Posición de las ONGs de América Latina y el Caribe
Los derechos humanos como horizonte ético
29/09/1997
- Opinión
La VII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno, que se realizar en Venezuela en
noviembre próximo, tendrá como eje temático los "valores éticos de la democracia". En
preparación de este acontecimiento, organismos de derechos humanos de la región elaboraron un
documento de consenso, que reafirma los derechos humanos como horizonte ético, que ser
presentado a la Cumbre. A continuación presentamos una versión abreviada.
En ocasión de celebrarse en 1997 la VII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno
en Margarita, Venezuela con el propósito de dialogar sobre "los valores éticos de la democracia",
las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos en América Latina, ratificamos las
propuestas que se han venido impulsando con la esperanza de que los gobiernos de Iberoamérica
asuman como valores éticos de la democracia, los principios y valores aceptados por la comunidad
internacional, en materia de derechos humanos, considerando que estos nunca deben sacrificarse en
aras de modelos de desarrollo que atenúen contra la dignidad humana, reafirmándose la democracia
como el escenario ideal para el pleno goce y disfrute de los derechos humanos.
Las organizaciones que suscriben este documento consideran de mucha importancia el encuentro de
los Jefes de estado y gobierno y recomiendan tengan en cuenta:
La ratificación del principio de responsabilidad única y exclusiva del Estado en la protección de los
derechos humanos.
La ratificación de los principios de cooperación y coordinación entre los mecanismos
internacionales y regionales de protección de los derechos humanos, así como el derecho de los
particulares afectados a elegir el mecanismo que mejor satisfaga su necesidad de respuesta
oportuna y efectiva; y el derecho a la reparación.
La promoción, el respeto, la exigibilidad y justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y
culturales, tanto en el terreno nacional como en el internacional.
El rechazo a la imposición de medidas legislativas o económicas que signifiquen menoscabo a los
derechos adquiridos de los trabajadores/as y la denuncia de la incompatibilidad entre los tratados
internacionales de derechos humanos y las medidas de ajuste estructural.
La reafirmación de la estrecha e indisoluble relación existente entre Democracia, Desarrollo y
Derechos Humanos, para lo cual es indispensable ampliar el conjunto de derechos políticos
reconocidos a los ciudadanos.
El impulso del recurso de Habeas Corpus como un recurso de tramite sencillo, breve y efectivo y el
rechazo contra toda medida que atenté contra el pleno disfrute del derecho a la vida, la integridad
física, a la libertad personal y la protección contra la desaparición forzosa, derechos que se ven
particularmente afectados a causa del abuso de poderes excepcionales.
La creación de un Tribunal Penal Internacional de derechos humanos.
El establecimiento de canales y mecanismos que aseguren una creciente intervención de las
organizaciones de mujeres, minorías, niños y adolescentes grupos étnicos, pueblos indígenas,
discapacitados y otros sectores discriminados o vulnerables, en la toma de decisiones que afectan y
comprometan el disfrute de sus derechos.
El impulso de programas de formación en derechos humanos, con el objeto de promocionar una
cultura acorde con el respeto y la defensa de los derechos humanos por parte de los Estados.
La inclusión de la perspectiva de género en los niveles de los organismos normativos nacionales e
internacionales, que contribuya a una lectura de la realidad reveladora de las causas y efectos de la
discriminación contra las mujeres que permita superarla y desarrollen una cultura de participación
igualitaria.
La independencia de la administración de justicia y su fortalecimiento, a partir de sistemas de
designación y remoción de jueces y funcionarios -as- acordes con la imparcialidad, como garantía
de la vigencia de los derechos constitucionales y del acceso a la justicia para todos y todas.
La ratificación de los pactos e instrumentos protectores de los derechos humanos por parte de todos
los Estados, sin reservas que disminuyan su eficacia.
La aplicación del derecho al desarrollo como un derecho universal e inalienable y como parte
integrante de los derechos humanos fundamentales.
La participación igualitaria de los Estados en las decisiones de las instituciones financieras
internacionales.
La protección del medio ambiente como derecho indivisible e interdependiente con los demás. Salo
a través de políticas de desarrollo que garanticen un medio ambiente seguro, sano y ecológicamente
racional se puede satisfacer equitativamente el derecho a la vida digna de las generaciones actuales,
sin afectar el derecho a las generaciones futuras.
La formulación de una declaración expresa de condena a todas las formas de discriminación y/o
multidiscriminación por condición de género y orientación sexual, de razas, de etnias, de religión,
de grupos sociales o culturales, de nacionalidad y opinión política.
La protección especial nacional e internacional para las personas discapacitadas y de la tercera
edad, trabajadores -as- migrantes, población sin techo, desplazados -as- internos, afectados -as- por
HIV + y múltiples grupos discriminados y marginados.
La necesidad de no discriminar a portadores -as- y enfermos -as- del HIV+ y el resguardo de su
derecho a recibir los tratamientos necesarios que le garanticen mejor calidad de vida en todos los
niveles incluyendo a quienes se encuentra privados -as- de libertad.
La condena y la inclusión de medidas internas e internacionales eficaces contra políticas de
limpieza social que se manifiestan, entre otras formas, por el exterminio físico, la marginación o los
atentados contra las prostitutas, homosexuales, lesbianas, niños y niñas de la calle, y otros grupos
sociales discriminados.
La protección de niños, niñas y jóvenes, desplazados por la violencia política, víctimas de
conflictos armados y en situación de abandono. La condena del tráfico de niños y niñas, falsas
adopciones, negación de su identidad, venta de sus órganos, prostitución de toda otra forma de
abuso que vaya en contra de su desarrollo, y su consideración como violaciones masivas de los
derechos humanos de la niñez. La protección legal de niños y adolescentes trabajadores y la
erradicación de toda forma de explotación económica.
El cumplimiento por parte de los Estados de la Convención Internacional sobre los derechos del
niño, respetando su legítima identidad y resaltando su condición de sujetos de derechos humanos.
El reconocimiento específico de los -as- desplazados -as- internos, la creación de un órgano
independiente e internacional que les brinde protección, as¡ como la protección de la población que
se desplaza por causa de la violencia hacia otros países.
La prohibición absoluta del uso de minas terrestres anti personales y el desmantelamiento y
destrucción de todas las que est n instaladas.
La afirmación de los derechos a la comunicación, a la investigación y a la recepción de
informaciones y opiniones. Establecer la obligación de los Estados miembros de derogar todos los
mecanismos de censura oficiales, as¡ como todas las figuras penales que supongan una protección
especial para funcionarios -as- para garantizar el pluralismo informativo, facilitando el acceso a los
medios de difusión masiva de las organizaciones intermedias de la sociedad, con espacios fijos en
los medios del Estado y otorgando la administración de estos a una conducción plural, ajena al
poder gubernamental.
La promulgación de leyes que garanticen el derecho a la objeción de conciencia.
El proceso de evaluar el sistema interamericano de derechos humanos debe hacerse propiciando
una discusión m s amplia con organizaciones no gubernamentales, expertos y gobiernos, con el
común propósito de que las reformas que eventualmente se propongan, beneficien a las víctimas de
violaciones de derechos humanos, as¡ como a las tareas de promoción y defensa en general.
Nos preocupa que con la propuesta de reforma del sistema interamericano se pretenda fusionar la
Comisión a la Corte Interamericana, limitar la admisibilidad de los casos, aumentar el carácter
confidencial de las decisiones y restringir la representación de organizaciones no gubernamentales
e individuos.
Las personas que la Asamblea General elija para integrar los órganos del sistema interamericano
deben ser personas moralmente intachables y de reconocida trayectoria de compromiso con los
derechos humanos y asegurar una adecuada independencia de los órganos del sistema.
La impunidad constituye un fenómeno internacional y generalizado en la región, cuyos efectos
tiene directa relación con las dificultades que han presentado nuestras sociedades para reconciliarse
y reencontrarse efectivamente con la democracia. La impunidad permea y corroe nuestras
sociedades en sus basamentos temáticos y morales. En ese sentido, es urgente que las autoridades
de nuestra Región reconozcan las fallas de los sistemas jurídicos e implementen las reformas
necesarias para erradicar la impunidad.
Para finalizar, exhortamos a los jefes de Estado y de Gobierno, se garantice la participación de las
organizaciones no gubernamentales en la próximas Cumbres Iberoamericanas y de las Américas.
https://www.alainet.org/es/articulo/104400?language=es