Haití: Elecciones en tiempos de crisis
18/05/2000
- Opinión
Haití: Elecciones en tiempos de crisis
Gotson Pierre
En las condiciones actuales de violencia e injusticia, cómo podemos ir a las
urnas, se preguntan ciertos jóvenes del suburbio de Martissant, al sur de la
capital, Puerto Príncipe. En ese barrio popular sobrepoblado, los habitantes
han tenido la mala sorpresa de descubrir, la mañana del martes 13 de mayo,
los cadáveres de tres jóvenes asesinados a bala. La noticia se difundió como
rayo de polvo y la movilización también fue rápida: barricadas en fuego,
lanzamiento de piedras, vidrios de carros rotos, personas heridas. La
intervención de la policía fue aún más brutal.
Fue a pocos días de la primera vuelta de las elecciones legislativas,
municipales y locales, fijadas para el 21 de mayo y cuya segunda vuelta será
el 25 de junio. El proceso electoral, que comenzó en marzo del 99 con la
creación del Consejo Electoral Provisional (CEP), ha sido largo y empedrado
de cadáveres. Dos semanas antes de la votación se contaron 10 muertos en 6
días, entre ellos Banord Sanon, jefe de campaña del Partido Louvri Barye, que
perteneció a la antigua alianza Lavalas.
Antes de eso, se registraron ya diversas agresiones contra responsables de
campaña, candidatos y locales de los partidos políticos. Entre los sectores
políticos más golpeados, se cuenta la Organización del Pueblo en Lucha (OPL),
que ha dado la espalda a Lavalas, el Espacio de Concertación (EC),
agrupamiento de 5 partidos de oposición que han participado en la formación
del gobierno y de la CEP, el Movimiento Patriótico para la Salvación Nacional
(MPSN), la coalición de formaciones políticas de obediencia duvalierista y el
Movimiento Cristiano por un Haití Nuevo (MOCRENHA), cercano al sector
protestante. La Organización Fanmi Lavalas (OFL) del ex presidente Jean
Bertrand Aristide, que controla el Ejecutivo, ha tenido también algunas
víctimas.
La prensa tampoco ha quedado a salvo, uno de los periodistas haitianos más
combativos, Jean Dominique, Director de Radio Haití Inter, fue asesinado el 3
de abril. Dos radios comunitarias fueron saqueadas entre el 3 de abril y el
3 de mayo.
Ese es el clima que ha predominado en este periodo electoral, donde han
florecido acusaciones y contra-acusaciones de un sector político a otro, en
un ambiente de confusión. Sobre un total de unos 4.5 millones de personas en
edad de votar, más de 4.04 millones de electores se han inscrito en los
registros electorales, según un informe de la Organización de Estados
Americanos -OEA-. Se han abierto 11 mil oficinas de votación y 3500 policías
están a la disposición para garantizar la seguridad de los votos.
Los retos
En este escrutinio se elegirán 19 senadores, 83 diputados, 133 Concejales
Municipales y 564 Consejos de Administración de las Secciones Comunales
(CASEC). Otras elecciones de segundo nivel deberán permitir la puesta en
marcha de 133 Asambleas Municipales, 9 asambleas departamentales, 9 Consejos
Departamentales y un Consejo Interdepartamental.
De ese proceso deberá resultar también un Consejo Electoral Permanente, que
de inmediato tendrá que concentrarse en la organización de elecciones
presidenciales a finales de año. Según la Constitución, ese consejo debía
haberse creado luego de las elecciones de 1987, pero nunca fue creado por
causa de las múltiples crisis políticas que ha atravesado el país.
Los principales partidos aspiran controlar el parlamento, que pasará de tener
un cierto peso sobre las instituciones que serán renovadas o implementadas.
También está muy presente la cuestión relativa al mantenimiento o no del
ejercito. De hecho, el ejército no existe más, ha sido desmantelado luego
del regreso al orden constitucional en 1994, luego de 3 años del golpe
militar del 91.
La disputa entre los 854 candidatos al Senado y a la Diputación, es ruda,
como lo es también la que libran las 4324 listas de candidatos a elección
municipal y local. El EC, la OPL, la OFL, la MOCRENHA, comparten una gran
parte de los 27 mil candidatos. La oposición, que sospechaba que el poder
hacía todo para evitar las elecciones, acusa a la OFL de preparar un amplio
fraude. Pero, responde el partido de Aristide, esos propósitos sólo están
dirigidos a prevenir una eventual amplia victoria de la OFL.
Gotson Pierre
En las condiciones actuales de violencia e injusticia, cómo podemos ir a las
urnas, se preguntan ciertos jóvenes del suburbio de Martissant, al sur de la
capital, Puerto Príncipe. En ese barrio popular sobrepoblado, los habitantes
han tenido la mala sorpresa de descubrir, la mañana del martes 13 de mayo,
los cadáveres de tres jóvenes asesinados a bala. La noticia se difundió como
rayo de polvo y la movilización también fue rápida: barricadas en fuego,
lanzamiento de piedras, vidrios de carros rotos, personas heridas. La
intervención de la policía fue aún más brutal.
Fue a pocos días de la primera vuelta de las elecciones legislativas,
municipales y locales, fijadas para el 21 de mayo y cuya segunda vuelta será
el 25 de junio. El proceso electoral, que comenzó en marzo del 99 con la
creación del Consejo Electoral Provisional (CEP), ha sido largo y empedrado
de cadáveres. Dos semanas antes de la votación se contaron 10 muertos en 6
días, entre ellos Banord Sanon, jefe de campaña del Partido Louvri Barye, que
perteneció a la antigua alianza Lavalas.
Antes de eso, se registraron ya diversas agresiones contra responsables de
campaña, candidatos y locales de los partidos políticos. Entre los sectores
políticos más golpeados, se cuenta la Organización del Pueblo en Lucha (OPL),
que ha dado la espalda a Lavalas, el Espacio de Concertación (EC),
agrupamiento de 5 partidos de oposición que han participado en la formación
del gobierno y de la CEP, el Movimiento Patriótico para la Salvación Nacional
(MPSN), la coalición de formaciones políticas de obediencia duvalierista y el
Movimiento Cristiano por un Haití Nuevo (MOCRENHA), cercano al sector
protestante. La Organización Fanmi Lavalas (OFL) del ex presidente Jean
Bertrand Aristide, que controla el Ejecutivo, ha tenido también algunas
víctimas.
La prensa tampoco ha quedado a salvo, uno de los periodistas haitianos más
combativos, Jean Dominique, Director de Radio Haití Inter, fue asesinado el 3
de abril. Dos radios comunitarias fueron saqueadas entre el 3 de abril y el
3 de mayo.
Ese es el clima que ha predominado en este periodo electoral, donde han
florecido acusaciones y contra-acusaciones de un sector político a otro, en
un ambiente de confusión. Sobre un total de unos 4.5 millones de personas en
edad de votar, más de 4.04 millones de electores se han inscrito en los
registros electorales, según un informe de la Organización de Estados
Americanos -OEA-. Se han abierto 11 mil oficinas de votación y 3500 policías
están a la disposición para garantizar la seguridad de los votos.
Los retos
En este escrutinio se elegirán 19 senadores, 83 diputados, 133 Concejales
Municipales y 564 Consejos de Administración de las Secciones Comunales
(CASEC). Otras elecciones de segundo nivel deberán permitir la puesta en
marcha de 133 Asambleas Municipales, 9 asambleas departamentales, 9 Consejos
Departamentales y un Consejo Interdepartamental.
De ese proceso deberá resultar también un Consejo Electoral Permanente, que
de inmediato tendrá que concentrarse en la organización de elecciones
presidenciales a finales de año. Según la Constitución, ese consejo debía
haberse creado luego de las elecciones de 1987, pero nunca fue creado por
causa de las múltiples crisis políticas que ha atravesado el país.
Los principales partidos aspiran controlar el parlamento, que pasará de tener
un cierto peso sobre las instituciones que serán renovadas o implementadas.
También está muy presente la cuestión relativa al mantenimiento o no del
ejercito. De hecho, el ejército no existe más, ha sido desmantelado luego
del regreso al orden constitucional en 1994, luego de 3 años del golpe
militar del 91.
La disputa entre los 854 candidatos al Senado y a la Diputación, es ruda,
como lo es también la que libran las 4324 listas de candidatos a elección
municipal y local. El EC, la OPL, la OFL, la MOCRENHA, comparten una gran
parte de los 27 mil candidatos. La oposición, que sospechaba que el poder
hacía todo para evitar las elecciones, acusa a la OFL de preparar un amplio
fraude. Pero, responde el partido de Aristide, esos propósitos sólo están
dirigidos a prevenir una eventual amplia victoria de la OFL.
https://www.alainet.org/es/articulo/104694?language=es
