A quién beneficia una nueva escalada en Irak?
03/08/2014
- Opinión
Los medios masivos de comunicación informaron activamente sobre los acontecimientos en Irak, donde la milicia radical islámica tomó el control de algunas ciudades importantes del país y del avance inicial acometido rápidamente hacia Bagdad. Sin embargo, que es lo que hoy ocurre en este país? A raíz de la victoria de Bashar Al-Assad en las últimas elecciones presidenciales en Siria y de los triunfos del ejército de ese país en su lucha contra la oposición armada, situación que ha complicado los planes de derrocar al gobierno de Damasco, algunos de sus opositores, han reorientado su lucha, en dirección a la creación de un Califato sunita en territorio iraquí. El éxito de los insurgentes ha sido posible, no sólo por las acciones exclusivas de los islamistas, sino también por el apoyo en su momento recibido por algunos países aliados de los Estados Unidos en Medio Oriente y por las acciones de partidarios del anterior gobierno de Saddam Hussein, así como de los kurdos iraquíes.
Paralelo a ello, los kurdos, mismos que buscan ampliar sus territorios, controlando zonas con población autóctona, han aprovechado la situación para recuperar de paso, ricos yacimientos de petróleo y gas. Además, como es conocido, tanto los residentes de las regiones recapturadas, como sus familiares en las áreas cercanas, siempre han abrigado la idea de establecer un Estado independiente, en todo el territorio que abarca el "Gran Kurdistán". Ello es así, por cuanto que en el curso de su milenaria lucha por alcanzar la independencia, de hecho han logrado concitar el apoyo de sus connacionales que habitan en regiones de Irán, Irak y Siria, situación que plantea una amenaza directa a la integridad territorial de tales Estados. Considerando que los Estados Unidos baraja la posibilidad de reformular geopolíticamente el Medio Oriente, sobre la base del criterio de Estados-naciones, la posibilidad de la aparición de un Estado kurdo, no es una idea descabellada. La concepción de la erección de tal unidad nacional-territorial, en un escenario de desestabilización de la región comprendida entre Suez y el Tíbet, podría considerarse por Washington y sus aliados, como un factor a ponderar, en el enfrenamiento global, que lidera contra Rusia y China.
Pero acaso, podría la nueva crisis iraquí, unir los esfuerzos de la administración Obama e Irán para resolver la situación en la región? La historia de cuenta de la experiencia vivida en la época del Sha de Irán hasta 1979, cuando el mismo, fungía como el principal aliado político y militar de los Estados Unidos y Gran Bretaña en la región. Sin embargo, conociendo los hábitos políticos y los métodos de comportamiento de Washington y Londres, es difícil creer que occidente oriente una cooperación estratégica con el régimen chiíta iraní, que emergió y se formo hace 35 años, como resultado de la revolución islámica, de orientación antioccidental Por el contrario, la Casa Blanca, como ha ocurrido históricamente con otros países, es probable que termine arrastrando a Teherán a una guerra civil en Irak, al lado de los shiítas , como de hecho ya sucede.
La otra interrogante que se impone, atiende a la vinculación entre lo que ocurre en Europa occidental y el Medio Oriente, es decir si existe o no, algún tipo de ligazón entre los sucesos de la región mesoriental, concretamente en Irak y Siria y la crisis ucraniana. Al parecer, los hechos que se desarrollan en Europa del este y el Medio Oriente, constituyen eslabones de la misma cadena. En efecto, la desestabilización que evidencia la situación en Eurasia, donde vive la mayoría de la población mundial, y la ubicación en ella, de importantes países del mundo, con vastos recursos naturales, denota objetivos específicos. Entre estos destaca el afán de Washington en neutralizar a sus principales competidores en la lucha por el acceso a los mercados de recursos, bienes y servicios, y por mantener la dominación de los petrodólares en el mundo.
Concebido los acontecimientos recientes desde esta perspectiva, pareciera que la crisis euroriental se está aprovechando, para enfrentar los intereses de la Unión Europea con Rusia por causa de Ucrania, recreando los sucesos de la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras, se trata de provocar un caos controlado desde Suez al Tíbet, desestabilizando la situación en el Cáucaso y Asia Central, provocar migraciones masivas e inclusive, conflictos armados contra Moscú (Siria, Irán) y Beijing (Tíbet, Sin kiang). La puesta en escena de este escenario, opera basado en la premisa de que Rusia no será capaz de enfrentar con éxito problemas en los frentes sur y ucraniano. A su vez, la actividad geopolítica de China podría ser bloqueada a través de un caos producido por la subversión de una onda musulmana en Asia Central, al tiempo que se favorece una confrontación de sus intereses con la India, todo lo que se apoyaría atizando los movimientos nacionalistas, anti-Beijín y por analogía de Moscú con Ucrania.
- Euclides E. Tapia C. es Profesor Titular de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá.
https://www.alainet.org/es/articulo/102134
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