La Ruta Pacífica de las Mujeres

30/03/1998
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"No queremos parir más hijos e hijas para la guerra, ni para el hambre". Medellín.- En Colombia el conflicto armado es denominado por algunos como una guerra sucia ya que los diversos actores armados que se enfrentan ya no son claros ni definidos. El criterio que ha imperado es que quien no cierra filas alrededor de uno de los sectores es porque está a favor del otro: "Quien no es mi amigo es mi enemigo". Con esta lógica actúan tanto la guerrilla como el ejército y los paramilitares. Es por eso que la población civil es la más afectada, los muertos no son los armados sino los inermes, en un 90%. La confrontación ya no es simplemente de las Fuerzas Armadas contra la guerrilla. La estrategia contrainsurgente del ejército ha comprometido a muchos sectores de la población civil, que ahora forman parte de los grupos paramilitares y de organizaciones de justicia privada. También están presentes los diversos grupos milicianos a nivel urbano, algunos incluso con graves y violentas confrontaciones entre sí. Esto sin tener en cuenta las bandas que se catalogan como delincuencia común. En el caso del desplazamiento interno en el departamento de Antioquia, uno de los más afectados, se evidencia cómo la población no es ajena al conflicto; en ella se encuentran complicidades, bases y redes de apoyo. Otra parte de la población como los empresarios, los dueños de la tierra y multinacionales están invirtiendo en megaproyectos económicos. Cabe entonces preguntarse: ?por qué las zonas afectadas por el desplazamiento masivo coinciden con territorios donde se planean grandes proyectos en los cuales intervienen dichas multinacionales? Este es el caso de zonas de explotaciones petroleras; del canal interoceánico en el Urabá (zona definida, por su ubicación geográfica, como la mejor esquina de América); y la represa más grande de Latinoamérica en Ituango, ambos en el departamento de Antioquia. Iniciativas civiles frente a la guerra En Colombia, se vienen configurando una serie de iniciativas, desde la sociedad civil, que buscan la solución del conflicto armado mediante la negociación política. Existe un compromiso de diversas organizaciones sociales y ONGs para potenciar un fuerte polo civil y democrático, que sea capaz de jugar un papel activo y propositivo en la tarea de la paz, creando la voluntad política y las condiciones para la resolución negociada del conflicto. La propuesta de estas iniciativas civiles es avanzar en la construcción de una agenda común para la paz, la justicia, la equidad y el desarrollo social. En este propósito común están comprometidas las ciudadanas colombianas reunidas en la Ruta Pacífica de las Mujeres por la Resolución Negociada de los Conflictos. ?Qué es la Ruta Pacífica? La Constitución colombiana consagra como derechos fundamentales la paz y la vida, los cuales se han convertido en pre-condiciones para el logro de otros derechos. Sin paz y sin regulación de la guerra, no son posibles las condiciones y las oportunidades para que los/as colombianos/as puedan avanzar en el logro del respeto y el desarrollo de sus derechos. Dentro de este marco constitucional surge la Ruta Pacífica como una propuesta política de carácter nacional, que propugna la solución negociada del conflicto armado en Colombia. El proyecto se entrelaza en puntos focales, 11 regiones del país, para lograr la confluencia de diversos sectores: campesinas, indígenas, intelectuales, amas de casa, mujeres jóvenes, ancianas, mujeres populares y profesionales que se declaren pacifistas, antibélicas y constructoras de una ética de la no violencia en la que: la paz, la equidad, la tolerancia, la libertad, el reconocimiento de la diversidad, la autonomía y la otredad, sean principios fundamentales. En tal sentido la Ruta Pacífica de las Mujeres ha sintetizado su posición en los siguientes planteamientos: Rechazo a la carrera armamentista; ejercicio de un pacifismo comprometido que propugna una ética de la no violencia, y que reconoce y respeta la diferencia como elemento esencial; compromiso con la declaratoria de neutralidad activa de las poblaciones indígenas, como una manera de ejercer responsablemente la ciudadanía y exigir el derecho a no ser involucradas en la guerra por ninguno de los actores armados, y bajo la perspectiva de participar activamente en la concertación y negociación del conflicto. Actividades por la paz Estos lineamientos, enmarcadas dentro de una propuesta metodológica que contempla lo lúdico y lo estético, se ha expresado en las siguientes acciones: 1996: Marcha Nacional de más de 2.000 mujeres hacia Mutatá - Antioquia, una de las zonas de mayor conflicto. Esta marcha logra una tregua durante la Navidad y posiciona en todo el país la Neutralidad Activa como una manera de proteger la sociedad civil frente al conflicto armado; visibiliza estratégicamente la situación de la población y lleva una suerte de alegría y fiesta para una localidad azotada por la guerra desde hace más de una década. 1997: Marzo: Encuentros Regionales por la Paz. Realizados en tres departamentos del país, dando continuidad al proceso de la Ruta Pacífica iniciado en Mutatá en 1996. * Foro Nacional convocado de forma conjunta con la Naciones Unidas, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Allí se trabajó sobre el impacto de la guerra en las mujeres. * Participación en el Encuentro Nacional de Neutralidad Activa al que asistieron 600 personas de todo el país y donde las mujeres jugaron un papel protagónico. * Participación en la Comisión de Conciliación Nacional para conformar la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz a realizarse en julio de 1998. Noviembre: * Marcha "Ruta Pacífica de las Mujeres por la Democracia y la No Violencia", con la participación de más de 2.500 mujeres de Medellín y del Suroeste antioqueño, hacia el municipio de Andes, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. * Diez Encuentros Regionales de Mujeres, preparatorios al Gran Cabildo Nacional, en el cual participaron mujeres negociadoras del conflicto armado en Guatemala y El Salvador * Evento Nacional "La paz es también asunto de las Mujeres" realizado por la Ruta Pacífica y la Dirección Nacional de Equidad para las Mujeres de la Presidencia de la República, al que asistieron 700 personas. Allí se recogieron las propuestas de los encuentros regionales. En este acto, como hecho histórico sin precedentes, el Comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Manuel José Bonet, se hizo presente y se comprometió públicamente a iniciar una campaña al interior del ejército por el respeto de los Derechos Humanos como también a respetar y apoyar los acuerdos convenidos entre el gobierno y los actores armados. Avances Un primer logro de estas acciones es haber conseguido el respeto de los diversos actores armados por esta iniciativa, más aún cuando, en el caso de las marchas, se han realizado en zonas de enfrentamientos. Un segundo logro es la reivindicación de lo simbólico-estético como una manera distinta de hacer política, lo cual ha tenido buena acogida ante el desgaste de los viejos discursos y prácticas políticas. En este sentido se ha encontrado formas simbólico-estéticas para convocar a las mujeres, venciendo el miedo, la impotencia y la indiferencia frente al conflicto armado para pronunciarse frente a la guerra. FInalmente, ha sido importante conformar un espacio de coordinación nacional de la Ruta Pacífica, en torno al jalonamiento de una propuesta de paz, y lograr el reconocimiento y la participación en el Comité de Impulso a la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, donde intervienen reconocidos estamentos sociales y políticos así como organizaciones de carácter nacional. Como parte del movimiento social de mujeres, la Ruta Pacífica se ha comprometido a impulsar, en cada región y localidad, mesas de trabajo y asambleas por la paz que retroalimenten y fortalezcan la Asamblea Nacional Permanente de la Sociedad Civil por la Paz. Principales propuestas * Promover, difundir y establecer estrategias para el respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. * Propugnar que la violación de las mujeres por los diversos sectores armados en el contexto de la guerra, sea considerada un crimen de lesa humanidad, a ser sancionado por la justicia ordinaria. * Colocar en el escenario público el tema de las consecuencias de la guerra y el desplazamiento de la población civil, en su mayoría mujeres y niños/as. * Fomentar la conformación de una red internacional de ONGs, de mujeres y de feministas que apoye y haga seguimiento a las propuestas de paz en Colombia. * Promover y fortalecer la participación activa de las mujeres en los procesos de concertación y negociación del conflicto armado, posibilitando así la asimilación de habilidades e instrumentos para la gestión y la concertación. * Ana Cecilia Restrepo es comunicadora de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean 30-03-98 Colombia: La Ruta Pacífica de las Mujeres Ana Cecilia Restrepo "No queremos parir más hijos e hijas para la guerra, ni para el hambre". Medellín.- En Colombia el conflicto armado es denominado por algunos como una guerra sucia ya que los diversos actores armados que se enfrentan ya no son claros ni definidos. El criterio que ha imperado es que quien no cierra filas alrededor de uno de los sectores es porque está a favor del otro: "Quien no es mi amigo es mi enemigo". Con esta lógica actúan tanto la guerrilla como el ejército y los paramilitares. Es por eso que la población civil es la más afectada, los muertos no son los armados sino los inermes, en un 90%. La confrontación ya no es simplemente de las Fuerzas Armadas contra la guerrilla. La estrategia contrainsurgente del ejército ha comprometido a muchos sectores de la población civil, que ahora forman parte de los grupos paramilitares y de organizaciones de justicia privada. También están presentes los diversos grupos milicianos a nivel urbano, algunos incluso con graves y violentas confrontaciones entre sí. Esto sin tener en cuenta las bandas que se catalogan como delincuencia común. En el caso del desplazamiento interno en el departamento de Antioquia, uno de los más afectados, se evidencia cómo la población no es ajena al conflicto; en ella se encuentran complicidades, bases y redes de apoyo. Otra parte de la población como los empresarios, los dueños de la tierra y multinacionales están invirtiendo en megaproyectos económicos. Cabe entonces preguntarse: ?por qué las zonas afectadas por el desplazamiento masivo coinciden con territorios donde se planean grandes proyectos en los cuales intervienen dichas multinacionales? Este es el caso de zonas de explotaciones petroleras; del canal interoceánico en el Urabá (zona definida, por su ubicación geográfica, como la mejor esquina de América); y la represa más grande de Latinoamérica en Ituango, ambos en el departamento de Antioquia. Iniciativas civiles frente a la guerra En Colombia, se vienen configurando una serie de iniciativas, desde la sociedad civil, que buscan la solución del conflicto armado mediante la negociación política. Existe un compromiso de diversas organizaciones sociales y ONGs para potenciar un fuerte polo civil y democrático, que sea capaz de jugar un papel activo y propositivo en la tarea de la paz, creando la voluntad política y las condiciones para la resolución negociada del conflicto. La propuesta de estas iniciativas civiles es avanzar en la construcción de una agenda común para la paz, la justicia, la equidad y el desarrollo social. En este propósito común están comprometidas las ciudadanas colombianas reunidas en la Ruta Pacífica de las Mujeres por la Resolución Negociada de los Conflictos. ?Qué es la Ruta Pacífica? La Constitución colombiana consagra como derechos fundamentales la paz y la vida, los cuales se han convertido en pre-condiciones para el logro de otros derechos. Sin paz y sin regulación de la guerra, no son posibles las condiciones y las oportunidades para que los/as colombianos/as puedan avanzar en el logro del respeto y el desarrollo de sus derechos. Dentro de este marco constitucional surge la Ruta Pacífica como una propuesta política de carácter nacional, que propugna la solución negociada del conflicto armado en Colombia. El proyecto se entrelaza en puntos focales, 11 regiones del país, para lograr la confluencia de diversos sectores: campesinas, indígenas, intelectuales, amas de casa, mujeres jóvenes, ancianas, mujeres populares y profesionales que se declaren pacifistas, antibélicas y constructoras de una ética de la no violencia en la que: la paz, la equidad, la tolerancia, la libertad, el reconocimiento de la diversidad, la autonomía y la otredad, sean principios fundamentales. En tal sentido la Ruta Pacífica de las Mujeres ha sintetizado su posición en los siguientes planteamientos: Rechazo a la carrera armamentista; ejercicio de un pacifismo comprometido que propugna una ética de la no violencia, y que reconoce y respeta la diferencia como elemento esencial; compromiso con la declaratoria de neutralidad activa de las poblaciones indígenas, como una manera de ejercer responsablemente la ciudadanía y exigir el derecho a no ser involucradas en la guerra por ninguno de los actores armados, y bajo la perspectiva de participar activamente en la concertación y negociación del conflicto. Actividades por la paz Estos lineamientos, enmarcadas dentro de una propuesta metodológica que contempla lo lúdico y lo estético, se ha expresado en las siguientes acciones: 1996: Marcha Nacional de más de 2.000 mujeres hacia Mutatá - Antioquia, una de las zonas de mayor conflicto. Esta marcha logra una tregua durante la Navidad y posiciona en todo el país la Neutralidad Activa como una manera de proteger la sociedad civil frente al conflicto armado; visibiliza estratégicamente la situación de la población y lleva una suerte de alegría y fiesta para una localidad azotada por la guerra desde hace más de una década. 1997: Marzo: Encuentros Regionales por la Paz. Realizados en tres departamentos del país, dando continuidad al proceso de la Ruta Pacífica iniciado en Mutatá en 1996. * Foro Nacional convocado de forma conjunta con la Naciones Unidas, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Allí se trabajó sobre el impacto de la guerra en las mujeres. * Participación en el Encuentro Nacional de Neutralidad Activa al que asistieron 600 personas de todo el país y donde las mujeres jugaron un papel protagónico. * Participación en la Comisión de Conciliación Nacional para conformar la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz a realizarse en julio de 1998. Noviembre: * Marcha "Ruta Pacífica de las Mujeres por la Democracia y la No Violencia", con la participación de más de 2.500 mujeres de Medellín y del Suroeste antioqueño, hacia el municipio de Andes, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. * Diez Encuentros Regionales de Mujeres, preparatorios al Gran Cabildo Nacional, en el cual participaron mujeres negociadoras del conflicto armado en Guatemala y El Salvador * Evento Nacional "La paz es también asunto de las Mujeres" realizado por la Ruta Pacífica y la Dirección Nacional de Equidad para las Mujeres de la Presidencia de la República, al que asistieron 700 personas. Allí se recogieron las propuestas de los encuentros regionales. En este acto, como hecho histórico sin precedentes, el Comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Manuel José Bonet, se hizo presente y se comprometió públicamente a iniciar una campaña al interior del ejército por el respeto de los Derechos Humanos como también a respetar y apoyar los acuerdos convenidos entre el gobierno y los actores armados. Avances Un primer logro de estas acciones es haber conseguido el respeto de los diversos actores armados por esta iniciativa, más aún cuando, en el caso de las marchas, se han realizado en zonas de enfrentamientos. Un segundo logro es la reivindicación de lo simbólico-estético como una manera distinta de hacer política, lo cual ha tenido buena acogida ante el desgaste de los viejos discursos y prácticas políticas. En este sentido se ha encontrado formas simbólico-estéticas para convocar a las mujeres, venciendo el miedo, la impotencia y la indiferencia frente al conflicto armado para pronunciarse frente a la guerra. FInalmente, ha sido importante conformar un espacio de coordinación nacional de la Ruta Pacífica, en torno al jalonamiento de una propuesta de paz, y lograr el reconocimiento y la participación en el Comité de Impulso a la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, donde intervienen reconocidos estamentos sociales y políticos así como organizaciones de carácter nacional. Como parte del movimiento social de mujeres, la Ruta Pacífica se ha comprometido a impulsar, en cada región y localidad, mesas de trabajo y asambleas por la paz que retroalimenten y fortalezcan la Asamblea Nacional Permanente de la Sociedad Civil por la Paz. Principales propuestas * Promover, difundir y establecer estrategias para el respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. * Propugnar que la violación de las mujeres por los diversos sectores armados en el contexto de la guerra, sea considerada un crimen de lesa humanidad, a ser sancionado por la justicia ordinaria. * Colocar en el escenario público el tema de las consecuencias de la guerra y el desplazamiento de la población civil, en su mayoría mujeres y niños/as. * Fomentar la conformación de una red internacional de ONGs, de mujeres y de feministas que apoye y haga seguimiento a las propuestas de paz en Colombia. * Promover y fortalecer la participación activa de las mujeres en los procesos de concertación y negociación del conflicto armado, posibilitando así la asimilación de habilidades e instrumentos para la gestión y la concertación. * Ana Cecilia Restrepo es comunicadora de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean
https://www.alainet.org/es/articulo/104289?language=en

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