La invasión de los celulares
10/08/2014
- Opinión
Cada cierto tiempo la sociedad humana es presa de diversas injerencias que invaden la vida de millones de seres humanos, algunos a esas invasiones llaman modas, cuando tienen que ver con los comportamientos. Se adquieren finalmente estilos de vida.
El ser humano dotado de la inteligencia que posee, ha hecho notables inventos muy útiles a la humanidad toda, también producto de esa misma facultad creadora ha generado espantosas calamidades. Nada más nefasto que convencerse que esos equilibrios sean buenos, y seguir por esa vía.
¿Quién podría negar que el invento de la fotografía, de la televisión, de los aviones - aunque los pájaros siguen siendo geniales -, y de otros hallazgos, son notables creaciones fruto de la imaginación del hombre?
Distinta situación son los usos que determinados inventos humanos tienen en la actualidad, por ejemplo, la televisión, cuya programación en gran cantidad, en nuestro país, es un verdadero basural. Se dice de esos programas que están saturados de farándula, en verdad es poco decir, peor aún, lo que predomina es zafacoca (literalmente, zafado de la cabeza. ).
Capítulo o mención especial merece lo que lo sucede con el otro invento que son los teléfonos celulares, una invasión mundial sin medida. Se había anunciado hace décadas que se venía la revolución de las comunicaciones, la estamos viviendo, pero aún falta más...
En un país con 18 millones de habitantes como Chile, existen 25 millones de esos aparatos. Esto nos dice que hay personas que cuentan con más de un teléfono móvil, en verdad algunos ciudadanos poseen 4 y 5.
Si se observa pasar en un breve lapso a una cantidad de transeúntes, por ejemplo 10, 8 o 9 de ellos van comunicados, algunos con verdaderos dispositivos a través de una cablería. Cuando se quiere interrumpirlos para una consulta, perplejos preguntan dos veces ¿qué...? La comprobación es que están afectados por hipoacusia. Se ha dicho que los teléfonos celulares producirían inclusive algunos daños o afecciones neurológicas.
Ya lo digo, el invento en sí no es malo, lo nocivo es el mal uso. Se observa en lugares públicos a jóvenes, también niños, que manipulan con fruición los mencionados artefactos. Dudo. . . que estén averiguando el último hallazgo científico o, el nombre del nuevo Premio Nobel de Literatura o, jugando una partida de ajedrez... Ciertamente la culpa no es de esos jóvenes.
¿Qué será de esta sociedad humana y del planeta mismo con tanta saturación? El hormigón que cubre la superficie terrestre está asfixiando el mundo. ¿Qué sucederá cuando la tierra se enoje de verdad y diga ¡basta!? Entonces..., tal vez..., en millones de años..., aparezca de nuevo una bacteria que quiera empezar la vida.
- Carlos Poblete Avila es Profesor de Estado, Director Centro de Estudios Conciencia Crítica
Chile, agosto 11 de 2014.
https://www.alainet.org/es/articulo/102339
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