Carta abierta a la comunidad internacional

20/04/2005
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  • Opinión
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Las jornadas NO VIOLENTAS protagonizadas por los ciudadanos y ciudadanas de Quito condujeron al derrocamiento del Coronel Lucio Gutiérrez.
 
Miles de personas desde la noche del día 13 de abril se tomaron las calles de Quito pacíficamente, acudiendo a una autoconvocatoria ciudadana, sin banderas políticas demostrando creatividad y bajo la propuesta de NO VIOLENCIA, así se expresó la inconformidad a la gestión de Gutiérrez. Se rompió el silencio, se recuperó la palabra que fue recogida a través de la radio La Luna. Ese mismo día se evidenció la represión policial que se acrecentaría a medida que las manifestaciones pacíficas demostraban su resistencia en las calles de Quito.
 
La NO VIOLENCIA ACTIVA, se expresó en manifestaciones creativas, realizadas en horas de la noche hasta entrada la madrugada y en diferentes puntos de la ciudad. Se inició con el cacerolazo, esta fue una respuesta de descontento bajo el sonido de cacerolas, el reventón, consistió en reventar globos a una misma hora, otro día con el golpe acompasado de tablas el tablazo fue parte del ingenio quiteño, el papel higiénico se convirtió en un elemento que permitiría "limpiar las cag... das" del gobierno esta acción se la conoció como el rollazo, el golpe de estadio se vivió en dos estadios de la ciudad, las barras se unieron con el lema "Fuera Lucio". Todas estas acciones fueron iniciativas asumidas por la ciudadanía autoconvocada.
 
Un decreto de emergencia como mecanismo de amedrentamiento, la brutal represión de la fuerza pública, y la desvergüenza mayor, al intentar confrontar a la población ecuatoriana. Renán Borbua, primo de Gutiérrez, transportaba a supuestos "partidarios del presidente" con rumbo a Quito para responder de esa manera a la revuelta que los quiteños y quiteñas denominaron la "Revolución de los Forajidos", calificativo que él mismo Coronel otorgara una vez que se inició la manifestación popular. Todos estos factores adversos a la demostración NO VIOLENTA no amilanaron la lucha del pueblo en las calles, que duró 8 días.
 
Bajo el lema "Fuera Lucio, Fuera Todos" se juntaron voces en las que se cuentan hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes, ancianos, estudiantes secundarios y universitarios que con valor caminaron y resistieron en el frío de la noche quiteña la represión policial. Fuera todos los corruptos y cómplices del des-gobierno de Gutiérrez, fuera los políticos que contribuyeron una y otra vez a violentar la constitución para reacomodar sus intereses. La feroz represión vivida en la noche y madrugada del 20 de abril cobró su primera víctima mortal, Julio García, reportero chileno radicado en Ecuador por 30 años.
 
La policía reprimía y la población resistía en piquetes. La policía disolvía y el pueblo regresaba para gritar con más energía. Transcurrían las horas y se contaban decenas de personas heridas, asfixiadas, detenidas y la represión no cesaba.
 
En horas de la mañana Radio La Luna, que multiplicó sus reporteros en las calles, porque cada ciudadano y ciudadana relataba y denunciaba los acontecimientos, informaba que la fuerza pública permitía el ingreso de manifestantes gobiernistas, muchos ciudadanos y ciudadanas que viven en las afueras de la ciudad con sus vehículos bloqueaban el ingreso para evitar una confrontación con los hermanos y hermanas de otras ciudades y provincias. Esto no impidió que "gutierristas" pagados y armados se enfrentaran con miles de quiteños y quiteñas. El Ministerio de Bienestar Social se convirtió en guarida de gobiernistas, quienes desde las ventanas del edificio disparaban contra los manifestantes. Fue penoso mirar en la calle los restos de una mujer que murió arrollada por un vehículo militar en medio de la confusión.
 
Mientras en las calles centrales de Quito cientos de estudiantes secundarios y universitarios intentaban romper el cerco policial, para ingresar a la Plaza Grande símbolo de Libertad; en otros puntos de Quito ciudadanos se manifestaban pitando constantemente contra el régimen del Coronel. El Congreso Nacional atendiendo a la urgencia por el desarrollo de los hechos cesó en sus funciones a Gutiérrez.
 
La fuerza pública que a través de la cobarde represión protegió hasta el último momento al Coronel, tiene sus manos manchadas con la muerte de tres ciudadanos, de cientos de heridos y otras víctimas violentadas quienes participaron en las jornadas populares.
 
Las Fuerzas Armadas dejaron atrás la trayectoria con la que la población los reconocía, para ser verdugos del pueblo no solo por ejecutar acciones represivas, sino por patrocinar la impunidad de Gutiérrez refugiándolo en una base militar cuando pesaba sobre él una orden de prisión emitida por la Fiscal Sub-rogante de la Nación. De esta manera olvidaron que su misión es la defensa de la soberanía que radica en el pueblo, cuya voluntad es la base de la autoridad.
 
La población no olvida que la clase política sin excepción alguna contribuyó a la descomposición violentando los principios fundamentales de la Constitución, el pueblo brindó una lección a los partidos políticos y sus miembros, les recuerda que son observados.
 
La Organización de Estados Americanos, la Embajada Estadounidense y la Comunidad Internacional están llamadas a respetar la soberanía del pueblo ecuatoriano, que puede decidir y forjar su propio destino. Por lo que exigimos al Gobierno de Brasil entregue al ex – Presidente Gutiérrez a la justicia ecuatoriana.
 
El pueblo ecuatoriano exige para Gutiérrez cárcel y no asilo
 
QUITO Y EL PUEBLO ECUATORIANO HA DEMOSTRADO QUE EL CAMINO A LA PAZ ES LA NO VIOLENCIA.
 
Servicio Paz y Justicia del Ecuador
SEDE NACIONAL
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