Recurriendo al terror
02/09/2005
- Opinión
El amedrentamiento, la ausencia de crítica, la inutilización de los
derechos a expresarse, a disentir y a exigir; la provocación del silencio
forzado y la disuasión de toda forma de disentimiento político, siempre
fue y ha sido la característica de las dictaduras.
Durante años, ante la imposibilidad de dar respuestas con acciones
democráticas a las necesidades de las grandes mayorías, diferentes
gobiernos sostenidos por el gran capital y defendidos por ejércitos de
elite, han pretendido mantener un manto de silencio a quienes amparados
en sus derechos constitucionales, denuncian las inequidades, las
injusticias y las incapacidades gubernamentales.
Las políticas de mano dura ya no sólo se dirigen en contra de mareros, su
objetivo parece ir más allá, romper con toda manifestación de critica y
disidencia como si no descansara ahí la tan pretenciosa democracia y
libertad que se nos pretende vender, con el celestinaje desvergonzado de
los grandes medios de comunicación que pretenden manipular la opinión
pública queriendo hacer creer que en este país los males y los problemas
son solo invento de quienes pretenden desestabilizar al país.
Día con día vemos como se manipulan los sentimientos de las víctimas y se
intenta echar mano a cuanto esta al alcance- legal o no legal- para
terminar con el flagelo de la criminalidad y de la delincuencia gestada
durante más de 10 años en sus propios laboratorios.
El desempleo, la pobreza, la violencia, la corrupción, el tráfico de
influencias, la incapacidad manifiesta de la PNC y la inoperancia del
sistema judicial que ha cambiado de órgano y que ahora actúa más como
ejecutivo, no son temas que venden por el contrario ahuyentan la
inversión y restan credibilidad.
En años anteriores, las dictaduras a la orden de los intereses de
sectores económicamente poderosos, pretendieron silenciar las voces de
protesta por la injusticia y la marginación social y económica, todos
ellos, entrenaron, armaron y protegieron a quienes conformaron los
tristemente célebres Escuadrones de la Muerte, grupos que para encubrir
su verdadero propósito, iniciaron en las áreas rurales y en la provincia
a asesinar con lujo de barbarie a conocidos ladronzuelos y delincuentes,
paso a paso dirigieron su odio a los activistas sindicales, maestros
organizados, dirigentes campesinos y líderes estudiantiles, esos grupos
de cuya procedencia nadie duda y que nunca fueron desarmados ni
desmovilizados, sus mentes enfermizas fueron premiadas con cargos
públicos y con el amparo de la impunidad, no sería extraño que ahora les
pretendan cobrar esos favores y hacerlos surgir desde la sobra donde han
permanecido limpiando y acariciando sus armas.
Organizaciones sociales, dirigentes campesinos, miembros de ONG´s de
derechos humanos, maestros y muchas otras personas están denunciando
acciones veladas de persecución, llamadas de amenazas a muerte, detenidos
desaparecidos y todo tipo de hostigamiento dirigido a silenciar a quienes
denuncian el mal rumbo del gobierno, tales son los casos de:
Desaparecimiento del joven José Omar Chávez Girón de 19 años de edad,
hijo de Mario Chávez, director de CORDECOM y dirigente del Bloque Popular
Social ; amenazas de bomba en las instalaciones del Centro para la
Defensa del Consumidor (CDC) el día lunes 29 de agosto del presente año,
esto sucede luego que este lograra la aprobación en la Asamblea
Legislativa de la nueva Ley del Consumidor; persecución al director de la
CDHES el día miércoles 24 de agosto, el día viernes 26 un pick up
polarizado se mantuvo estacionado cerca de la vivienda de su madre donde
regularmente llega Montenegro; el día lunes 29 de agosto sujetos con
lentes oscuros y quienes se conducían en un carro polarizado anduvieron
preguntando por Miguel Montenegro quienes llegan a la casa de familiares
quienes no se identifican y después de permanecer por diez minutos en la
calle se retiran.
Hacemos un llamado a las organizaciones e instituciones internacionales
que han seguido de cerca el proceso hacia la democracia en El Salvador, y
les pedimos su solidaridad.
San Salvador, 2 de septiembre 2005
- Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES) Miembro de la
Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH). Organización no
gubernamental, acreditada ante la Organización de las Naciones Unidas con
Status II Consultivo y ante el Consejo de Europa.
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