Resistencia popular en contra de las petroleras
24/08/2005
- Opinión
En Ecuador, movimientos indígenas y populares de las provincias amazónicas de
Sucumbíos y Orellana, en el noreste del país, lanzaron el lunes 15 de agosto del 2005
paros y movilizaciones, que incluyeron cortes de rutas, ocupación de pozos y
aeropuertos, y afectaron el suministro de energía eléctrica, en demanda de una serie
de reivindicaciones.
Entre ellas se cuenta que las compañías petroleras empleen trabajadores y empresas
locales para sus obras y servicios, que se construyan unos 200 kilómetros de
carreteras, más respeto al ambiente por parte de las compañías petroleras, que se
cumpla con compromisos de carácter social, ecológico y económico en beneficio de
Amazonía ecuatoriana. Protestan contra las fumigaciones con glifosato que realizan
Colombia y Estados Unidos en la frontera.
La respuesta del gobierno de Palacio ha sido la represión con el ejército y la
policía, la declaratoria del estado de emergencia, suspendiendo las garantías
constitucionales en las dos provincias, el nombramiento del general ultraderechista
Oswaldo Jarrín como Ministro de Defensa, la detención de las autoridades provinciales
y locales y de los dirigentes sociales y populares. Los detenidos han sido
maltratados. Se pide también que, como en Bolivia, el fisco se beneficie con al menos
la mitad de las ganancias de esas operadoras.
Además exigen la salida del país de la empresa estadounidense Occidental Petroleum
(Oxy). En la zona operan además la firma estatal Petroecuador junto a la canadiense
Encana, la chilena Sipec, la británico-francesa Perenco, la argentina Petrosud y la
brasileña Petrobras.
La voz de los movimientos indígenas en el paro amazónico
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana CONFENIAE
(www.confeniae.org.ec ) considera que la cancelación del Convenio con la Occidental
es un acto de justicia histórica y de reparación de los crímenes cometidos contra los
pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana y contra la de toda la población
ecuatoriana.
“Profundamente conmovidos por la muerte de las decenas de hermanos en la frontera
marítima Ecuador Colombia en el intento de dejar un país en el cual se agudiza la
crisis económica, social pero esencialmente moral, la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana CONFENIAE hacemos público la exigencia al
Gobierno de Alfredo Palacio para que se proceda con el carácter de inmediato a la
cancelación del Contrato con la empresa Occidental y a la recuperación de los pozos
que la mencionada empresa explotaba.
“Llamamos al Gobierno a tomar las políticas de Estado necesarias para que todos los
pueblos y nacionalidades indígenas que habitamos el Ecuador tengamos una vida digna,
con respeto a nuestros derechos y a nuestros recursos naturales que son también de
nuestros hijos. Estos 30 años de actividad petrolera no han significado para la
mayoría de los ecuatorianos, ningún beneficio real. La evaluación final de la
actividad petrolera ha sido una situación de catástrofe ambiental, la destrucción de
nuestros territorios, la contaminación de nuestros ríos, la perdida de nuestras
formas de vida, y al país, solo le ha traído el endeudamiento, incremento de la
pobreza a niveles extremos, y delitos de lesa humanidad contra nuestros pueblos,
algunos de los cuales han desaparecido o están a punto de hacerlo.
“La comprensión de esta situación debe partir de una realidad: la actividad petrolera
en Ecuador se realiza en la Amazonía que a más de ser una zona de gran biodiversidad
y fundamental para la vida del planeta es esencialmente el hogar de los Pueblos y las
Nacionalidades Indígenas que la hemos cuidado desde tiempos inmemoriales. La
actividad petrolera ha significado para nosotros como Pueblos, desplazamientos
forzosos, pérdidas de vidas humanas, destrucción de nuestro hábitat, atentados contra
nuestra salud, contra nuestra espiritualidad y destrucción de nuestros territorios y
lugares sagrados, que han sido la esencia de nuestra existencia.
“En estas perspectivas, las actividades petroleras pueden ser asociadas a crímenes de
lesa humanidad y a genocidio. El Estado ecuatoriano en consecuencia está en la
obligación de hacer justicia y de proceder a la debida reparación y al resarcimiento
de nuestros derechos. Una primera expresión de ello sería la cancelación del Contrato
con la OCCIDENTAL, la salida inmediata de la Empresa Brasilera PETROBRAS del Parque
Nacional Yasuní y la cancelación del contrato con la CGC que amenaza la vida del
pueblo de Sarayaku. La CONFENIAE junto a la no está dispuesta a permitir que esto
continué, concluie el documento difundido el sabado 20 de agosto del 2005.
“La Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas de Ecuador CONAIE
(www.conaie.org.ec ) en la nota del lunes 22 de agosto del 2005 declara el “respaldo
activo a las justas demandas de las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos,
que representan al Ecuador en esta lucha. Rechazamos la brutal represión por parte
del régimen dictatorial en contra de los hermanos amazónicos y exigimos la renuncia
inmediata del Ministro de Gobierno y Policía Mauricio Gándara para impedir la
continuidad dictatorial. Los procesos de resistencia tanto urbanos como rurales, en
al Ecuador que han determinado las caídas de tres gobiernos desde 1997 hasta el
último proceso del 20 de abril del 2005, no pueden quedarse como una simple asonada
sino que son parte de la resistencias de los pueblos del Ecuador en busca de la
construcción de un nuevo proyecto país que tiene como lineamientos generales la
defensa de la soberanía y su autodeterminación, la eliminación del sistema de
partidos políticos tradicionales, la construcción de una democracia real que
represente y tome en cuenta las necesidades reales del pueblo ecuatoriano”.
Salvador Quishpe, Diputado por la Provincia de Zamora Chinchipe y Presidente de la
Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso Nacional, manifestó que los Municipios y
Consejos Provinciales dirigidos por autoridades del Movimiento Pachakutik, podrían
sumarse a la voz de protesta que mantienen los habitantes de Orellana y Sucumbíos si
el gobierno nacional no acoge las demandas socio – económicas presentadas por el
pueblo amazónico.
El Parlamentario rechaza el decreto de emergencia y control militar impuestos por el
Presidente Palacio en las dos provincias, al tiempo de exigirle al gobierno el retiro
de este decreto y la liberación inmediata de los dirigentes detenidos. “Condenamos
la brutal represión que ha ocasionado más de 60 heridos y la encarcelación de algunas
autoridades… estos actos de violencia contravienen a los derechos humanos
consagrados en la Constitución Política de la República y en los Tratados y Convenios
Internacionales…”, declaró el Legislador.
El principal requerimiento que mantiene a la ciudadanía en pie de lucha, es la
cesación del contrato que mantiene el Estado Ecuatoriano con la empresa
estadounidense Occidental Exploration and Production Company, que ha sido perjudicial
para el país, debido a que se han incumplido las cláusulas establecidas en el
contrato firmado con Petroecuador.
Ante esta problemática, Quishpe hizo un llamado al Mandatario y a las autoridades
para que se cancele inmediatamente el contrato con la Empresa OXY: “las infracciones
cometidas por esta empresa son evidentes, cuando por ejemplo, no se han realizado las
inversiones mínimas establecidas en el contrato y, por el contrario, han operado en
Zonas Protegidas contaminando ríos y provocando la expropiación de territorios
indígenas… y, a pesar de ello, la empresa pide que el Estado Ecuatoriano les
devuelva 75 millones de dólares por concepto del IVA petrolero, lo cual es irónico”,
puntualizó Salvador Quishpe.
Finalmente, el parlamentario agregó, que de no respetarse la soberanía nacional, ni
acatarse a los pedidos formulados, es posible que, durante los próximos días, el
Movimiento Pachakutik (www.diputadospk.org) convoque a una paralización de
actividades a nivel del país, esto es, a nivel de las organizaciones indígenas y
sociales de los 28 municipios y 5 prefecturas en los que Pachakutik tiene
representación.
“Nos solidarizamos con nuestros hermanos amazónicos porque el paro binacional es una
medida de hecho que han adoptado ante la pasividad del Gobierno para resolver sus
problemas y, si el gobierno persiste en no atenderlos, adoptaremos medidas más
radicales, nos plegaremos a las voces de protesta y no permitiremos que se nos
gobierne a punta de bala”, enfatizó Quishpe en la nota del 19.07.2005 difundida por
su responsable de prensa Martha Santillán (joven periodista quechua que conozco desde
el levantamiento del 2001 y admiro como ejemplo de protagonismo indígena en los
medios de comunicación independientes).
También las mujeres amazónicas levantaron su voz en una carta pública: “¿Sabe usted
señor presidente, los malabares que tienen que hacer las mujeres madres de familia -
que en su mayoría son cabeza de familia- para mantener un hogar de cuatro hijos
promedio, con la escasa seguridad que da la economía informal? , ¿Sabe usted cuanto
puede llegar a endeudarse una familia cuando uno de sus miembros se enferma y no
puede ser atendido en el pequeño e incompleto hospital que existe en Lago Agrio?
¿Sabe usted todo lo complicado que puede ser salir de quinta línea en caso de una
emergencia? , ¿Sabe qué tiene que vender o empeñar una madre para pagar sus propias
medicinas porque no tiene acceso a la
Seguridad Social?; ¿Sabe que encontrar trabajo aquí en Sucumbíos, es mucho más
difícil que en otros lugares sobretodo para las mujeres, primero porque la oferta
laboral es escasa y segundo porque las mujeres aquí tenemos el índice más bajo de
escolarización? Solo por enumerar unos aspectos.
Presidente Palacio, usted y nosotras sabemos que estas no son condiciones para una
vida digna, o al menos no son las condiciones que nosotras consideramos dignas.
Usted y nosotras sabemos que el estado es quien debe garantizar el desarrollo humano
de las personas y que quienes están a la cabeza de los gobiernos están llamados a
trabajar por ello. Es verdad que hay quienes asumen activamente este reto y hay
quienes se instalan pasivamente en las excusas.
”De todas maneras señor Presidente ¡aquí estamos!. Aquí estamos nosotras las
mujeres de Sucumbíos, creativas, conscientes, humanas, capaces de construir con dos
palos un castillo para nuestras hijas e hijos y también para nosotras mismas. Capaces
de encontrar alternativas para salir de las crisis. Capaces de
mantener encendida la llama de la esperanza cuando todos piensan que ya no hay mucho
que esperar. Con nosotras debería contar. Con nosotras tendría que sentarse a
conversar, a nosotras tendría
que tomarnos en cuenta, en sus planes de gobierno, en sus políticas de estado.
”Nosotras señor Presidente somos mujeres orgullosas de lo que somos y de lo que
tenemos. Somos mujeres que creemos que Sucumbíos es un lugar para vivir, nos sentimos
convocadas a trabajar por Sucumbíos, no ahora, no por la coyuntura del paro, nos
hemos sentido convocadas desde hace mucho tiempo y nos hemos ido implicando quienes
estamos en Organizaciones Populares y Sociales -de manera particular- en procesos de
cambio”.
El famoso economista Alberto Acosta analiza que “el discurso sobre la importancia de
la región, tan repetido en actos oficiales, se derrumba ante la realidad de un
sistema que la aprecia sólo por la revalorización de sus recursos en función de la
acumulación de capital -especialmente transnacional-, aún cuando estas actividades
pongan en riesgo la vida misma. Un ejemplo de esta realidad es el vandalismo
desatado por la actividad petrolera desde que empezó a trabajar la Texaco en los
años 60. El daño se podría cuantificar en miles de millones de dólares por derrames,
contaminación de pantanos, quema del gas, deforestación, pérdida de biodiversidad,
por animales silvestres y domésticos muertos, por materiales utilizados sin pago,
por salinización de los ríos, por enfermedades, por trabajo mal remunerado. Son
cuantiosos los perjuicios económicos, sociales y culturales causados a los indígenas
sionas, secoyas, cofán, quichuas y huoranis, incluyendo a los colonos. Sobre Texaco
pesa la extinción de pueblos originarios como los tetetes y sansahuaris.
“Desde hace más de 30 años, las actividades petroleras han atropellado la
biodiversidad y el bienestar de la población sin que el resto del Ecuador se
desarrolle. La práctica gubernamental, sobre todo para favorecer a las
transnacionales, como sucede con la OXY, ha sido la violación de leyes, el empleo de
la fuerza, la corrupción y el permanente engaño a la población. La miseria, la
desnutrición, la mortalidad infantil, las enfermedades, la contaminación, la
violencia alcanzan los niveles más altos justamente en las provincias petroleras,
afectadas también por el Plan Colombia.
“Al tiempo que el Estado pierde participación en la renta petrolera, se diluye más y
más su débil presencia en la región, cediendo terreno a las empresas petroleras
privadas, que copan el tradicional espacio estatal, relacionándose directamente con
las poblaciones amazónicas, asumiendo el papel de suministradores de todo tipo de
servicios y de constructoras de obras públicas. En la medida que se debilita la
lógica del Estado de derecho, se consolidan repuestas miopes y torpes de un Estado
policial que reprime a las víctimas del sistema, complicando cada vez más la
situación. La región amazónica recibe un trato, en la práctica, de periferia en un
país que forma a su vez parte de la periferia del sistema económico global. Todo
esto explica y justifica la amplia y diversa reclamación amazónica”.
El conflicto en el Parque de Yasuní en contra de PETROBRAS
Paralelamente al paro de las provincias amazónicas se ha realizado la visita (16-17
de agosto) del Canciller brasileño Celso Amorin; entre los temas que Amorín ha
abordado en Quito figura el de Petrobras, cuya salida definitiva de la reserva
Yasuní exigen los indígenas hoaoranis, por considerar que daña sus territorios.
El Ministerio de Ambiente de Ecuador decidió este mes impedir provisionalmente la
entrada de Petrobras en Yasuní, pese a que esa compañía está autorizada para explotar
una concesión en el área.
El Parque Nacional Yasuní, de 680.000 hectáreas, es el área protegida más grande e
importante de Ecuador y alberga 621 especies catalogadas de aves, 173 de mamíferos,
once de anfibios, 107 de reptiles y 385 de peces, además de 1.500 de plantas.
Cabe recordar que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, envió
recientemente una carta a Palacio en la que señaló que Petrobras "tiene la intención
de seguir trabajando" en Ecuador.
He pedido el comentario de Elizabeth Bravo, destacada especialista en conflictos
socio-ambientales de la ONG “Accion Ecologica” de Quito y docente universitaria
reconocida a nivel internacional (que conozco desde el 2001 cuando yo trabajé en la
misma organización sobre la campana en contra del Oleducto de Crudos Pesados OCP). Su
análisis es muy interesante y evidencia que “en el último mes hemos presenciado dos
acontecimientos que aparentemente no tienen ninguna relación. A medidos de julio, un
grupo de indígenas amazónicos, portando lanzas hechas de chonta, con plumas y
taparrabos, ocuparon por varias horas la Plaza Grande de Quito. Esta semana, llegó
el canciller de Brasil.
¿Qué tiene en común estos dos acontecimientos? La empresas Petrobrás.
Celso Amorín, Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil llegó a Quito el 16 de
agosto. El propósito de su visita, aunque no reconocido abiertamente por el canciller
brasileño, fue presionar al gobierno del Ecuador para que se le reanude la licencia
ambiental a la petrolera estatal Petrobrás que requiere para operar en el corazón del
Parque Nacional Yasuní y el territorio del pueblo Huaorani.
Días antes, el Presidente Luis Ignacio Lula da Silva escribió al Presidente del
Ecuador, Alfredo Palacio, donde le expresó su preocupación por la situación de la
petrolera estatal brasileña.
La controversia se inició cuando la Ministra del Ambiente dirigió una comunicación a
Petrobrás el 7 julio del 2005 donde le informa que no tiene autorización para iniciar
las actividades de construcción de un puente sobre el río Tiputini, ni de ingresar al
Parque Nacional Yasuní.
El Río Tiputini se ubica en el límite del Parque Nacional Yasuní. La empresa dice que
no está definido si el borde del Parque se encuentra al Norte o Sur de Río Tiputini,
y basándose en este argumento, Petrobras introdujo un recurso de amparo
constitucional en contra del Ministerio del Ambiente pues considera que éste no podía
suspender la licencia ambiental, ya que el puente no estaría ubicado dentro de los
límites del Parque.
En una nota de prensa reciente, se informó que el Ministerio del Ambiente inició
negociaciones para arreglar sus diferencias con Petrobrás. Es posible que este cambio
de actitud del Ministerio se deba a las presiones que el Gobierno Brasileño está
ejerciendo sobre el ecuatoriano y al más alto nivel.
Mientras tanto el pueblo Huaorani, cuyo territorio se encuentra invadido por
Petrobras y otras empresas petroleras, hicieron una marcha a Quito a mediados de
julio, donde dieron a conocer al país y al mundo que no quieren más petroleras en su
territorio. Particularmente a Petrobras.
Expresamente pidieron al presidente de Brasil, que retire a la estatal Petrobras de
su territorio.
Las comunidades del pueblo Huaorani rechazaron el convenio firmado por el ex
presidente de la ONAHE (Organización de la Nacionalidad Huaorani del Ecuador) con la
empresa petrolera, porque no ha consultado con las comunidades y porque esto no
representa lo que ellos quieren para su futuro. “Ningún dirigente de la ONHAE tiene
derecho a firmar nada con nadie sin el consentimiento de nuestras comunidades“,
declararon.
Por su parte, Alicia Cahuiya, presidenta de la Asociación de Mujeres Huaorani,
ratificó la decisión: "queremos nuestro territorio libre de petroleras para nuestros
hijos, por eso vamos a desconocer todo lo negociado por la ONAHE". El convenio
firmado por ONAHE y Petrobras incluía el financiamiento de proyectos de desarrollo y
asistencia social por US$200,000 anuales en los próximos cinco años.
En esa ocasión, el Gobierno Ecuatoriano se comprometió a conformar una comisión para
que evalúe la situación del territorio Huaorani. Sin embargo, en lugar de dar paso a
la mencionada comisión, el Ministerio de Energía a través de la Dirección Nacional de
Protección Ambiental inició un proceso de mediación entre la Petrobrás y la ONAHE,
cuya dirigencia ha sido desconocida por sus bases.
Al momento, se prepara una asamblea del pueblo Huaorani donde esperan establecer
nuevas bases para construir su futuro. La asamblea tendrá lugar en el territorio
Huaorani la próxima semana”.
Mas detalles en:
http://www.accionecologica.org/webae/index.php?option=com_content&task=v...
emid=39
El miércoles 17 de agosto la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas de
Ecuador CONAIE exhortó al Canciller ecuatoriano Antonio Parra Gil a mantener una
política exterior soberana, como la que ha venido ejerciendo, frente a las presiones
del gobierno brasileño y su Canciller Celso Amorin que está en el país con la
intención de lograr el otorgamiento de la "licencia ambiental" para que PETROBRAS
ingrese a explotar en el Parque Nacional Yasuní, que es a la vez territorio de la
Nacionalidad Huaorani.
PETROBRAS opera en el bloque 31, un espacio de 200.000 hectáreas, de las cuales el
70% está en el Parque Nacional Yasuní, la reserva más grande del país en flora y
fauna. El mes pasado, el Director del Parque impidió el ingreso de la compañía porque
parte de su personal estuvo navegando (con material pesado) sobre el río Tiputini,
zona donde, supuestamente, estaba prohibido su tránsito.
Huaoranis resueltos a no permitir explotación petrolera en el Yasuní
Más de 20 comunidades Huaoranis que agrupan a más de 2300 sobrevivientes de la
explotación petrolera en las provincias de Orellana y Sucumbíos, decidieron NO
permitir más explotación en sus territorios y desconocer los contratos y no seguir
permitiendo la violación de la Constitución y marcharon en Quito el martes 12 de
julio del 2005.
La CONAIE y la Nacionalidad Huaorani anunciaron su resolución de impedir la
explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní (Declarada área Protegida y
Reserva de la Biosfera), autorizada por el gobierno corrupto y defenestrado de Lucio
Gutiérrez quien violentó la Constitución, convenciones internacionales y las leyes,
principalmente los derechos humanos, colectivos, ambientales y difusos a favor de las
transnacionales PETROBRAS y REPSOL- YPF.
El dirigente Huaorani Moi Enomenga y el Presidente de la CONAIE, Luis Macas,
afirmaron que jamás se cumplió la Consulta Previa y no van a permitir que las
compañías exploten petróleo.
La CONAIE acudirá a todas las instancias legales internacionales: Corte
Interamericana de Derechos Humanos y otras, para que al igual que el pueblo de
Sarayaku, hacer prevalecer sus derechos humanos, colectivos, ambientales y difusos.
El gobierno defenestrado de Lucio Gutiérrez a través de sus monigotes y ministros del
ambiente dieron ilegales licencias ambientales, incumpliendo leyes expresas como la
"Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre" vigente desde
1981, el Convenio 169 de la OIT, los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la
Declaración un Universal de los Derechos Humanos de 1948. En consecuencia la
"licencia ambiental" concedida a PETROBRAS no está vigente.
El Parque Nacional Yasuní es la mayor reserva de biodiversidad del país, ocupado
ancestralmente por los pueblos como los Huaoranis, que han convertido a esta región
en el último reducto para su supervivencia y por esa razón la CONAIE está en pie de
guerra para impedir que los mineros, madereros, traficantes de tierra y de
biodiversidad, ladrones de propiedad intelectual, cazadores furtivos y otros
aventureros ingresen a destruir la vida en el Yasuní.
La CONAIE denuncia y demanda al gobierno ecuatoriano presidido por Alfredo Palacio a
hacer cumplir, como lo prometió, la Constitución Política del Ecuador, los Convenios
y Tratados internacionales y pide el respaldo de la comunidad nacional e
internacional para hacer causa común de esta lucha en defensa de
las Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Ecuador.
La CONAIE deja en claro que tampoco va ha permitir que el gobierno siga incumpliendo
las medidas cautelares dadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Exige
al gobierno su cumplimiento inmediato, así como la revisión de todos los contratos
petroleros, a través de auditorias, atentatorios a los intereses nacionales y los
derechos de los pueblos, como en el caso de las petroleras Occidental, Texaco-
Chevron, Cliper (Arajuno), Petrobras, Repsol YPF” concluye Luis Macas, Presidente de
la CONAIE.
La marcha del Pueblo Huaorani que exigía la salida de sus territorios de la Petrolera
Brasilera Petrobras, fue el inicio de una apretada agenda del nuevo Consejo Directivo
de la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica COICA
elegido en el VII Congreso realizado en Guyana Francesa del 20 al 25 de junio.
El martes 12 de julio, Quito, la capital ecuatoriana, fue el escenario de un hecho
histórico: la presencia de decenas de miembros del Pueblo Indígena Amazónico
Huaorani, quienes en con su dignidad milenaria más firme que nunca, exigían al
Gobierno Ecuatoriano el respeto a sus derechos territoriales y la salida de sus
territorios de la empresa petrolera de origen brasilero Petrobras.
El gobierno del defenestrado ex presidente Lucio Gutiérrez, desconociendo la
condición de zona intangible, de Parque Nacional y de territorios indígenas
ancestrales del Pueblo Huaorani, concesionó estos territorios a Petrobrás. La “marcha
de los Huaorani” fue la ocasión para reforzar una vez más la relación directa de la
dirigencia indígena internacional, nacional y regional con las comunidades y pueblos
indígenas en sus luchas esenciales. Luis Macas, Presidente de Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE, Luis Vargas Canelos Presidente de la
de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana –
CONFENIAE y Vice Coordinador de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la
Cuenca del Amazonas – COICA, ratificaron la voluntad política de las organizaciones
para responder en los términos adecuados para de exigir el pleno respeto a los
derechos indígenas reconocidos en la Constitución Política del Ecuador y en
instrumentos internacionales de derechos humanos como el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo OIT.
En esta misma perspectiva se expresó el apoyo indígena internacional a través de la
presencia en la marcha, en el Parlamento y en reuniones con varios ministros de los
dirigentes indígenas Luis Enrique González del Consejo Nacional Indio de Venezuela –
CONIVE y Gustavo de Jesús López Furia de la Organización de Pueblos Indígenas de la
Amazonía de Colombia - OPIAC, quienes son los Coordinadores de las Areas de
Cooperación Económica y Desarrollo Autónomo y de Medio Ambiente , Biodiversidad y
recursos naturales, de la COICA.
El puente de la sociedad civil entre Brasil y Ecuador en contra de Petrobrás
El conflicto en el parque nacional de YASUNI representa el espacio de articulación de
la sociedad civil de Ecuador (liderada por las mujeres militantes de “Acción
Ecológica” – con el carisma de Esperanza Martínez y Elizabeth Bravo, entre otras) y
de la sociedad civil de Brasil (liderada por la “Red Brasilera de Justicia Ambiental”
que es coordinada por Jean Pierre Leroy del Proyecto Brasil Sustentable y Democrático
– FASE).
En Río de Janeiro se ha iniciado un diálogo entre la empresa PETROBRAS y la sociedad
civil brasileña, a través del primer encuentro del lunes 29 de noviembre del 2004 con
el Gerente general de la empresa (donde he participado personalmente como operador de
redes internacionales porque en aquellos meses estaba trabajando con la Red Brasilera
de Justicia Ambiental en Río de Janeiro).
Este análisis de comparación de la situación brasileña con la situación ecuatoriana
viene presentada por
Julianna Malerba (secretaria nacional de RBJA - Red Brasilera de Justicia
Ambiental): “Integrantes de la Red Brasilera de Justicia Ambiental (RBJA) y de
organizaciones ecuatorianas visitaron el último lunes 14 de febrero del 2005, la
unidad productiva de Petrobrás en Urucu, en la Amazonia brasilera, para discutir los
impactos de las actividades de la empresa en Ecuador en un área todavía virgen con
una de las mayores biodiversidades del planeta.
En noviembre del año pasado la estatal brasilera ya se había reunido con
representantes de la RBJA y de la Ong ecuatoriana Acción Ecológica para discutir el
caso, después de una denuncia realizada conjuntamente por ambas organizaciones sobre
el doble patrón utilizado por la Petrobrás al instalarse en un área de protección
ambiental en el corazón de la Amazonia ecuatoriana, ya que en Brasil no está
permitido explotar petróleo en Parques Nacionales. En esa reunión quedó definido que
la Petrobrás realizaría una reunión en Ecuador, con representantes de la Petrobrás
Energía del Ecuador e invitó a una delegación de la sociedad civil a conocer su
unidad productiva en el Amazonas, donde opera dentro de la floresta, con la finalidad
de presentar el modelo productivo de la empresa.
La razón que motivó la invitación fueron los resultados presentados por la misión
internacional que en agosto de 2004 estuvo en el Parque Nacional Yasuní (Ecuador) en
áreas actualmente explotadas por otras compañías petrolíferas y de la cual
participaron miembros de la RBJA conjuntamente con representantes de organizaciones
de Brasil, España, Colombia, Canadá y Ecuador. Los representantes de la RBJA que
estuvieron allá, pudieron observar los enormes impactos socioambientales que están
siendo producidos por las empresas REPSOL YPF (España) y ENCANA (Canadá). Ellos
opinan, de acuerdo con lo que vieron en las áreas operadas por otras empresas, que
las actividades de la estatal brasilera posiblemente degradará lo que resta de
floresta preservada y de los grupos indígenas no contactados que viven en esa área.
Diferencias
En Manaos, la delegación de la sociedad civil (compuesta por Jean Pierre Leroy,
coordinador del Proyecto Brasil Sustentable y Democrático - FASE y Relator para el
Derecho Humano al Medio Ambiente de la Plataforma DHESC Brasil, Julianna Malerba,
miembro de la Red Brasilera de Justicia Ambiental y técnica de la FASE, por Jeffer
Castelo Branco, de la Asociación de combate a los POPs, Alexandra Almeida, de la
Acción Ecología y OILWATCH (Ecuador), Marcos Amaral, representante del Sindicato de
Petroleros de Caxias y Simão Zanardi, representando a la Federación Única de
Petroleros) después de haber conocido la unidad de Urucu, se reunió con Milas
Evangelista, gerente de seguridad, medio ambiente, salud y calidad del área de
negocios internacionales.
A pesar de que la delegación hubo constatado los esfuerzos de la Petrobrás para
controlar los impactos de su actividad en la Amazonia, durante la reunión fueron
aportados una serie de puntos que hacen que la explotación en Urucu sea diferente de
aquella que se pretende iniciar en Yasuní. Según los técnicos de la Petrobrás no hay
poblaciones ribereñas próximas a la unidad productiva en Urucu (el centro poblacional
más próximo - Coari - está distante más de 200 Km y aún así tuvo un incremento de
7000 habitantes desde que Urucu fue construido) y la devastación que las 350
hectáreas de pozos, caminos y demás infraestructuras representa es relativamente
pequeña en medio del área total de la porción brasilera de floresta amazónica.
Solamente esos dos aspectos ya presentan puntos radicalmente diferentes del proyecto
para Yasuní.
Para comenzar, el área a ser explotada en Ecuador, además de Parque Nacional es
territorio indígena, tradicionalmente habitado por pueblos de la etnia Huaorani,
estando una parte de ella constituida por grupos todavía no contactados (los
Tagaeri). Actualmente innumeras empresas petrolíferas están explotando petróleo en la
región, estando el 80% del territorio Huaorani bajo concesión de esas empresas, cuyas
actividades han causado serios impactos socioambientales a los pueblos indígenas
Huaorani. La misión llevada a cabo en agosto del año pasado y que dio origen al
proceso de diálogo con la Petrobrás, registró una serie de impactos a la población
indígena que indican un cuadro de relaciones de dependencia con las empresas. Después
de la entrada de dinero en la región y de relaciones mercantiles basadas en su uso,
los indígenas pasaron a tener que construir relaciones de trabajo con la empresa (que
frecuentemente usa mano de obra indígena y que desgraciadamente, paga por ella un
valor hasta seis veces menor que por la mano de obra blanca) o aceptar la tutela a
través de la donación de alimentos y construcción de casas. Las consecuencias de eso
ha sido un cambio estructural en la forma de reproducción del grupo, que viene
ocurriendo en contra de su propia voluntad y control o elección, dando como resultado
la pérdida de identidad y, sobre todo, de soberanía sobre sus vidas. Aunque la
Petrobrás se comprometa a controlar la colonización alrededor de su unidad productiva
y del camino que construirá, no es posible impedir a los propios indígenas el libre
acceso al territorio que por tradición y ley les pertenece. No se trata por lo tanto
de un área sin poblaciones próximas, como en Urucu.
Un segundo punto se refiere al área devastada. La Amazonia ecuatoriana corresponde a
un 2% del área total de esa floresta. Por contener petróleo en su subsuelo una buena
parte de ella está devastada, siendo el Parque Nacional Yasuní una de las áreas
todavía prácticamente intacta. La Petrobrás está lista para construir un camino que
cortará el Parque en casi 30 km. Dos plataformas, con 24 pozos y una Estación Central
de Procesamiento serán instaladas en el interior del Parque, además de oleoductos y
otras infraestructuras necesarias (como alojamientos, estación de tratamiento y
procesamiento de residuos). Según el propio estudio de impacto ambiental realizado
por la empresa, el área devastada corresponde a 140 hectáreas. Si un poco más que el
doble de eso representa una parte muy pequeña de los 5 millones de km2 que posee la
Amazonia brasilera, lo mismo no puede ser dicho en relación al Ecuador. Devastar 140
hectáreas y tener control sobre 200 mil hectáreas, cuando se trata de una explotación
tan impactante como las actividades petroleras, puede representar una gran amenaza a
lo que resta de área preservada del país.
Tanto es verdad, que la construcción del camino ha despertado protestas en todo el
mundo. Al final del año pasado, decenas de científicos de diversos países enviaron
una carta a los gobiernos ecuatoriano y brasilero, y a la propia dirección de la
Petrobrás, pidiendo a la empresa brasilera que saliese del área debido a la amenaza a
la biodiversidad que sus actividades podrían causar. En esa semana, dos días después
que la delegación ecuatoriana/brasilera alertaba nuevamente a la Petrobrás, nueve
científicos de diversas universidades estadounidenses y el Instituto Smithsonian de
Pesquisa Tropical en Panamá enviaban simultáneamente sus protestas contra el
emprendimiento.
El paso siguiente del proceso de diálogo entre la empresa y la sociedad civil era la
realización de una reunión amplia en Ecuador que pero fue negada después el encuentro
en Río de Janeiro con Petrobras del 30 de marzo 2005 donde la empresa ha tomado una
posición contraria a la realización de la misión de evaluación con la justificación
que en Ecuador no tenían resistencias signficativas al proyecto.
Ahora estamos activando una campaña de presión y movilización porque la visita del
Canciller Celso Amorin en Ecuador refuerza la posición del gobierno brasileño que
significa una manifestación clara de presión política e de falta de respeto a la
libre determinación de Ecuador en sus decisiones sobre cuales proyectos de desarrollo
deben priorizar o pueden o no garantizar la integridad de su territorio y de su
pueblo”.
Mas detalles en :
http://www.justicaambiental.org.br/conteudo.asp?conteudo_id=1939&sec=des...
Misión internacional de monitoreo en el Parque nacional Yasuní
Haciendo un excursus de las etapas de desarrollo de esta campana, cabe destacar la
misión internacional de monitoreo en el Parque nacional de Yasuní, realizada en el
inicio de agosto del 2004, después la clausura del Foro Social de las Américas.
Una nueva denuncia de contaminación ambiental presentaron 17 ecologistas de varios
países, quienes pidieron que el Gobierno de Ecuador niegue la licencia ambiental que
pide la empresa brasileña Petrobras para operar en el Parque Nacional Yasuní, en el
oriente, concretamente en la provincia de Orellana.
La voz de alerta de la misión de ecologistas -pertenecientes a organizaciones de
Ecuador, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, España y Perú- incluye los resultados de
una misión que viajó al Yasuní.
Según el español David Listar i Bosch, físico de la universidad Politécnica de
Catalunya y coordinador del “Observatorio de la deuda sobre la Globalización” de
Barcelona, la misión fue impedida de ingresar en la zona donde opera la empresa
hispano-argentina Repsol YPF, en el bloque 16 de la Amazonia.
En este sitio, según el experto, habrían ocurrido tres derrames petroleros en el
último año. "Esta realidad no pudo ser comprobada directamente", dijo Listar, quien
sostuvo que los habitantes de las comunidades del Yasuní también denunciaron otro
derrame en el bloque 14, donde opera la empresa canadiense Encana.
"Nosotros no queremos que esto siga ocurriendo", acotó Listar, quien hizo un pedido a
las autoridades del Ecuador para que se niegue la licencia ambiental a la petrolera
brasileña Petrobras.
Este pedido no será fácil de resolver, pues según la denuncia en el ministerio del
Ambiente, donde se presentó la solicitud de licencia ambiental no hubo una respuesta
en el tiempo establecido y la aprobación se podría dar por silencio administrativo.
El Parque Nacional Yasuní, que hoy en día es considerado por la Oficina de las
Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), como una de las reservas más
importantes de biosfera del mundo, se creó el 26 de julio de 1979 y abarca unas 982
mil hectáreas de bosque húmedo tropical.
Hasta 1986, esta zona estaba protegida contra la explotación petrolera.
La situación cambió cuando se establecieron políticas que permitían la extracción de
crudo, sólo con uso de tecnologías de punta y el respeto a las comunidades indígenas
ancestrales que habitan las zonas.
"Estos principios no se cumplen", dijo Esperanza Martínez, representante de Acción
Ecológica de Ecuador, quien sostuvo que las comunidades del Yasuní son consideradas
como pertenencia de las petroleras.
"Fuimos a la comunidad de Guiyero, donde se presentaron funcionarios de la empresa
Repsol, quienes con militares nos pidieron que nos marcháramos de su casa", intervino
David Listar, quien lamentó que las comunidades indígenas estén prácticamente
"compradas y secuestradas en sus propios territorios".
Ambos ecologistas advirtieron que la actividad de otras empresas en la zona afectaría
aún más a la convivencia de las comunidades y al ecosistema e insistieron en que el
Estado ecuatoriano debe prohibir la entrada de la compañía brasileña en el bloque 31.
Esta posición fue respaldada por la brasileña Juliana Malerba, miembro de la Red
Brasileña de Justicia Medioambiental, quien lamentó que la empresa de su país
pretenda realizar en Ecuador operaciones que se le impiden en Brasil, donde está
prohibida la exploración y explotación de petróleo en áreas protegidas.
Los ecologistas anunciaron que apoyeran campañas de información y resistencia contra
la explotación petrolera en el Yasuní.
También proponen iniciar una auditoría ambiental y social independiente que dé cuenta
del verdadero impacto de las actividades petroleras en el Parque Nacional Yasuní.
Los ecologistas se mostraron especialmente preocupados por la situación de los
indígenas huaoranis, que se han visto afectados por la operación de las petroleras,
según denunciaron.
Concluyendo
Es importante enfatizar que el proceso de resistencia frente a las petroleras es
articulado por los movimientos sociales e indígenas de Latinoamérica y también por
los ambientalistas y los militantes de Europa que están activando campañas de presión
y movilización sobre las actividades de las empresas REPSOL en España
(http://www.attacmadrid.org/d/5/041221103748.php) y AGIP-ENI en Italia
(http://ecuador.indymedia.org/es/2005/03/8476.shtml ).
La "guerra al terrorismo", nueva fuente de violaciones a los derechos humanos según
el informe anual de Amnistía Internacional, amenaza expandirse a América Latina y
tiene en la mira a los movimientos indígenas que exigen autonomía y protestan por las
políticas de libre comercio y globalización "neoliberal", que está relacionada con el
control de los recursos naturales como el petróleo.
La experiencia de Ecuador indica que la alerta debe ser permanente...
- Cristiano Morsolin, periodista italiano y operador de redes internacionales.
Co-fundador del Observatorio Independiente sobre la Región Andina SELVAS.
Trabaja en Latinoamérica desde 2001 con experiencias en Ecuador, Perú, Colombia,
Brasil.
https://www.alainet.org/es/active/9064
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