En la roca o en la periferia de las ciudades, a la sombra de un árbol o un garaje, un grupo lee y medita sobre la Biblia, asocia los hechos de la fe a los hechos de la vida, cantan salmos, reciben al Señor vivo en la eucaristía y se comprometen a luchar por la justicia. Son todos laicos cristianos. En todo el Brasil, esos grupos, conocidos como Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), existen desde el inicio de los años 60 y son, hoy, cerca de 80 mil, según el Centro de Estadísticas Religiosas e Investigaciones Sociales (CERIS). Estufas de formación de líderes populares, las CEBs nos dieron a Vicentinho y João Pedro Stédile, Luiza Erundina y José Rainha, Marina da Silva y Chico Mendes. Hay quienes dicen que las CEBs ya no tienen la misma importancia demostrada en los años 70 y 80. Claro, bajo el régimen militar, era prácticamente el único movimiento social contestatário que actuaba en la legalidad. Con la redemocratización del país, pasaron a integrar el amplio abanico de movimientos populares que, en abril pasado, rescataron el significado histórico de los 500 años del Brasil. La cita de Ilhéus Del 11 al 15 de julio, cerca de 3 mil representantes de las CEBs, acompañados de un centenar de Obispos, estarán reunidos en Ilhéus, para el 10? Encuentro Nacional. El tema será "CEBs: Pueblo de Dios, 2000 años de caminata". Después del jubileo cristiano, las CEBs harán memoria de los 500 años del Brasil y de los 25 años de sus encuentros nacionales, llamados "intereclesiales". Las CEBs son un nuevo modo de ser Iglesia y un nuevo modo de la Iglesia a ser, a partir de los pobres. No todos los participantes viven en condiciones de pobreza, más el derecho de los pobres es el centro de su espiritualidad. No se restringen al fomento de la fe. En la línea del amor al prójimo, crean proyectos alternativos para aminorar el sufrimiento del pueblo: cooperativas de trabajadores (RS); asociaciones de producción de dulce de coco (MA); casas comunitarias de molinos de harina (CE); asociación de vendedores ambulantes (BA); escuelas preparatorias para negros y necesitados y, clubes de madres (RJ); cooperativas de costureras (PB); construcción de casas destruidas (SP); fondos de apoyo a la artesanía popular (SC); organización de los recolectores de caucho (AC); farmacia comunitaria y formación de agentes populares de salud (varios estados) etc. En centenares de municipios, los militantes de las CEBs han impulsado los consejos de niños y de adolescentes; de salud; de educación y el presupuesto participativo. En la Iglesia, reactivan la presencia de los laicos en los ministerios del bautismo y de la eucaristía, de la catequesis y del matrimonio, en la animación de los cultos y las pastorales sociales. Sin ellos, la Campaña de la Fraternidad, en la Cuaresma, no tendrían el mismo impacto, ni el Grito de los Excluidos habrían eclipsado el carácter castrense del 7 de septiembre. Desde que surgieron hace 40 años, las CEBs crearon una sólida estructura de sustentación: El CEBI (Centro de Estudios Bíblicos) que, por efecto multiplicador, ofrece cursos de capacitación bíblica a laicos; el CESEP (Centro Ecuménico de Evangelización y Servicio a al Educación Popular) que, en Sao Paulo, da cursos a militantes del Brasil, de América Latina y del Africa; los Cursos de Verano, realizados en varias capitales y que promueven la actualización teológica. Cerca de 1300 personas organizadas en 10 equipos de servicio, ya trabajan para el éxito del encuentro. Batas litúrgicas, sayos de retazos y flores de papel están siendo confeccionados por mujeres de Ilhéus y Valença. Delegaciones de los estados llevarán alimentos no-perecible, además de recursos financieros obtenidos, en sus regiones con kermeses, espectáculos culturales y hasta venta de tarjetas telefónicas con el logotipo del evento. Estarán representantes invitados de América Latina y del Norte, Africa y Europa, delegaciones evangélicas e indígenas, y representantes de la religiones afrobrasileñas. Participarán sesenta asesores (teólogos, liturgistas, pastoralistas, indigenistas e cientistas sociales). En los días previos al encuentro, Ilhéus recibirá en cuatro eventos nacionales, a obispos y pastoralistas; nacionalidades indígenas; invitados de América Latina; y de MARCA (Movimientos de los Artistas de los Caminos), que reúne militantes vocacionados al arte litúrgico y popular.