Mineras de 4 continentes interpelan al mundo

José Pinto
La Paz

35 delegadas de 20 países de América, Asia, Africa y Europa se reunieron la
Segunda Conferencia Internacional "Mujeres y Minería", desarrollada del 16 al
25 de septiembre, en la localidad de Iroco, departamento de Oruro. Durante
10 días las mujeres trabajadoras, indígenas, sindicalistas, defensoras de la
vida y el medio ambiente, representantes de instituciones no gubernamentales,
investigadoras relacionadas con la minería y los efectos de las empresas
transnacionales, juntaron sus fuerzas para hacerse escuchar, para defender
sus derechos laborales, territoriales, culturales, económicos y a vivir en un
ambiente sano. En la oportunidad reiteraron su decisión y voluntad de
hacerse sentir y exigir el respeto y cumplimiento de sus derechos y
definieron una estrategia para lograrlo. Las mujeres mineras interpelaron al
mundo.

En el marco de una reunión con la prensa nacional e internacional acreditada
en Bolivia, Mirta Moreno del Sindicato Profesional No. 1 de la Mina de
Chuquicamata - Chile, Sonia Torres del Frente Nacional de Oposición a la
Minería de Oro de Costa Rica y Constance Kunaka del Women Miner´s Trust de
Zimbabwe, presentaron los informes relativos al desarrollo de las actividades
de la Conferencia, el contenido de la Declaración Conjunta aprobada por el
consenso de las participantes, y las expectativas de los comités regionales.


Visibilizar el trabajo femenino. Acabar con la discriminación

La Conferencia ratificó el carácter socialmente invisible del trabajo de las
mujeres, aún cuando su aporte continúa siendo crecientemente significativo en
la economía de los pueblos, desde la reproducción de la fuerza de trabajo, la
recuperación de los minerales a partir de los desechos y la explotación de
las unidades productivas colectivas.

La discriminación de la mujer, expresa la Declaración, sigue siendo una
constante cotidiana, que dificulta lograr: un espacio de trabajo, una
remuneración justa, equidad en las oportunidades para lograr una concesión o
un crédito, así como el tratamiento respetuoso de los empleadores e inclusive
de los propios compañeros trabajadores de las minas.

Frente al trabajo no remunerado y no reconocido de las mujeres en sus
familias, se ha demandado la comprensión en su verdadera dimensión de trabajo
productivo, rechazando la invisibilidad como un modo de opresión y
discriminación constantes.


Neoliberalismo, globalización, medio ambiente y trabajo femenino

Los debates relativos al desplazamiento de comunidades originarias y pueblos
indígenas como efecto de la minería y la consiguiente modificación forzada de
los sistemas de vida dependientes de la tierra, bosques y recursos naturales,
llevaron a constatar el peligro de los altos índices de contaminación de la
tierra, el agua y el aire con sustancias tóxicas, que siguen afectando
severamente las condiciones de salud de las poblaciones mineras y aledañas,
provocando inclusive malformaciones en los niños y niñas.

Las delegadas cuestionaron la política neoliberal de la economía globalizada,
que permite a las empresas mineras irrumpir en sus países, provocando
desempleo creciente y pérdida de valores culturales, determinando índices
alarmantes de explotación a las mujeres, situación que acarrea a su vez,
desatención de los niños, problemas de salud, deterioro de las relaciones
familiares y pérdida de valores culturales. Se enfatizó que las mujeres
mineras, asalariadas o independientes están sujetas a condiciones
inadmisibles de trabajo con alto riesgo para su salud, su vida y su condición
humana.


Fortalecer la Red Internacional de Mujer y Minería

El principal acuerdo en materia organizativa contempla la consolidación de la
Red Mujer y Minería, para contar con un espacio que unifique a las mujeres
mineras en un esfuerzo conjunto de construcción, participación y solidaridad
en la búsqueda de la justicia social; "una Red que permita escuchar las voces
de quienes son las directas afectadas por el deterioro que produce la voraz
explotación minera que deja secuelas cada vez más atroces y cada vez más
impunes y que canalice estas voces hacia una transformación".


Pacto por la Vida

La declaración Conjunta define el compromiso de la Red como un "Pacto por la
Vida". Al respecto el documento precisa lo siguiente:

"Nos comprometemos a romper el silencio y decirle al mundo que estamos
enojadas, porque nos sentimos despojadas, más empobrecidas y maltratadas
junto a las niñas y niños y a la naturaleza. Demandaremos el monitoreo de las
empresas mineras, exigiremos restaurar a su estado natural todo lo dañado,
pediremos la indemnización sobre los derechos lesionados de las comunidades,
por las enfermedades y accidentes de trabajo y por la pérdida de vida,
Velaremos por el respeto de las áreas protegidas y la exclusión de la minería
de las áreas ambientalmente frágiles, el cumplimiento y respeto de los
derechos territoriales y la exclusión de la niñez en el trabajo de minero."

Para lograr el Pacto por la Vida las participantes en la Conferencia
asumieron 17 acuerdos específicos entre los que resaltan los siguientes:

- Investigar e intercambiar información sobre las acciones y políticas de
expansión de las empresas mineras transnacionales, y promover campañas y
demandas legales en los niveles nacional e internacional.

- Establecer alianzas con redes internacionales vinculadas a minería, mujer,
medio ambiente, pueblos indígenas y salud.

- Distribuir las resoluciones de la Conferencia a los gobiernos y organismos
multilaterales.

- Promover alternativas socioeconómicas que eleven el ingreso da las familias
para conllevar la erradicación del trabajo infantil en la minería y realizar
campañas internacionales específicas sobre mujeres afectadas en el sector
minero, como el caso Kelian, las Mujeres Palliris, las Amas de Casa y las
Mujeres Desplazadas.

- Promover la exclusión de la actividad minera en las áreas ecológicamente
frágiles.

Información adicional: rimm@zuper.net, cepromin@caoba.entelnet.bo