La construcción más cara del mundo
- Opinión
Febrero-Marzo del 2015.
La víspera. Madrugada. El frío muerde bajo la ropa de las sombras. Sobre la mesa que, solitaria, amuebla la champa (que no tiene letrero alguno pero se sabe que es ahora el cuartel general de la comandancia zapatista), está el papel arrugado y con letra manuscrita donde se detalla la cuenta de la construcción de la escuela-clínica en La Realidad zapatista. La voz resume miradas, silencios, humo, rabias:
Pues no cabal está la cuenta. La vida de cualquier zapatista vale más que la casa blanca del Peña Nieto y que todas las casas de los ricos del mundo juntas. Ni toda la paga que cuesta hacer los grandes edificios donde los poderosos se esconden para hacer sus robos y crímenes, alcanza para pagar una sola gota de sangre indígena zapatista. Por eso sentimos que esta construcción es la más cara que hay en el mundo.
Así que claro tenemos que decir que lo que no aparece en la cuenta de la paga, es la sangre del compañero Galeano. Ni todos los papeles de la historia del mundo alcanzan para escribir esa cuenta.
Y entonces que así lo pongan cuando ponen sus listas en los medios de comunicación, que ponen quién el más rico, dónde el más pobre. Porque el rico tiene nombre y apellido, linaje, pedigrí. Pero el pobre sólo tiene geografía y calendario. Que lo pongan entonces que la construcción más cara de todo el planeta está en La Realidad Zapatista, Chiapas, México. Y que las niñas y los niños indígenas zapatistas asisten a la escuela más cara del mundo. Y que los hombres, mujeres, niños, niñas, ancianas y ancianos, indígenas, zapatistas, mexicanas y mexicanos, cuando se enferman en La Realidad, se van a curar a la clínica más cara de la Tierra.
Pero la única forma de poner cabal la cuenta es luchar para destruir el sistema capitalista. No cambiarlo. No mejorarlo. No hacerlo más humano, menos cruel, menos matón. No. Destruirlo totalmente. Aniquilar todas y cada una de las cabezas de la Hidra.
Y aún así faltaría, como aquí queremos, levantar algo nuevo y más mejor: construir otro sistema, uno sin amos, sin patrones, sin mandones, sin injusticia, sin explotación, sin desprecio, sin represión, sin despojo. Uno sin violencia contra las mujeres, la niñez, lo diferente. Uno donde el trabajo tenga su paga justa. Uno donde no mande la ignorancia. Uno donde el hambre y la muerte violenta sean malos recuerdos. Uno donde nadie esté arriba a costa de que otros estén abajo. Uno razonable. Uno más mejor.
Entonces, y sólo entonces, las zapatistas, los zapatistas, podremos decir que nuestra cuenta está cabal.
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Muchas gracias a loas otroas, hombres, mujeres, niñas, niños, ancianas y ancianos, grupos, colectivos, organizaciones y como-se-diga de la Sexta y no Sexta de México y el mundo, por el apoyo que nos dieron. Estas clínica y escuela también son suyas.
Así que ya saben que cuentan con una clínica autónoma de salud y una escuela autónoma en La Realidad zapatista.
Sabemos que ahora les queda un poco lejos, pero uno nunca sabe, el mundo es redondo, da vueltas y puede ser, tal vez, quién sabe… qué tal que una madrugada cualquiera entienden que, eso de luchar por poner cabal la cuenta, también va en su cuenta.
Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Moisés. / Subcomandante Insurgente Galeano.
La Realidad Zapatista, Chiapas, México.
Marzo del 2015.
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/
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