El difícil y arriesgado arte de ponerle la cascabel al gato
Telecomunicaciones en Uruguay
11/08/1998
- Opinión
Montevideo.- Uruguay es un país avanzado en materia del reconocimiento de las reglas de juego para una mayor
democratización de la comunicación. Empero, el Ministerio de Defensa es quien regula la
actividad, y los más perjudicados parecen ser los medios que tienen posturas diferentes al gobierno.
Los "legales" no son beneficiados con publicidad oficial, y los comunitarios son perseguidos a capa
y espada.
Uruguay consagra la libertad de expresión y comunicación en su Constitución y ha suscrito
diversos tratados internacionales en esa materia. En lo atinente al permiso para sacar un medio
impreso el único requisito es inscribir la publicación en el Ministerio de Educación y Cultura
(MEC). Sin embargo, el acceso al espectro radioeléctrico está bajo la órbita del Ministerio de
Defensa Nacional (MDN), su usufructo no se realiza por oposición y méritos ni por licitación, sino
que depende directamente de la discrecionalidad del Poder Ejecutivo de turno. Esta manera de
actuar ha ido conformando un verdadero oligopolio en el manejo de las frecuencias radiales y
canales de televisión privado. A pesar que el Estado posee medios propios, la coacción de los
empresarios mediáticos, que están asociados en ANDEBU (Asociación Nacional de Broadcasters
del Uruguay), ha sido tal que no han permitido que éstos prosperen y lleguen a competir con ellos.
Por otro lado, están ejerciendo tal presión sobre el poder político, que el surgimiento de las radios
comunitarias está siendo combatido de diversas maneras con la intervención directa de la Dirección
Nacional de Comunicaciones (DNC, órgano encargado de este tema y dependiente de Defensa
Nacional).
Los allanamientos y el decomiso de equipos de las emisoras ciudadanas han sido una constante en
estos años. Se las ha acusado de "subversivas", "piratas", "ilegales" y una larga serie de
calificativos. Incluso la derecha política ha presentado proyectos de Ley que, de prosperar,
penalizarían con cárcel la actividad de los animadores de las difusoras alternativas. La coacción
ejercida es tal que estas radios son las únicas que han quedado excluidas del concurso organizado
por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Asociación Mundial de
Radios Comunitarias (AMARC) con motivo del cincuentenario de la Declaración de los Derechos
Humanos, casualmente denominado "Constructores de Ciudadanía. Derecho a la diferencia y
espíritu de tolerancia". Tampoco los trabajadores de los medios han estado exentos de tensiones,
tanto patronales como políticas, y varios profesionales han debido enfrentar y están enfrentando
juicios vinculados con su actividad. A su vez, los mass media que critican la política gubernamental
son los que resultan más perjudicados a la hora del reparto de la publicidad estatal, lo que
determina enormemente sus posibilidades de sobrevivencia.
Ante este panorama la coalición de izquierda, Frente Amplio (que cuenta con un tercio de los votos
del país), ha presentado un proyecto de Ley que trata de cambiar el rumbo de la política de
comunicación que de hecho se desarrolla en estas latitudes.
El libre debate de las ideas.
El senador frenteamplista Helios Sarthou (MPP, FA), fue el promotor de esta iniciativa, que es
apoyada por toda la bancada de senadores de la izquierda parlamentaria. El proyecto ingresó en los
primeros días de junio en la Cámara de Senadores del parlamento nacional. Sarthou presentó la
propuesta respondiendo a la trascendencia que tienen los medios de comunicación para el sistema
político y la democracia. "Que esto sea monopolizado por quienes tienen capital, que no haya
fórmulas objetivas de distribución que garanticen el pluralismo, está afectando rápidamente la
democracia", dijo Sarthou a ALAI. El legislador considera que hoy día el ser humano es
programado por la información, y es manipulado por los medios. "Por lo que la defensa de la vida,
el libre debate de las ideas, determinando un funcionamiento pluralista y democrático está ligado a
los medios de comunicación". Asimismo enfatiza que responde a una situación anormal que se vive
en el país. Explica que la actual legislación proviene "de la dictadura y el manejo (de los elementos
de control y de convocatoria) para la apertura de llamados se ejerce desde el Ministerio de Defensa.
Y en realidad ya era un incumplimiento de lo que establecía la Constitución de 1967, donde la
Dirección Nacional de Comunicaciones pasaba a depender del entonces Ministerio de Transporte,
Turismo y Comunicación".
El planteo es producto de dos años y medio de labor, y recoge el aporte de diversos sectores de la
sociedad civil. Entre otras personalidades, contó con la supervisión de José Ignacio López Vigil
(coordinador regional de AMARC), que visitó Uruguay con motivo del Primer Encuentro de la
Asociación.
La iniciativa retoma algunos planteos de un proyecto anterior de esta fuerza política, y agrega otros
puntos, como el reconocimiento de un espacio para las radios y canales comunitarios.
En su exposición de motivos, la bancada de izquierda establece que para que "la libertad de
comunicación se ejercite plenamente y con el más amplio pluralismo ideológico" es esencial el
ejercicio democrático. Califican a la comunicación como un "servicio público"; y expresan que la
actual normativa es "inorgánica, fraccionaria, y en su mayor parte se generó durante el período del
gobierno de facto". Luego de estas puntualizaciones "se declara el espectro radioeléctrico como
patrimonio de la Humanidad e indica que el uso del mismo debe ser realizado en forma equitativa
en beneficio de la sociedad uruguaya". La propuesta consta de cuatro capítulos: se establecen
Principios; se crea la Comisión Nacional de Medios Audiovisuales; se pautan los cometidos de ésta
y se reconoce la existencia de medios comunitarios.
Principios rectores
Se instaura que el espectro radioeléctrico es patrimonio de la Humanidad para dejar en claro que
"se puede controlar la responsabilidad del uso, pero no impedir su libre empleo", aclara Sarthou. El
proyecto de marras admite como pilares básicos "la igualdad de tratamiento y la pluralidad de las
diversas corrientes de pensamiento". Fija normas de funcionamiento para los medios. La
información proporcionada debe ser objetiva, veraz e imparcial. Separar información de opinión,
respetar la libertad de expresión, respetar un porcentaje de publicidad que pasan los medios
masivos, y se propone la democratización de los medios "respecto a los partidos políticos y
especialmente en períodos electorales". También se asegura el acceso de las asociaciones civiles,
que representan diferentes sectores sociales, gratuitamente. Pauta que los medios electrónicos
serán explotados por entidades públicas estatales o privadas. Además los empresarios no podrán
beneficiarse, directa o indirectamente, con la explotación de más de tres medios electrónicos.
Incluso se observa que las concesiones serán "absolutamente instransferibles por acto entre vivos o
por el modo de sucesión".
Un organismo con nuevas competencias
Para dirigir la política comunicacional del país se crea la Comisión Nacional de Medios
Audiovisuales de Telecomunicación, que dependerá de la Asamblea General (Poder Legislativo).
Estará conformada por miembros de cada uno de los lemas partidarios con representación
parlamentaria, un representante de los medios estatales, otro de los comerciales y otro de los
"comunitarios", uno de la Universidad de la República y un integrante de los profesionales de los
medios masivos "electo por la central de trabajadores más representativa del país". Las
designaciones recaerán en ciudadanos de "reconocida capacidad técnico-profesional y solvencia
moral".
La DNC pasará de la órbita militar a la de Educación y Cultura, empero dicho traslado "no afectará
los derechos laborales de los funcionarios", aclara Sarthou.
La Comisión velará por el cumplimiento de esta ley. Al mismo tiempo le compete defender la
independencia y el pluralismo; apoyar la educación, distracción y cultura de la población; propender
al relacionamiento de diversos grupos y erradicar todo tipo de violencia; y estipular las condiciones
para el usufructo de los medios electrónicos. Entre las condiciones de la licitación se resuelve que
los permisos serán dados "en forma precaria y revocables sin derecho a indemnización y tendrán
una duración máxima de 10 años". Vale consignar que durante décadas muchos medios
electrónicos han sido "heredados", y siguen en manos de grupos familiares-empresariales.
Se sanciona a quienes no cumplan con esta normativa, y las acciones van desde cobro de multas, y
la suspensión o cese de la concesión. Se plantea que las presiones contra los profesionales por
parte de los empresarios, serán penadas con las sanciones mencionadas anteriormente. Por otra
parte, se elaborará un estatuto del comunicador, en consulta con las gremiales que los nuclean.
Medios comunitarios
Se reconoce una nueva modalidad de propiedad de los medios: la comunitaria. Su finalidad
consistirá en "satisfacer necesidades de interés social y cultural de la comunidad. Los
concesionarios de radios y televisión comunitarias deberán invertir en su comercialización de
espacios, patrocinios, auspicios, venta de publicidad, apoyos financieros, en su adecuado
funcionamiento, mejoramiento de equipos y de la programación que se transmita a través de ella "y
que hagan al mejoramiento de la prestación del servicio. En el caso de las emisoras radiales
explotarán ondas AM y FM. Los canales de televisión podrán ser abiertos o para abonados. Los
canales cable deberán compartir el soporte físico y "no tendrán limitación alguna en cuanto a su
extensión ni en cantidad de abonados". La concesión de esta modalidad es de diez años, y puede
ser revocada por diez años más. No se podrán ceder, vender o arrendar los derechos de la
concesión. Esto que parece de perogrullo, es una práctica muy arraigada en el país.
Ecos
Ante el planteo de la izquierda, el empresario Jorge Traverso, a su vez periodista y director de la
difusora CX 24 Nuevotiempo, solicitó la opinión de los comunicadores, porque "hay un esquema
comercial que hoy está dando la posibilidad de generar fuentes de trabajo". La gremial de
periodistas (APU) advirtió que la apertura indiscriminada de medios "puede significar un golpe muy
fuerte para aquellos medios que pretenden actuar de forma profesional". En la vereda de enfrente
se ubican las impresiones de ECOS (Coordinadora de radios comunitarias) que consideran positiva
la legislación propuesta; es "excelente" expresa a ALAI Gustavo Gómez, representante de
AMARC en el país. "El planteo se inscribe en la línea de la Asociación en materia normativa", dice.
Ve como un avance el reconocimiento de la propiedad civil sobre los medios y el pasaje de la DNC
al ámbito cultural. Pero asegura que las perspectivas no son muy buenas, pues "es una sociedad
que no está acostumbrada a debatir y pensar estos temas".
A esto se suma que el próximo año se desarrollaran las elecciones nacionales, con un final incierto
entre las tres principales fuerzas políticas, y con los actuales medios jugando un rol preponderante
en la conformación de la opinión de los ciudadanos. Habrá que ver hasta donde prolifera este nuevo
intento de poner la cascabel al gato.
https://www.alainet.org/es/articulo/104334
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