La venganza del "Capitán Garfio"

14/04/1998
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
-A +A

La palabra "pirata" casi siempre está asociada a la imagen de un "personaje" pata de palo, mano de garfio, parche en el ojo y armado hasta los dientes.El pirata no tiene escrúpulos, está dispuesto a todo con tal de apoderarse del botín, consistente, por lo general, en joyas y monedas de oro y plata. Quienes piensen que a finales del siglo XX los piratas han desaparecido se equivocan... En los tiempos que corren, se han transformado en "personajes" con educación universitaria o masterados quienes recorren las zonas selváticas del Sur del planeta en busca de algo que aparentemente no tiene valor: las plantas medicinales y los conocimientos ancestrales acumulados a través de miles de años por los pueblos indígenas. Son los "biopiratas" modernos. Ya no requieren de espadas y filudos cuchillos para consumar sus atracos, sino únicamente de unas "tijeras, una mochila y un pasaporte". El botín ya no se llama oro, plata y piedras preciosas, sino patentes.... con ellas, las industrias farmacéuticas obtendrán ganancias de miles de millones dólares al año.

 

A un influyente y moderno "biopirata" enfrenta actualmente la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, COICA. Su nombre es Loren Miller. Dirige la Corporación Internacional de Plantas Medicinales de California. En 1996 se hizo merecedor al Premio "Capitán Garfio", otorgado por la Coalición contra la biopiratería, por haber patentado en 1986 en Estados Unidos la ayaguasca o yagué, planta ceremonial utilizada por la mayor parte de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica.

 

Miller, en ese entonces, adujo haber "descubierto una nueva variedad" de la ayaguasca en una "chacra" de una familia indígena en el Ecuador, la cual sacó del país, luego de informarse de sus características y propiedades alucinógenas y medicinales. La "nueva variedad" no era sino del "bejuco de los espíritus" o ayaguasca, domesticada por los indígenas desde hace cientos de años.

 

Aunque la COICA se enteró 10 años después, denunció el hecho y reaccionó de manera enérgica y frontal contra Miller. En un comunicado emitido en 1996 y luego en el V Congreso llevado a cabo en Georgetown, Guyana, en mayo de 1997, la COICA declaró a Miller "enemigo de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica", prohibió su entrada a los territorios indígenas y señaló que no se hace responsable "por la seguridad física del Sr. Miller y los funcionarios de su empresa". Al mismo tiempo, la organización indígena demandó la anulación de la patente autorizada a Miller.

 

La COICA difundió a través del internet la resolución, lo cual seguramente alarmó a Miller y estropeó sus planes de instalar en el suroriente ecuatoriano un laboratorio de procesamiento de la ayaguasca, con una inversión de dos millones de dólares, en asocio con capitalistas locales.

 

Se involucra Gobierno de USA

 

Pero lo que no contaban los indígenas amazónicos, es que Miller contaba con numerosos contactos en el Gobierno de Estados Unidos, el cual ha desplegado una gran ofensiva para defender al llamado "capitán Garfio" y sus futuras inversiones. En la cruzada ha participado la Embajada de Estados Unidos en Ecuador, la cual habría ejercido presiones contra la COICA e incluso habría difundido, hacia redes ecologistas de Europa, comunicados con la versión de que la COICA sería una organización "terrorista y de secuestradores" (?).

 

Pero las acciones más directas estuvieron a cargo de la Fundación Interamericana (FIA) la cual cortó el financiamiento a la COICA y sus organizaciones filiales.

 

La FIA consideró que la "resolución de la COICA con relación al Sr. Miller es abusiva y reprensible y que la misma constituye un amenaza contra la seguridad y el bienestar del Sr. Miller y los funcionarios de su empresa. Por ende, pedimos a la COICA se retracte de esta declaración a través de una carta dirigida al Presidente de la Fundación Interamericana", según un comunicado suscrito por Adolfo Franco, primer vicepresidente de la FIA.

 

La COICA no solo que no se retractó sino que se reafirmó en su posición señalando que la misma fue adoptada en un Congreso que reunió a más de 80 delegados, representantes de 400 pueblos indígenas de nueve países amazónicos, y que solo el próximo Congreso del año 2001 tendría "la autoridad para hacerlo o reafirmar en la defensa de nuestros derechos".

 

La COICA, al contestar a la FIA, recordó que el señor Miller en 1995 intentó establecer contacto y filmar al pueblo Tagaeri del Ecuador, un pueblo que ha decidido no tener contacto con la civilización occidental, por lo que la COICA y otras instituciones como la Universidad de Kent de Inglaterra se opusieron.

 

"Los pueblos indígenas amazónicos, al condenar la acción del Sr Miller, hemos asumido una decisión soberana como pueblos, como lo haría cualquiera otra sociedad del mundo que ha sufrido la falta de respeto a su cultura, a sus costumbres, a sus símbolos sagrados ¿No es acaso delito en su país dañar cualquier símbolo patrio, digamos la bandera?  ¿No es para los cristianos, judíos y musulmanes una ofensa mayor profanar un recinto o un símbolo sagrado? Pues bien, eso es lo mismo que el Sr. Miller ha hecho con la ayaguasca o yagué", manifiesta Antonio Jacanamijoy, coordinador de la COICA.

 

La respuesta indígena solo sirvió para que los directivos de la FIA dieran por terminado cualquier relación con COICA, no sin antes recordar que la Fundación ha aportado a la COICA y sus organizaciones alrededor de US $ 1.115.000.

 

La COICA recibió numerosas muestras de solidaridad de organismos como la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y la Coalición para Pueblos Amazónicos y su Medio Ambiente. La WWB, al dirigirse al presidente de la FIA, George Evans, señaló: "Nos dirigimos a Ud. para exhortar a la FIA a que reconsidere su decisión, y para reafirmar nuestro apoyo a la COICA y a los principios sobre el uso del conocimiento indígena enunciados en el Convenio sobre Diversidad Biológica". A continuación expresa que aunque Estados Unidos no es todavía parte formal del Convenio, es sin embargo signatario del mismo y "debe actuar de buena fe y de una manera consistente con los principios contenidos en dicho instrumento".

 

Publicado en el Serrvicio Informativi # 270, ALAI, 15-04-1998, Quito

 

 

https://www.alainet.org/es/active/88?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS