Globalizar la solidaridad

13/03/2000
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Forum "Las ONGs del Sur y los retos de la globalización":
declaración final.

Globalizar la solidaridad

Nosotros delegados y delegadas de organizaciones no gubernamentales,
movimientos sociales, organizaciones populares e instituciones académicas
de países del llamado Sur, reunidos en la ciudad de la Habana, los días 1
al 3 de marzo del año 2000, como parte del proceso previo a la Cumbre del
Sur, evaluamos los problemas relacionados con el fenómeno de la
globalización, sus principales tendencias e impacto en las economías
nacionales de nuestros países y discutimos acerca de la capacidad de
influencia, gestión y acción de la sociedad civil y las ONGs de nuestros
pueblos en las actuales condiciones internacionales.

Coincidimos en que un proceso de globalización solidario que tenga al ser
humano como centro del desarrollo puede ofrecer oportunidades para que el
avance tecnológico contribuya al fomento del progreso y el bienestar
social. Sin embargo, al transcurrir bajo el dominio del neoliberalismo que
impone a ultranza la voluntad ciega del mercado, la desregulación de
procesos y la creciente e indiscriminada privatización de recursos y
patrimonios que en última instancia pertenecen a nuestros pueblos, está
provocando la brutal desintegración y fragmentación económica y social de
nuestros países, con consecuencias dramáticas para la sobrevivencia de los
sectores más vulnerados y marginados.

Denunciamos que la política neoliberal auspiciada por el capital
transnacional y organismos internacionales como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial ha contribuido a concentrar la riqueza y a
reafirmar la polarización social manifiesta en el crecimiento de la pobreza
que afecta hoy de manera crítica a más de mil millones de personas en el
mundo, los cuales no tienen posibilidades de acceso a la alimentación
indispensable para sobrevivir, los servicios básicos de salud y educación y
la protección social.

Subrayamos, con igual fuerza, que estas mismas políticas intentan arrasar
nuestras culturas e identidades, imponiendo a cambio la asimilación
cultural y creando paradigmas que legitiman su modelo: individualista,
antisolidario y de exclusión.

Constatamos, con profunda preocupación, el continuo deterioro ecológico de
nuestro planeta y la persistencia de barreras que impiden alcanzar el
desarrollo sostenible, sobre todo la falta de voluntad política para
establecer una rigurosa protección del medio ambiente frente a la acción
depredadora de políticas económicas irracionales y a patrones de consumo no
sustentables.

A partir de estas reflexiones, identificamos los enormes obstáculos que el
actual orden económico internacional, en sus diferentes manifestaciones:
financiera, comercial y tecnológica, opone al derecho al desarrollo y a las
aspiraciones de justicia de nuestros pueblos.
En consecuencia, exhortamos a los Jefes de Estado y de Gobierno de los
países del Grupo de los 77 que se darán cita en La Habana el próximo mes de
abril, en el marco de la Cumbre Sur, a denunciar.

* Que la deuda externa, que impide alcanzar el desarrollo económico y
social a los países del Sur y que es expresión del injusto orden económico
internacional y de las políticas de globalización neoliberal, es hoy más
que nunca impagable, incobrable y deber ser cancelada.

* Que la creciente brecha tecnológica entre los países industrializados y
los países del Sur, que entre otras causas es el resultado de la aplicación
de estrictos derechos de propiedad intelectual que excluyen a nuestros
países del conocimiento y de tecnologías que sólo traen ganancias a una
minoría y desempleo masivo, marginación y pobreza a las mayorías
desposeidas, es un serio obstáculo al desarrollo de nuestros pueblos.

* Que las tendencias liberadoras del comercio mundial promovidas por la
Organización Mundial de Comercio están diseñadas para favorecer las
exportaciones de los países industrializados y provocan el creciente
deterioro de la industria y la agricultura de los países del Tercer Mundo,
al tiempo que acentúan las históricas desigualdades en los términos de
intercambio entre el Norte y el Sur.

* Que la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) continúa reduciéndose y en la
década de los 90 pasó del 0.35% al 0.22% del PNB de los países
desarrollados, cifra muy distante del 0.7% comprometido e indispensable en
la estrategia para el desarrollo de nuestras empobrecidas naciones.

* Que las políticas de cooperación, financiamiento y créditos de los países
del Norte no toman en cuenta las necesidades económicas del Sur ni sus
particularidades históricas y socio-culturales, sino que analizan las
realidades de nuestros países desde una perspectiva de subordinación,
marginación y recolonización, imponiendo condicionalidades inaceptables.

* Que el auge de la especulación, la volatilidad de los mercados
financieros y la desregulación de los movimientos de capitales ponen en
grave riesgo la estabilidad económica y política de nuestros países.

* Que la aplicación unilateral y extraterritorial de leyes o medidas de
alcance nacional que violan el Derecho Internacional o atentan contra la
soberanía de otros Estados socava los principios que rigen la convivencia
entre las naciones, debilitan el multilateralismo, y dan al traste con la
cooperación que necesitan los pueblos del Sur para su desarrollo.

Por nuestra parte, los delegados a este Forum, conscientes de las adversas
circunstancias en que se desarrolla la lucha de nuestros pueblos por sus
más sentidas reivindicaciones, y convencidos de la urgente necesidad de una
participación más activa y efectiva de todos los sectores de la sociedad
civil: los trabajadores y sus sindicatos, las mujeres, los jóvenes, los
niños, los ancianos, los discapacitados, los campesinos, los pueblos
originarios, los investigadores sociales y otras muchas instituciones y
organizaciones representativas de la población, en los procesos de
discusión y toma de decisiones a nivel nacional e internacional.

* Reclamamos una participación mayor y exigimos un más alto grado de
transparencia de los gobiernos e instituciones internacionales en los
procesos de toma decisiones sobre problemas que nos atañen directamente y
que en muchas ocasiones tienen efectos devastadores en términos del
incremento de las desigualdades, la pobreza y el desempleo.

* Demandamos la profundización de las relaciones de integración económica,
cultural y social entre los países del Sur para fortalecer su capacidad de
acción como región ante los retos de la globalización.

* Reafirmamos la disposición y la capacidad de las ONGs y de los más
amplios sectores sociales para influir en el diseño de estrategias, en la
implementación de acciones y en la gestión de recursos a favor del
desarrollo social de nuestros países.

* Nos convocamos a estrechar los lazos de cooperación entre nuestras
organizaciones, potenciando los elementos que nos unen, en defensa del
derecho al desarrollo, que concebimos como un derecho humano fundamental; y
a exigir a los gobiernos el cumplimiento de sus compromisos con las
necesidades y el futuro de nuestros pueblos.

* Ratificamos nuestra convicción en que, frente al dominio avasallador
alcanzado por las corporaciones transnacionales en los umbrales del nuevo
milenio y ante la alarmante realidad de que estas experimentan un
crecimiento mucho mayor que la economía mundial en su conjunto, amenazando
con su poder la soberanía y el derecho al desarrollo de los países del
Tercer Mundo, nuestra respuesta no puede ser otra que la de profundizar la
lucha, la unidad y la solidaridad, con apego al respeto por la diversidad
que nos caracteriza y tanto nos enriquece, construyendo alternativas por un
mundo mejor.

Globalizar la solidaridad no es una intención, es la única forma de
enfrentar con éxito los males de hoy y los retos del mañana.

Palacio de las Convenciones
La Habana, 3 de marzo del 2000
https://www.alainet.org/es/articulo/104601?language=en
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