, las organizaciones populares haitianas están divididas en
cuanto al proceso electoral. Un sector de organizaciones cercanas a Aristide
apoyó el proceso, al considerar que contribuiría a la construcción de una
democracia participativa. Otras están inconformes con la situación política
y la conducción del gobierno. Entre ellos, el Movimiento de Campesinos de
Papaye, del este del país, que hace dos meses realizó una movilización de unas
8000 personas -la primera de esta envergadura contra el actual gobierno- en
rechazo del proceso electoral de mayo, y para denunciar la situación
socioeconómica.
Sally Burch
No causó sorpresa el anunció oficial de que el ex-Presidente Jean-Bertand
Aristide haya ganado las elecciones presidenciales del 26 de noviembre en
Haití, con el 91% de los votos. Su partido Fanmi Lavalas también ganó los nueve
curules en la renovación parcial del Senado.
No obstante, el proceso electoral se encuentra impugnado por la oposición, y
arriesga ser desconocido por la comunidad internacional. Siete candidatos
participaron en la contienda presidencial, pero la mayoría de partidos de
oposición, agrupadas en la Convergencia Democrática (CD), retiraron su
participación luego del impase para resolver el diferendo en torno al manejo
de las elecciones legislativas del 21 de mayo pasado.
La situación sigue tensa. La CD anunció su intención de proponer una fórmula de
gobierno provisional que asumiría el poder el próximo 7 de febrero, en lugar de
Aristide. Además, se libra una guerra de cifras sobre el nivel de
participación del electorado, que según los oficialistas fue de más de 60%,
mientras que el principal partido de oposición, la Organización del Pueblo en
Lucha (OPL), habla de menos del 5%.
Por su parte, Aristide -quien fue Presidente entre 1991 y 1996, con un
paréntesis de tres años por la dictadura- rompió un virtual silencio mediático
de varios años, al dar una rueda de prensa, en la cual declaró su intención de
fomentar el diálogo con todos los sectores, más allá de las diferencias
políticas, sociales e ideológicas, a fin de pacificar al país.
Varios partidos que apoyaron la elección de Aristide en 1990, al considerar al
ex-sacerdote como la alternativa popular a las dictaduras macoutistas, en los
últimos años le han retirado su apoyo, acusándole de corrupción.
Conflicto político
Los comicios parlamentarios realizados en mayo fueron impugnados tanto por
los partidos de oposición, como por la misión de observación de la
Organización de Estados Americanos -OEA-, debido a la forma de calcular los
votos, que permitió que Fanmi Lavalas (FL -partido actual de gobierno, creado
por Aristide hace cuatro años) saliera como el gran ganador de la primera
vuelta. La oposición consideró que el método fue inventado, en violación de la
Ley Electoral, para permitir a FL controlar el parlamento.
La Convergencia Democrática se formó a raíz de esta situación, con
participación de fuerzas políticas desde la socialdemocracia hasta la extrema
derecha, incluyendo el principal partido de oposición, la OPL, para emprender
negociaciones con el gobierno, que se llevaron a cabo con intermediación de la
OEA. No obstante, luego de cinco meses las negociaciones fracasaron en
octubre, y se produjo el retiro de los partidos de la CD del proceso electoral
de noviembre.
La comunidad internacional insistió en que las facciones en pugna lleguen a un
acuerdo antes de la realización de nuevas elecciones, lo cual no sucedió.
Entonces retiró su apoyo.
Otro factor que ha contribuido al reciente desconcierto fue la ola de
violencia que se desató en el país desde inicios de noviembre, y que ha causado
varios muertos. En la capital, testigos informaron de vehículos sin placas
desde donde se disparaba con armas de fuego sobre los pasantes. FL y la
oposición se enfrentaron en acusaciones mutuas en cuanto a la responsabilidad
de estos hechos.
Por su parte, las organizaciones populares haitianas están divididas en
cuanto al proceso electoral. Un sector de organizaciones cercanas a Aristide
apoyó el proceso, al considerar que contribuiría a la construcción de una
democracia participativa. Otras están inconformes con la situación política
y la conducción del gobierno. Entre ellos, el Movimiento de Campesinos de
Papaye, del este del país, que hace dos meses realizó una movilización de unas
8000 personas -la primera de esta envergadura contra el actual gobierno- en
rechazo del proceso electoral de mayo, y para denunciar la situación
socioeconómica.
https://www.alainet.org/es/articulo/104985?language=es
