Beijing+ 5 y la agenda del 2.000

17/08/1999
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Del 5 al 9 de junio del año próximo, se realizará en Nueva York (Estados Unidos) la Sesión Especial de Naciones Unidas "Mujeres 2000: Igualdad de Género, Desarrollo y Paz", conocida como Beijing +5, para revisar los avances registrados por los gobiernos en el cumplimiento de los acuerdos consignados en la "Plataforma de Acción de Beijing", documento de consenso que resultó de la "IV Conferencia de la Mujer: Acciones por la Igualdad, la Paz y el Desarrollo", que tuvo lugar en Beijing (China) en septiembre de 1995. La convocatoria a esta evaluación tiene además el propósito de formular una agenda que permita concretizar mayores avances en la situación de las mujeres en el próximo siglo. La realización de este balance apela igualmente al movimiento de mujeres, actor importante en la promoción de los derechos específicos de este género, cuyas propuestas no solamente contribuyeron al enriquecimiento de dicha Plataforma de Acción, sino que también sirven de columna vertebral para la realización de los avances civilizatorios que realizan los Estados y la Comunidad Internacional en este campo. Así, con el propósito de continuar incidiendo en la materialización de los derechos de las mujeres, los días 3 y 4 de junio del 2.000, se celebrará precedentemente a la Sesión Especial de la ONU, la reunión de trabajo de las Organizaciones No Gubernamentales, que permitirá al movimiento emitir su propia evaluación Beijing + 5, e incluir en la agenda del 2.000 las propuestas que el movimiento mundial considere importantes para la concreción de avances de los derechos de las mujeres en el siglo venidero. Las doce áreas de interés estratégico que serán evaluadas son: pobreza, educación, salud, violencia, conflictos armados, economía, procesos de decisión, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios masivos, medio ambiente, y niñas. Otras áreas de interés se han delineado en tiempos más recientes y sobre ellas pondrá también la mirada esta sesión de trabajo. Ellas son: ciencia y tecnología; agua potable; mujeres con discapacidades; refugiadas y migrantes; orientación sexual; derechos de las indígenas; tercera edad; jóvenes; arte y artesanías; y deportes. En América Latina y el Caribe, el proceso preparatorio de la "IV Conferencia Mundial de la Mujer" (Beijing 95), generó una gran visibilidad propositiva desde el Movimiento de Mujeres, entre cuyas temáticas de destaque figuran: participación política, violencia contra las mujeres, comunicación, derechos sexuales y reproductivos, justicia económica, entre otros. Igualmente, siendo este movimiento descentralizado y pluralista, dicho proceso permitió visibilizar las diferentes posiciones que éste ha producido en relación a las maneras de hacer política y relacionarse (o no) con las instituciones internacionales y gobiernos, cuyos matices se extienden desde las posturas negociadoras hasta las más contestatarias. En otras palabras, si bien en el marco de la "IV Conferencia Mundial de la Mujer", se expresó una cierta unanimidad del movimiento feminista y de mujeres en lo relativo a la ubicación de problemáticas (violencia, justicia económica, participación política, etc.), el proceso previo a ésta puso en evidencia la diversidad de enfoques y orden de prioridades de los múltiples sectores que lo conforman. Las revisiones Institucionales Desde 1995, la Comisión de la Condición de la Mujer de la ONU, viene realizando secuencialmente, todos los años, diversas sesiones de monitoreo de la "Plataforma de Acción de Beijing". Entre las temáticas analizadas hasta aquí figuran: la educación, el medio ambiente, la tecnología, la participación de las mujeres en la economía y el poder, entre otras. En el 98 -coincidiendo con la revisión de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos-, se prestó una atención especial a la situación de la violencia contra las mujeres, las consecuencias de los conflictos armados y el estado de los derechos humanos. Más recientemente en 1999, -cuando ocurrió también la evaluación de la Conferencia Mundial sobre Población- fueron revisados los asuntos relativos a la salud, incluidos los derechos sexuales y reproductivos. Se han analizado igualmente, los progresos realizados por las mujeres en su participación en los procesos de toma de decisiones, y su inserción en los Mecanismos Institucionales (ministerios, oficinas estatales o instancias internacionales). En el conjunto, estas evaluaciones arrojan resultados positivos en cuanto la mayoría de los Estados se han comprometido en la formulación de políticas encaminadas a erradicar las desigualdades que afectan a las mujeres en el mundo entero. Sin embargo, aún está ausente, en la mayoría de los casos, la inversión real de recursos económicos que permitan la concreción masiva de dichas políticas. De igual manera, un tema pendiente de la Conferencia antes citada, fue el de los recursos y compromisos materiales necesarios para fortalecer el avance de las mujeres a escala nacional e internacional. Un balance necesario para una nueva agenda Aunque es reconocido que en el siglo que termina se han registrado importantes avances en lo relativo al reconocimiento de los derechos de las mujeres en la región y en el mundo, el balance Beijing + 5, producido por la "sociedad civil" visibilizará, sin duda, otras complejidades que atañen a la situación de las mujeres en el contexto de la globalización y la regionalización, de la cual se desprenden nuevas modalidades de la brecha estructural entre los géneros. Pues paralelamente al reconocimiento de derechos universales, es notable el estancamiento en la concreción real de éstos, que deviene, por ejemplo, del incremento de la pobreza y la exclusión, que perjudican de manera específica a las mujeres, en cuanto ellas enfrentan, además de las situaciones que atañen al conjunto, los efectos de la discriminación de género. Así, a la par de los reconocimientos institucionales que potencian los avances formales, es más importante que nunca la notoriedad del enfoque crítico que producen los movimientos, en cuanto la propia existencia de ellos tiene que ver con la perennidad de las situaciones de discriminación que afectan a las mujeres aquí y ahora. En esa misma línea, es también más importante que nunca la participación directa de la sociedad, y específicamente del movimiento de mujeres, tanto a la evaluación Beijing + 5 como a la formulación de las prioridades para el Siglo XXI, reivindicación y propuesta que han sido expresadas como requisitos para la vigencia democrática en los escenarios globales. Ejes de ciudadanía para el siglo XXI Entre los ejes principales del movimiento de mujeres en este fin de siglo destaca el de Ciudadanía, que incluye tanto la apropiación de los derechos individuales y colectivos -específicos y generales- por parte de las mujeres como el desarrollo de las condiciones propicias para su ejercicio. Entre los criterios para la adopción de este enfoque de ciudadanía, además del reconocimiento de cada uno de los derechos por parte de todas, es necesaria la visualización de cambios societales globales, que proyecten un mundo donde existan posibilidades reales para ejercer la igualdad, la diversidad, la justicia económica. Entre las iniciativas del movimiento de mujeres emergen igualmente propuestas de "nuevos" derechos, que abarcan desde las relativas a opciones y decisiones personales, como lo son los derechos sexuales y reproductivos, hasta las vinculadas a la inserción de las mujeres a la sociedad global con sus paradigmas actuales, que se expresan en reivindicaciones tales como el reconocimiento del derecho a la comunicación o el acceso a las nuevas tecnologías. RECUADRO Mujeres Acción 2000 En el contexto de la revisión Beijing + 5, y como resultado de la visibilización de la problemática de la comunicación que se logró en la VI Conferencia Mundial de la Mujer, se ha puesto en marcha la iniciativa "Mujeres Acción 2000", basada en una propuesta comunicacional tendiente a dar a conocer los resultados de las evaluaciones que produzca el movimiento de mujeres en el mundo y potenciar a la vez las posibilidades que se abren para el movimiento de mujeres a través del acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación. Esta iniciativa de alcance mundial, impulsada por las principales redes de comunicación con enfoque de género, pretende igualmente colocar al alcance del movimiento de mujeres espacios de intercambio de información y debate -entre otros para la búsqueda de consensos- para el delineamiento de una agenda común para el próximo siglo. Una dirección electrónica servirá de punto de contacto: www.womenaction.org/2000. Hacia un futuro comunicacional Siendo la comunicación un eje destacado en el contexto de la globalización y un reto para la articulación y proyección de las propuestas de las mujeres -aspecto que fue reconocido por primera vez en la Plataforma de Acción de Beijing-, figura entre las prioridades de "Mujeres Acción 2000" su revisión, y la respectiva formulación de iniciativas de agenda que permitan a las mujeres y a sus movimientos superar las iniquidades de género que se expresan todavía en este campo. Entre las innovaciones impulsadas por mujeres en América Latina y el Caribe, en el transcurso de los últimos 5 años, figura la formulación de propuestas relativas al derecho de las mujeres a la comunicación y a las nuevas tecnologías, como también la articulación de redes o enlaces subregionales y regionales, cuya punto central de convocatoria es buscar una participación real de las mujeres en los retos que plantean los próximos siglo y milenio. * Para informaciones mujeres@alai.ecuanex.net.ec / Area Mujeres de ALAI, Casilla 17-12-877, Quito, Ecuador FAX: (593 2) 505 073
https://www.alainet.org/es/articulo/104479?language=es
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